Artículo Original. Publicado también en INFOBAE el 13/04/2018.
A finales de marzo Hamas llamó a los palestinos a participar de demostraciones masivas contra Israel en conmemoración de la Nakbah, “la catástrofe” que coincide con el aniversario del establecimiento de Israel. Mientras el Estado judío celebra su independencia, los palestinos conmemoran la desposesión de los árabes en 1948. En anticipación a esta fecha, el 14 de mayo según el calendario gregoriano, Hamas movilizó a miles de manifestantes gazatíes a la frontera con Israel. Los medios internacionales recogieron inmediatamente la magnitud de las protestas y el daño que arrojaron. Cientos resultaron heridos y por lo menos 19 personas perdieron la vida durante la primera demostración que tuvo lugar el 30 de marzo. Otras nueve personas habrían muerto durante protestas el 6 de abril, y es muy probable que se sigan reportando fatalidades en las próximas semanas.
La atención mediática se enfocó en el supuesto uso indiscriminado de la fuerza por parte de Israel, cuyos soldados utilizaron munición real para dispersar una manifestación en su mayor parte pacífica. Por otra parte, Israel argumenta que la mayoría de las víctimas fatales son terroristas, algunos de ellos miembros del brazo armado de Hamas. Fuentes israelíes advierten que los manifestantes al frente intentaron romper la cerca fronteriza, y que agentes de Hamas quemaron neumáticos, lanzaron cócteles molotov, e incluso abrieron fuego con rifles de asalto. No obstante, la represión israelí trajo el oprobio de números políticos y columnistas.
Si bien el accionar de Israel es cuestionable, lo que los medios internacionales y algunos políticos pierden de vista es el interés pragmático que viene detrás de las movilizaciones. Las protestas vienen a ser una suerte de “manotazo de ahogado”, un acto de desesperación de Hamas para mantenerse a flote y seguir siendo relevante en la escena palestina. Continuar leyendo “Marcha del Retorno: los intereses que vienen detrás”