¿Antoine Leiris para presidente de Francia?

Artículo publicado originalmente en PORTAFOLIO el 10/12/2015. Basado en «La Yihad, y las paradojas del pacifismo occidental«.

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Antoine Leiris es un parisino que ganó notoriedad por su mensaje pacifista, a partir de los atentados a la sala Bataclan. Los terroristas mataron a su esposa el pasado 13 de noviembre, y en consencuencia se propuso difundir un mensaje inspirador de paz y amor que pronto se volvió viral. ¿No será su mensaje contraproducente? Crédito por la imágen: BBC.

Es fácil argumentar que los yihadistas hacen lo que hacen por estar sumidos en la ignorancia. Lo difícil, y necesario, es admitir la desazón. Los terroristas que asesinan a diario cometen sus actos inspirados en una lectura rígida y literal del Corán, que los musulmanes deben combatir y contrariar.

Escribiendo para El Tiempo, Alejandro Tagliavini hizo eco de la inspiración que contagió a miles de personas alrededor del mundo occidental. Se refería al ejemplo de Antoine Leiris, un hombre que saltó catapultado a la fama, gracias al poderoso mensaje que grabó para los yihadistas que asesinaron a su esposa Hellene, el pasado 13 de noviembre, en la sala Bataclan. El mensaje de Leiris, padre de un pequeño de 17 meses, pronto se volvió viral, primero por las redes sociales, luego por los medios de comunicación. En él, el enviudado parisino le decía a los terroristas que no les dará “el regalo de odiarlos”, pues eso es precisamente lo que buscan. Sin duda, quien haya visto el contenido del pacífico descargo, en algún momento habrá quedado estupefacto. ¿Cómo es posible que, después de perder a su amada esposa, Leiris se muestre tan afable, y no pierda los estribos? Continuar leyendo «¿Antoine Leiris para presidente de Francia?»

Crónica de otra masacre anunciada

Artículo publicado originalmente en POLÍTICAS Y PÚBLICAS el 11/16/2015. También publicado en INFOBAE el 24/11/2015.

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Parisinos reunidos afuera de la sala Bataclan luego del ataque, el 13 de noviembre de 2015. El Estado Islámico (ISIS) tomó responsabilidad por la serie de atentados que sacudieron Francia. Hay centenares de heridos, y 132 víctimas fatales confirmadas. Crédito por la imagen: Pascal Le Segretain / Getty Images.

A menos de un año del atentado a Charlie Hebdo y a Hyper Cacher, el terrorismo islámico vuelve a desgarrar a los parisinos, despertando nuevamente desasosiego entre los occidentales. Otra vez, los medios describen las escenas de luto y resquemor en una capital europea asediada por una fuerza transnacional invisible al transeúnte. Tal como ya acostumbra a suceder en la inmediatez de un ataque terrorista, la gente comienza a preguntarse el por qué, a divagar sobre las razones que vienen detrás, y a tratar de dar con las motivaciones de los asesinos. Basta con prender la televisión y sintonizar una cadena internacional para apreciar que el debate, de uno u otro modo, siempre termina girando en torno al “¿por qué nos odian tanto?”. A esto se suma el agravante de que Francia ha sufrido el ataque terrorista más terrible de su historia, y que los perpetradores amenazan con nuevas incursiones contra los “apostatas” y “cruzados”. Sin embargo, aunque la evidencia del fervor antioccidental de los yihadistas está al alcance, muchos intelectuales están empecinados en dar con respuestas erráticas.

Si hay algo que hay que comprender es que el islam radical, con independencia de sus ramificaciones, constituye un movimiento internacional abocado a la guerra santa. Esto implica que los yihadistas revindican precisamente el concepto de “choque de civilizaciones” como propio, afirmándolo como un cauce natural de la historia; donde lo que está en juego es la supremacía del islam como religión y sistema universal. En segundo término, los extremistas interpretan las fuentes musulmanas en una usanza literal y abyecta. Rechazan tajantemente toda innovación que la cultura, la ciencia y el pensamiento político puedan impregnar sobre la religión, y por ende se rehúsan a comprometer el dominio sagrado con la esfera de lo secular y lo profano. Lo cierto es que los yihadistas le han declarado la guerra a Occidente y a todos los sistemas de pensamiento que éste representa. En la lista de enemigos del Estado Islámico (ISIS) caben los nacionalistas, los ateos, los judíos, los cristianos, los demócratas, los conservadores. En definitiva, quien no suscriba a la lectura arcaica de los yihadistas es un enemigo.

Entonces, ¿por qué Francia? Continuar leyendo «Crónica de otra masacre anunciada»