La Unión Soviética y la Resolución 3379: la historia de la analogía entre sionismo y racismo

Artículo publicado en inglés en ACADEMIA el 27/01/2018.

Sesión de la Asamblea General de las Naciones Unidas en 1974. El 10 de noviembre de 1975 la Asamblea General aprobó la Resolución 3379 que equipara al sionismo con el racismo. Aprobada con 72 votos a favor contra 35 votos en contra, el documento estableció formalmente que el movimiento de autodeterminación judío es una forma de racismo y de discriminación racial. La resolución fue impulsada por la Unión Soviética, y recién sería derogada en 1991. Crédito por la imagen: Teddy Chen / ONU.

El 10 de noviembre de 1975 la Asamblea General de las Naciones Unidas adoptó la Resolución 3379, un documento trascendental en la historia del organismo que confirió legitimidad al antisemitismo en su variante antisionista. Por definición, más allá de controversias relacionadas con el conflicto árabe-israelí, el sionismo es la ideología que pregona el derecho de los judíos a la autodeterminación política. No obstante, la Resolución 3379 estableció que el nacionalismo judío es “una forma de racismo y de discriminación racial”.

En el contexto de la Guerra Fría, el documento fue aprobado gracias a la mayoría automática formada por el bloque oriental, los países árabes, y los Estados alineados a la Unión Soviética, cuya fuerza numérica superó cómodamente el rechazo del bloque occidental. La resolución pasó con 72 votos a favor, 35 en contra, y 32 abstenciones. Historiadores y analistas argumentan que los soviéticos impulsaron la falsa analogía entre sionismo y racismo a los efectos de consolidar la unidad entre Moscú y sus clientes del llamado tercer mundo. Catalogando a Israel como un Estado inherentemente racista, los soviéticos se presentaban como guardianes de la causa antiimperialista, fomentando la solidaridad entre países relativamente nuevos –resultantes del proceso de descolonización– y el bloque comunista. Por este motivo, la resolución fue bien acogida no solamente entre los países árabes, pero por muchos africanos también; que vieron una supuesta conexión entre las políticas racistas de la Sudáfrica del apartheid y el sionismo, un movimiento nacido en Europa.

No obstante, la Resolución 3379 no vino de la nada. Durante mis estudios de maestría presente un trabajo que explora los orígenes de la analogía en cuestión. En esencia, encontré que Moscú comenzó a vilipendiar al sionismo en las Naciones Unidas durante los años sesenta, especialmente en respuesta a la presunta interferencia estadounidense en los asuntos internos de la Unión Soviética. Los representantes norteamericanos condenaban la negativa del bloque oriental a permitir que sus judíos emigrasen a Israel, cosa que a su vez retroalimentaba el arraigado antisemitismo ruso proveniente de la época zarista. Por ello, si bien la analogía entre sionismo y racismo es el resultado de las dinámicas de la Guerra Fría, también es evidente que su formulación fue una exteriorización del antisemitismo imperante en el establecimiento soviético.

Con el fin de la era soviética, en 1991 la Resolución 3379 sería derogada. No obstante, el precedente continúa siendo una perniciosa fuente de influencia en las Naciones Unidas, que nunca han logrado superar su obsesión hacia el Estado judío. El artículo que escribí durante mi maestría se encuentra publicado en inglés en el sitio Academia.edu, pero alternativamente puede encontrarse a continuación. Continuar leyendo «La Unión Soviética y la Resolución 3379: la historia de la analogía entre sionismo y racismo»

Hassan al-Banna: ¿reformista o fundamentalista?

Artículo en inglés publicado en ACADEMIA el 14/09/2017.

Hassan al-Banna (1906-1949) es conocido por ser el fundador de la Hermandad Musulmana, y uno de los principales exponentes sino el iniciador del islam polìtico (islamismo). A su vez, es una de las figuras más debatidas del siglo XX. Mientras algunos historiadores y autores destacan su lado «progresivo» como intelectual modernista, otros identifican en sus ideas un proyecto filototalitario, asociado popularmente con la noción de «fundamentalismo islámico».

En el primer artículo publicado en este blog discutía qué es exactamente el Hamas palestino, de acuerdo con algunas definiciones estipuladas por academicos y analistas. El grupo constituye un movimiento islamista, pero eso no necesariamente implica que sea «fundamentalista». El islam político o islamismo representa un universo de expresiones con distinto grado de violencia, y con distinto enfasis en el integrismo religioso.

En esencia, un movimiento es islamista cuando busca pregonar los valores tradicionales del islam, aprovechando las herramientas de la modernidad, incluyendo el poder y la representación política. De acuerdo con algunos historiadores y analistas, esta caracteristica es señal de progresismo. Estas voces indican que dentro del islamismo existen reformistas, y que estas personas tienen el potencial de llevar a cabo un cambio positivo en la sociedad. Por otro lado, dado que estas plataformas suelen también ejercer doctrinas violentas o filototalitarias, otros autores prefieren hablar del islamismo como fundamentalismo o radicalismo islámico.

En el centro de está controversia existe un debate historiográfico sobre la vida y obra de Hassan al-Banna (1906-1949), el fundador de la Hermandad Musulmana. Iniciado en Egipto en 1928, este movimiento se convertiría en el protipo por excelencia de las plataformas islamistas, inspirando precisamente a Hamas, entre otras organizaciones. Con el objeto de discernir qué tanto tenía Al-Banna de «reformista», y que tanto de «fundamentalista», escribí un artículo académico para una asignatura en la Universidad de Tel Aviv. El mismo está en inglés y se puede acceder a través del sitio Academia.edu. Alternarnativamente puede leerse a continuación. Continuar leyendo «Hassan al-Banna: ¿reformista o fundamentalista?»

Entrevista con i24 News: La gira de Netanyahu por América Latina

Entrevista via Skype realizada el 12/09/2017.

La entrevista fue realizada en inglés para el programa Perspectives con Denise Ashur. Junto con Damian Pachter discutimos la visita del primer ministro israelí Benjamín Netanyahu a la Argentina, en el marco de su gira por América Latina. Tras su paso por Buenos Aires, Netanyahu tiene previsto visitar Colombia y Mexico. Luego participará del plenario de la Asamblea General en Nueva York.

En esencia, comenté que Netanyahu es conocido por utilizar su investidura para impulsar las relaciones estratégicas de Israel con otros países. Aunque América Latina siempre presentó oportunidades, hasta recién las relaciones políticas estuvieron congeladas por el bloque de gobiernos populistas, ejemplificados por Cristina Kirchner en Argentina, y Dilma Rousseff en Brazil. Estos gobiernos solían adoptar la narrativa palestina, y contrariar los intereses de Israel durante votaciones en las Naciones Unidas. Comenzando en 2015 con la llegada de Mauricio Macri a la Casa Rosada, hay una nueva tendencia en la región, afianzada por Michel Temer en Brazil, y la muy probable reelección de Sebastían Piñera en Chile.

U Thant y la crisis del Sinaí de 1967

Artículo en inglés publicado en ACADEMIA el 30/07/2017.

El secretario general de las Naciones Unidas, U Thant (izquierda), y el líder egipcio Gamal Abdel Nasser reunidos en mayo de 1967. El legado de U Thant ha quedado embarrado por críticas que sugieren que el secretario general podría haber utilizado su investidura para solucionar la crisis de 1967.

Tal como lo discutía anteriormente en este espacio, es posible analizar la guerra de los Seis Días como una sucesión de eventos desafortunados, donde cada bando malinterpretó las intenciones del otro. En esencia, Gamal Abdel Nasser no buscaba la destrucción de Israel, mas no obstante sí necesitaba dibujarla como algo plausible en la mente de su gente. Con Egipto sumido en una crisis económica de envergadura, atascado en una guerra interminable en Yemen (el “Vietnam” egipcio), y con benefactores soviéticos cada vez más reticentes a prestarle ayuda, Nasser necesitaba mantenerse vigente como el campeón de la causa panarabista.

Por eso, cuando en mayo de 1967 se presentó una oportunidad para revalidar su reputación, Nasser mandó a militarizar el Sinaí. Justificó su postura en la supuesta intransigencia y belicosidad israelí hacia Siria. Lo cierto es que con este accionar se dio por iniciada una de las crisis diplomáticas más trascendentales del siglo XX. (Entre que Nasser mandó sus fuerzas al Sinaí e Israel lanzó su ataque sorpresa trascurrieron veinte días.)

En retrospectiva, el legado del entonces secretario general de las Naciones Unidas, U Thant, ha quedado manchado por estos eventos. Los críticos argumentan que, si bien estaba limitado por algunas cuestiones formales, U Thant podría haber utilizado la investidura de su oficina para calmar las tensiones, tal vez previniendo la guerra. En este sentido, U Thant es a veces acusado de no haber estado a la altura de las circunstancias, y de no haber sabido actuar con inteligencia y sagacidad. En esta sintonía, la principal acusación contra su figura está relacionada con su decisión de ordenar la retirada de los cascos azules del Sinaí, virtualmente inmediatamente luego de que Nasser se lo pidiera. Algunos sugieren que U Thant podría haber demorado dicha orden, apelando acaso a un debate internacional, o bien ejerciendo presión sobre Egipto.

Con el objeto de discernir qué tan justas son estas acusaciones escribí un artículo académico para una asignatura en la Universidad de Tel Aviv. El mismo está en inglés y se puede acceder a través del sitio Academia.edu. No descarto traducirlo en el futuro, quizás como parte de una publicación. Alternativamente puede leerse aquí a continuación. Continuar leyendo «U Thant y la crisis del Sinaí de 1967»

Argentina and the AMIA bombings: the death of a prosecutor and the senseless logic of an insolvent government

Original Article

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It is fair to say Alberto Nisman has become victim number 86 of the AMIA Jewish cultural community center bombing, likely carried out by Hezbollah operatives (in July 1994) under the payroll of Iran. Nisman was assassinated for exposing the Argentinean government culpability in entering illicit secret negations with Iran, forsaking the ordeal and the pursuit of justice for alleged geopolitical gains. justice in exchange. Credit for the picture: Marcos Brindicci/Reuters.

Argentina finds itself again in the midst of a huge institutional crisis, which far from affecting just that country, it casts a terrible prospect over Latin America, and indeed the world as a whole, undermining the cause of justice in the face of terrorism.

Last Monday, the prosecutor in charge of the AMIA case, Alberto Nisman, was found dead in his apartment, conspicuously on the eve before he was supposed to grant a hearing to the Congress. Nisman had just recently announced he had compiled definitive evidence, composed by the most part of wiretappings, which would implicitly involve key figures of the Argentinean administration as having conducted secret negotiations with Iran. Nisman had worked in the case for over a decade, but had come about to gather the bulk of his evidence in recent years, especially after 2011. Back then, according to reports, the Argentinean executive power decided to launch – in what essentially became a radical swift of policy – some sort of a covert “wiedergutmachung” (“make well again”) with the Iranians, forsaking the AMIA bomb in exchange of promises to receive oil, weapons, and trade preferences with Argentina. Continuar leyendo «Argentina and the AMIA bombings: the death of a prosecutor and the senseless logic of an insolvent government»