Artículo Original.
El domingo 23 de noviembre el gabinete israelí, tras una ardua discusión, aprobó por 14 votos contra 6, un borrador que constituye el polémico anteproyecto de ley para formalmente – y acaso redundantemente – convertir a Israel en el Estado de la nación judía. La medida, ansiada y promovida por la derecha israelí, aún debe transitar por la Knesset, donde se esperan acalorados entredichos, y es muy posible que sufra modificaciones. Anticipando esto, el Primer Ministro Benjamín Netanyahu cuenta con dos versiones del borrador, entre las cuales seguramente buscará presentar, a modo de síntesis, un punto medio balanceado. La más extrema – esbozada por Zeev Elkin (del partido Likud) – intenta abrogar al árabe como idioma oficial, y fomenta, ergo legitima, la construcción de asentamientos en los territorios disputados con los palestinos. La otra versión, más centrada – articulada por Ayelet Shaked (de Habait Hayeudi), Yariv Levin (de Likud) y Robert Iilatov (de Israel Beiteinu) – actúa como una carta magna que enuncia y recopila los principios emitidos por la declaración de independencia de 1948, y la ley del retorno de 1950. La decisión del gabinete israelí actúa como una luz verde que le da ahora autorización a la Knesset para determinar el desarrollo final de la ley en cuestión. Pero, ¿por qué es tan polémica? Continuar leyendo «¿Para qué sirve la ley Israel – Estado Judío?»