¿El talibanato moderado de Afganistán?

Artículo Original. Publicado también en INFOBAE el 26/08/2021.

Manifestantes pakistaníes protestan contra la invasión estadounidense de Afganistán en Karachi, en septiembre de 2001. La pancarta presagiaba que el país sería el “cementerio de Estados Unidos”. Veinte años después. muchos en Pakistán celebran el triunfo talibán. Otros, en cambio, se hacen ilusiones acerca de algún tipo de acomodo práctico con un supuesto talibanato moderado. Crédito por la imagen: Reuters.

En el mundo cunde la ilusoria esperanza de que el talibán millennial sea distinto a la generación anterior que conquistó Kabul en 1996, y por tanto menos fundamentalista. Esta presunción de moderación se apalanca en conjeturas blandas, comenzando con los supuestos compromisos de los talibanes, quienes prometieron no cobrarse retribución con los colaboradores de Estados Unidos y la OTAN, e incluso participar a las mujeres en la vida pública. Sin embargo, los antecedentes históricos y las últimas anécdotas reportadas dicen otra cosa. Los muyahidines de la yihad se están desquitando con sus enemigos impiadosos y es cuestión de tiempo para que la policía del pudor y la virtud imponga su ley por las malas.

Joe Biden anunció que el terrorismo ha hecho “metástasis” por todo el globo, de modo que el cáncer ya no se origina en un sitio específico. Con todo, a falta de una supremacía imperial exitosa, ya ha quedado demostrado que las características de Afganistán lo convierten en un lugar favorable para las insurgencias islámicas, reforzando su centralidad como fuente de problemas y desestabilización; que poco hará por sosegar la fuerza del integrismo islámico más combativo. Si bien hay diferencias doctrinarias en el universo yihadista, el impactante triunfo de los talibanes hará a su legitimidad ascendente entre los grupos radicales, creando sinergias quizás antes imprevistas. Continuar leyendo “¿El talibanato moderado de Afganistán?”

El caos permanente de Medio Oriente

Artículo Original.

Un monumento improvisado pidiendo justicia frente a las ruinas de los silos de grano que fueron destruidos por la explosión en el puerto de Beirut, el 4 de agosto de 2020. A un año del incidente, al menos 84 personas resultaron heridas durante protestas violentas por la percibida impunidad de las autoridades políticas y la agravante crisis ecónomica. En cierta medida, la situación en Líbano es representativa de problemas mayores en todo Medio Oriente. Crédito por la imagen: Hussein Malla / AP.

La situación regional en Medio Oriente continúa siendo altamente inestable. Pese a ciertos avances en materia diplomática, efectuados para diferir conflictos y cementar realidades prácticas, lo cierto es que, entre los analistas, la incertidumbre y el potencial de violencia están al orden del día. Esta apreciación se manifiesta en diversos países que transitan crisis políticas sistémicas; y de tal envergadura, que además ponen en duda el propio futuro de algunas estatidades.

Desde Líbano a Túnez, y desde Yemen a Iraq, existe un evidente riesgo político que atenta contra el crecimiento económico, lo que queda de institucionalidad, y la tranquilidad de millones de personas que no tienen en claro hacia donde se dirigen sus destinos. Luego de los conflictos fratricidas derivados de la llamada Primavera Árabe, la presente década inaugurada por la pandemia del COVID-19 seguramente arrojará más desesperanza, impulsada por estatidades disfuncionales e incluso el cambio climático.

Los próximos años representarán un decenio de encrucijadas, donde se debatirá el futuro del islamismo, el resurgimiento del yihadismo, la convivencia entre sectas y facciones, la vieja dicotomía entre liberalización y autoritarismo, y la sustentabilidad económica y ambiental. Continuar leyendo “El caos permanente de Medio Oriente”