Pachter, el exilio de los decentes

Publicado originalmente en INFOBAE. Aquí se ofrece una versión más extensa. También publicado en COMUNIDADES.

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Damían saltó a una maldita fama por hacer lo correcto, por cumplir con su profesión, y dar la primicia de la muerte del fiscal Alberto Nisman. Por ello tuvo que escaparse de la Argentina. Crédito por la imagen: Haaretz

Dentro de los recuerdos que conservo de mi paso por la escuela primaria y secundaria, desde las tareas hechas con la ayuda de la emblemática revista Billiken, hasta los manuales Santillana y Kapelusz, puedo acordarme de una pregunta, que con todas sus variables, me quedó marcada. Es una pregunta que repetí a maestros y profesores a lo largo de los años:

“¿Profe, por qué San Martin y Alberdi se fueron al exilio a Francia? ¿Qué les pasó a Artigas y a Sarmiento que terminaron en Paraguay? ¿Tanto miedo a que lo maten tenía Mariano Moreno parar querer ser embajador en el extranjero?”

Podríamos, sin mayores dificultades, completar la lista con muchos nombres más. Entrado ya a la universidad en años más recientes, esta pregunta elemental volvió a sonar en mi cabeza al escuchar las experiencias de figuras como Aída Bortnik, Facundo Cabral, Martín Caparros, Pepe Eliaschev, Pino Solanas, entre tantos otros protagonistas del periodismo y de las artes, que tuvieron que escapar de la Argentina durante sus años más terribles.

Profe… ¿por qué todos los decentes se van al exilio?

Conozco y soy amigo de Damián Pachter desde que cursáramos juntos varias materias en la universidad. Dami, como le decimos sus compañeros, en las aulas se caracterizaba por su buen humor, y sobre todo por mantener un pensamiento crítico frente a cada circunstancia, cada materia, y cada noticia. No tranzaba con nadie, ni repetía automáticamente todo lo que le decía un profesor. Para Damián, que tuvo que recibir órdenes en el ejército israelí durante algunos años, volver a Argentina fue en algún punto una experiencia reconfortante, la cual le permitió ponerse en sintonía consigo mismo. Cuando lo conocí, me acuerdo que criticaba a los comunicadores e insistía en tener cuidado a la hora de digerir las noticias que venían de los multimedios. Poco tiempo después comenzó a ser crítico de los empresarios, de los políticos, y de la pasividad de la sociedad civil frente al maltrato de las instituciones, provenga de donde provenga. Continuar leyendo “Pachter, el exilio de los decentes”