El 22 de junio Israel apoyó una resolución crítica hacia China impulsada por los países occidentales en el Consejo de Derechos Humanos de las Naciones Unidas (UNHRC). Teniendo en cuenta el pragmatismo diplomático que ejercita Jerusalén en la última década, la decisión de contrariar a Beijín representa un giro no menor en política exterior. Según reportan los observadores, este desarrollo sugiere que Israel ya no puede permitirse ser neutral en los asuntos que atañen a la implícita rivalidad geopolítica entre Estados Unidos y China.
El asunto es mucho más que anecdótico, y quizás podría trascender más de lo que quisieran los chinos. En esencia, aunque es temprano para determinar cómo evolucionará la relación sino-israelí, o —mejor dicho—, cómo reaccionará China frente a la inesperada afrenta de una potencia intermedia, el devenir de tales controversias dirá qué es más importante para Xi Jinping: ¿comercio y economía, o diplomacia y política? Continuar leyendo «Israel – China: ¿Lazos económicos sin amistad diplomática?»
Artículo Original. Publicado también en INFOBAE el 04/05/2018.
En 2014 el exalcalde de Londres, ahora secretario de Exteriores británico, Boris Johnson, publicó un libro titulado “El Factor Churchill” (The Churchill Factor). El texto contempla el impacto de Churchill en la política de su país y el mundo. A veces errático, testarudo, egocéntrico, pero también carismático, la presencia y oficio de Winston constituye en la narración de Johnson un factor de peso pesado. No faltan motivos para que la sombra de este estadista tenga proyección global hasta nuestros días, siendo el arquetipo de héroe que muchos líderes quieren imitar.
A Donald Trump ciertamente le gustaría compararse. Sin ir más lejos, se presenta como el salvador de su país frente a tanta adversidad en el mundo. Pero en los puntos importantes hay más diferencias que similitudes. Churchill fue un estadista letrado y multifacético, y Trump –en cambio– un empresario inculto que antepone su imagen a todo. Aun así, es evidente que, para bien o para mal, el factor Trump en política internacional hace mucho ruido. Esto se ve muy claro en los recientes acontecimientos en la península de Corea, y así también con la expectativa sobre el futuro del acuerdo nuclear con Irán. Continuar leyendo «El Factor Trump»
Artículo Original. Publicado también en INFOBAE el 24/10/2016.
Las relaciones entre Estados Unidos y Rusia nunca han estado tan mal en la era postsoviética. La tensión es tal, que, evocando los acontecimientos de la Guerra Fría, políticos, especialistas y militares han puesto el interrogante en la hipotética premisa de una guerra nuclear. La discusión se refiere a la plausibilidad de una tercera hecatombe global suscitada, entre otras cosas, a partir de la contrariedad que mantiene Rusia y el bloque occidental con respecto a Siria. Moscú ha dejado en claro que su intervención en el Levante no estará sujeta a ninguna negociación inquisitiva, la cual busque restringir o limitar el alcance de la influencia rusa en Medio Oriente. Por otro lado, Washington observa con preocupación que está perdiendo su capacidad de disuasión, puesta a prueba por una Rusia envalentonada, que responde más agresivamente a la interposición norteamericana en sus asuntos.
El solo hecho de que un escenario de guerra abierta sea tomado en serio dice bastante acerca de lo volátil de la situación. Como en las relaciones internacionales la percepción ocupa un papel central, hay quienes dirían que –si llegase a ocurrir algún día– semejante conflicto será el resultado de una profecía autocumplida, pues se concede que, con el tiempo, los prejuicios y las palabras hostiles embrollan la percepción que los países tienen el uno hacia el otro. Por eso, cuando Estados Unidos dice que Rusia comete crímenes de guerra en Alepo, los rusos perciben hipocresía, y ante todo una excusa para minar la consecución de sus intereses legítimos. En respuesta, el Kremlin expresa su malestar con amenazas, y más precisamente con la carta nuclear. Pero como lo muestra este caso, las armas suelen hablar mucho más que las palabras, especialmente cuando las primeras son lo suficientemente potentes como para hacer valer las bravatas verbales.
Luego de haberse ocupado de modernizar el arsenal de la otrora superpotencia, Vladimir Putin revivió la vieja usanza soviética de negociar con una pistola sobre la mesa. Esta diplomacia caliente consiste en desplazar las fichas sobre el tablero, creando la impresión de que la dirigencia rusa tiene menos aversión al riesgo que sus contrapartes en Occidente. Por esta razón, una percepción desacertada puede desencadenar decisiones erradas, y arrojar consecuencias fatídicas. Pese a la exhortación de moderación y templanza, las escaladas militares son una constante histórica, que devienen justamente de la capacidad de los líderes por interpretar –correcta o irreflexivamente– la voluntad de terceros actores en el teatro de la alta política. Ahora bien, este augurio pesimista no necesariamente se verificará en el presente. Aunque la tensión geopolítica entre Estados Unidos y Rusia subsistirá como eje de las discusiones, la guerra abierta perfectamente puede ser evitada, siempre y cuando los decisores juzguen correctamente las intenciones de sus adversarios. Continuar leyendo «La diplomacia caliente de Rusia: las armas hablan más que las palabras»
La península de Corea permanece dividida desde el comienzo de la Guerra Fría. A pesar de que en varias oportunidades los gobiernos de Corea del Norte y Corea del Sur han proclamado como meta la eventual reunificación de Corea como estado único, las dificultades persisten y algunas de ellas se agravan con el paso del tiempo. El caso es de importancia no solo para la política internacional de Asia sino también para la teoría de las Relaciones Internacionales.
Hay indicios de que la cuestión de identidad común está cambiando de signo en perjuicio de una eventual reunificación. Las dos Coreas comparten la misma etnicidad, historia y lengua. Sin embargo, los sistemas políticos y de valores no podrían ser más opuestos, y la conducta del régimen de Corea del Norte ha contribuido ciertamente a su imagen en el sur: lanzamientos de misiles, pruebas nucleares, abusos de derechos humanos bien documentados, entre otros.
Es cierto que los surcoreanos entienden la diferencia entre el régimen de Corea del Norte y los norcoreanos como población. En particular, las generaciones de más edad conservan una memoria histórica del origen de la división y la separación de sus familias, y se manifiestan proclives al reencuentro con sus parientes. Pero el componente emotivo de la identidad común disminuye con el paso del tiempo. Continuar leyendo «Sobre la reunificación de Corea»
Como analista internacional, encuentro fascinante la mera existencia de Corea del Norte. Quizás esta no sea la palabra más indicada para tratar con este país, y más en concreto con su régimen. No obstante, lo cierto es que esta entidad, la única monarquía comunista del mundo, evidentemente llama la atención. Precisamente, hay quienes dicen que Corea del Norte es una anomalía entre las naciones. Además de que presenta una dictadura unipartidista, la cual ya lleva casi setenta años en el poder, sistematiza el único modelo socialista que luego de tanto tiempo, no muestra ni el menor interés en la reforma económica.
Visto como actor internacional, o como régimen totalitario, se puede decir que la dinastía Kim decidió hacer de Corea del Norte un ente aislado, marginalizado por sus propias maquinaciones y mitos fundacionales. En la península de Corea, septentrionalmente al paralelo 38, no existe la noción de sociedad civil. El impulso totalitario, el culto a la personalidad fastuoso, la propaganda constante, y el sistema de clasificación social basado en la lealtad al régimen (songbun), han creado una nación de pobres y conformistas, de esclavos que viven y mueren para la supuesta gloria de sus líderes mesiánicos.
Sin la narrativa de heroísmo dentro de la continua percepción de victimización, cual distopía orwelliana habría dejado de existir hace tiempo. Y bien, pese a las reformas económicas de China y Vietnam, la caída del Muro de Berlín, y más recientemente las incipientes transformaciones en Cuba, no existe señal alguna de que Pyongyang vaya a modificar su rumbo, tanto en la esfera económica como política.
Más allá de que la trama norcoreana está bien documentada, se desarrolla una suerte de tragedia ad hoc de la que no muchos conocen. Me refiero, en realidad, al caso particular de unos individuos occidentales que por cosas del destino terminaron formando parte del cuerpo propagandístico de la familia Kim. Es la historia de los idiotas útiles que prestan fidelidad a Corea del Norte, para intentar, de una forma u otra, venderle al mundo un paisaje socialista armonioso de fantasía. ¿Por qué no darlos a conocer, e intentar entender sus motivos? Veremos que detrás de ellos se esconde una búsqueda por sentido, propósito y relevancia. Continuar leyendo «Los idiotas útiles de Corea del Norte»
El Estado Islámico (ISIS) ha decapitado a Kenji Goto, el segundo japonés que tomara en cautiverio en Siria. Cual comportamiento mafioso, los yihadistas, cada vez más complicados para sostener su esfuerzo bélico, habían demandado al Gobierno japonés el pago de 200 millones de dólares para asegurar la liberación de sus rehenes. Frente a la negativa de Tokio a financiar el terrorismo, el 25 de enero, Haruna Yukawa, el primero de los rehenes fue asesinado. Desde entonces y hasta el último sábado, cuando se dio a conocer el video donde Goto es decapitado, se negociaba la posibilidad de intercambiar al japonés y a un piloto jordano derribado por una convicta terrorista. Ya era sabido no obstante que se trataba de una crónica de una muerte anunciada.
Yukawa, quien se interesaba en las armas y era consultor de seguridad, y Goto, un pacifista y periodista freelance, se conocieron en Siria. Aunque marcadamente distintos, fue allí en donde sus caminos se cruzaron y formaron una amistad. Yukawa fue capturado en agosto, y según lo reportado, Goto habría vuelto a Siria especialmente para peticionar por la liberación de su amigo. ISIS emitió el video donde podía verse a ambos japoneses juntos el 20 de enero, tres días después de que el primer ministro japonés Shinzo Abe prometiera, en gira por Medio Oriente, $200 millones para combatir al ISIS. Para mofarse de los japoneses, los yihadistas demandaron la misma cifra. Continuar leyendo «Japón despierta ante el radicalismo islámico»