La situación regional en Medio Oriente continúa siendo altamente inestable. Pese a ciertos avances en materia diplomática, efectuados para diferir conflictos y cementar realidades prácticas, lo cierto es que, entre los analistas, la incertidumbre y el potencial de violencia están al orden del día. Esta apreciación se manifiesta en diversos países que transitan crisis políticas sistémicas; y de tal envergadura, que además ponen en duda el propio futuro de algunas estatidades.
Desde Líbano a Túnez, y desde Yemen a Iraq, existe un evidente riesgo político que atenta contra el crecimiento económico, lo que queda de institucionalidad, y la tranquilidad de millones de personas que no tienen en claro hacia donde se dirigen sus destinos. Luego de los conflictos fratricidas derivados de la llamada Primavera Árabe, la presente década inaugurada por la pandemia del COVID-19 seguramente arrojará más desesperanza, impulsada por estatidades disfuncionales e incluso el cambio climático.
Los próximos años representarán un decenio de encrucijadas, donde se debatirá el futuro del islamismo, el resurgimiento del yihadismo, la convivencia entre sectas y facciones, la vieja dicotomía entre liberalización y autoritarismo, y la sustentabilidad económica y ambiental. Continuar leyendo «El caos permanente de Medio Oriente»
En su estudio seminal sobre los orígenes del nacionalismo, Benedict Anderson establecía que todas las comunidades políticas son construcciones socialmente imaginadas, articuladas mediante narrativas orquestadas; y, no obstante, apañadas en memorias colectivas con las que una determinada población se siente representada. Genérica y sociopolíticamente, el nacionalismo cumple el propósito moderno de infundir solidaridad y afinidades comunes entre personas que no se conocen entre sí. Gracias a estos vínculos, la población de un país puede interrelacionarse intergeneracionalmente con sus ancestros y coterráneos, compartiendo y transmitiendo aspiraciones comunes, y las mismas sensaciones encontradas para con otros colectivos o naciones.
Entrada la Modernidad, Egipto, como tantos otros países convertidos en Estado, se debatió que héroes utilizar para formar un panteón original, y que valores y mitos fundacionales encuadrar como parte del ethos nacional. A diferencia del resto de las entidades soberanas del mundo árabe, generalmente constituidas a partir de la injerencia colonial europea, Egipto cuenta con una rica historia milenaria que precede al islam. Por tanto, una de sus expresiones nacionalistas traza continuidad discursiva entre la antigua civilización de los faraones y las vicisitudes contemporáneas, suponiendo que el país de las pirámides siempre ha constituido una unidad independiente, separada del resto de Medio Oriente.
El grandilocuente desfile dorado de los faraones, celebrado el 3 de abril en El Cairo, y con trascendencia mediática internacional, refleja quizás la lectura o la experiencia que el presidente Abdel Fattah al-Sisi asume para dar cuenta de la identidad de su tierra; una que, luego de un siglo de desventuras entre liberales, panarabistas, e islamistas, aún no encuentra un modelo nacional consensuado. Aunque los egipcios pueden estar orgullosos de las grandes contribuciones que aportaron sus antepasados, no todos contemplan el legado de los reyes politeístas de la misma forma, sobre todo a la luz de las enseñanzas y tradiciones iconoclastas del islam. Continuar leyendo «El regreso del faraonismo en Egipto»
Artículo Original. Publicado también en INFOBAE el 14/04/2021.
El reciente bloqueo del canal de Suez demuestra, en clave geopolítica, la necesidad de crear nuevos pasos para el comercio internacional. Por el canal egipcio, un cuello de botella inaugurado hace poco más de 150 años, circula más del 10 por ciento del tráfico marítimo mundial, de modo que el estancamiento del portacontenedores panameño, varado durante una semana, causó pérdidas descomunales.
Según la aseguradora británica Lloyd’s, cada día de bloqueo costó 9.600 millones de dólares en pérdidas directas, pero posiblemente mucho más en los desgastes indirectos de las jornadas desperdiciadas. En consecuencia, más que anecdótico, el fiasco puso de relieve la vulnerabilidad de las cadenas logísticas extensas, la necesidad de abaratar costos, y el desafío de minimizar riesgos a la continuidad de negocios. Continuar leyendo «¿Una alternativa al canal de Suez?»
Artículo en inglés publicado en ACADEMIA el 14/09/2017.
En el primer artículo publicado en este blog discutía qué es exactamente el Hamas palestino, de acuerdo con algunas definiciones estipuladas por academicos y analistas. El grupo constituye un movimiento islamista, pero eso no necesariamente implica que sea «fundamentalista». El islam político o islamismo representa un universo de expresiones con distinto grado de violencia, y con distinto enfasis en el integrismo religioso.
En esencia, un movimiento es islamista cuando busca pregonar los valores tradicionales del islam, aprovechando las herramientas de la modernidad, incluyendo el poder y la representación política. De acuerdo con algunos historiadores y analistas, esta caracteristica es señal de progresismo. Estas voces indican que dentro del islamismo existen reformistas, y que estas personas tienen el potencial de llevar a cabo un cambio positivo en la sociedad. Por otro lado, dado que estas plataformas suelen también ejercer doctrinas violentas o filototalitarias, otros autores prefieren hablar del islamismo como fundamentalismo o radicalismo islámico.
En el centro de está controversia existe un debate historiográfico sobre la vida y obra de Hassan al-Banna (1906-1949), el fundador de la Hermandad Musulmana. Iniciado en Egipto en 1928, este movimiento se convertiría en el protipo por excelencia de las plataformas islamistas, inspirando precisamente a Hamas, entre otras organizaciones. Con el objeto de discernir qué tanto tenía Al-Banna de «reformista», y que tanto de «fundamentalista», escribí un artículo académico para una asignatura en la Universidad de Tel Aviv. El mismo está en inglés y se puede acceder a través del sitio Academia.edu. Alternarnativamente puede leerse a continuación. Continuar leyendo «Hassan al-Banna: ¿reformista o fundamentalista?»
Artículo en inglés publicado en ACADEMIA el 30/07/2017.
Tal como lo discutía anteriormente en este espacio, es posible analizar la guerra de los Seis Días como una sucesión de eventos desafortunados, donde cada bando malinterpretó las intenciones del otro. En esencia, Gamal Abdel Nasser no buscaba la destrucción de Israel, mas no obstante sí necesitaba dibujarla como algo plausible en la mente de su gente. Con Egipto sumido en una crisis económica de envergadura, atascado en una guerra interminable en Yemen (el “Vietnam” egipcio), y con benefactores soviéticos cada vez más reticentes a prestarle ayuda, Nasser necesitaba mantenerse vigente como el campeón de la causa panarabista.
Por eso, cuando en mayo de 1967 se presentó una oportunidad para revalidar su reputación, Nasser mandó a militarizar el Sinaí. Justificó su postura en la supuesta intransigencia y belicosidad israelí hacia Siria. Lo cierto es que con este accionar se dio por iniciada una de las crisis diplomáticas más trascendentales del siglo XX. (Entre que Nasser mandó sus fuerzas al Sinaí e Israel lanzó su ataque sorpresa trascurrieron veinte días.)
En retrospectiva, el legado del entonces secretario general de las Naciones Unidas, U Thant, ha quedado manchado por estos eventos. Los críticos argumentan que, si bien estaba limitado por algunas cuestiones formales, U Thant podría haber utilizado la investidura de su oficina para calmar las tensiones, tal vez previniendo la guerra. En este sentido, U Thant es a veces acusado de no haber estado a la altura de las circunstancias, y de no haber sabido actuar con inteligencia y sagacidad. En esta sintonía, la principal acusación contra su figura está relacionada con su decisión de ordenar la retirada de los cascos azules del Sinaí, virtualmente inmediatamente luego de que Nasser se lo pidiera. Algunos sugieren que U Thant podría haber demorado dicha orden, apelando acaso a un debate internacional, o bien ejerciendo presión sobre Egipto.
Con el objeto de discernir qué tan justas son estas acusaciones escribí un artículo académico para una asignatura en la Universidad de Tel Aviv. El mismo está en inglés y se puede acceder a través del sitio Academia.edu. No descarto traducirlo en el futuro, quizás como parte de una publicación. Alternativamente puede leerse aquí a continuación. Continuar leyendo «U Thant y la crisis del Sinaí de 1967»
Ensayo Original. Publicado también en INFOBAE el 11/06/2017, en una versión acotada.
El 5 de junio marcó el quincuagésimo aniversario de la guerra que cambió la faz de Medio Oriente. Por medio de una operación relámpago, Israel derrotó a las fuerzas egipcias, jordanas y sirias que lo rodeaban. A Egipto le arrebató el Sinaí y la Franja de Gaza, derrumbando la estela de Gamal Abdel Nasser como campeón árabe. En tanto, el rey Hussein de Jordania perdió su control sobre Cisjordania y sobre Jerusalén oriental. Además, Israel le quitó a Siria las alturas del Golán, humillando al entonces ministro de Defensa sirio, Hafez al-Assad (el padre de Bashar).
La victoria israelí llegó como un batacazo. No se creía plausible que el Estado judío pudiese alcanzar semejante victoria. No solo que derrotó simultáneamente a sus vecinos, sino que afianzó su mera existencia como un hecho inalterable. En términos estratégicos de la época, con el incremento de armamento soviético en la región, Israel se convirtió en el cliente cercano de Estados Unidos, forjando una “relación especial” que se mantiene medio siglo después. Tras la muerte de Nasser, Anwar Sadat buscaría algo parecido, cambiando las lealtades de Egipto en favor de Washington. Asimismo, el evidente fracaso de los ejércitos árabes se tradujo en la irrelevancia política del panarabismo. Por eso, desde 1967 en adelante, cada Estado árabe prioriza su raison d’être, velando por sus intereses nacionales por sobre los asuntos de otros países.
Por otro lado, la expansión territorial israelí sobre territorio egipcio y jordano exacerbó el drama palestino, dando inicio a la polémica de los asentamientos judíos, que lejos está de poder resolverse. En este aspecto, la guerra repercutió en la fusión de significantes religiosos con nacionalistas, arrojando un legado dificilísimo de superar. Mientras que el triunfo israelí acrecentó la influencia del sionismo revisionista y religioso, la debacle de las fuerzas árabes repercutió en el fortalecimiento de la causa panislamista, convulsionando reivindicaciones territoriales con motivos islámicos.
Con motivo de la ocasión, varios autores y analistas publicaron crónicas rememorando la guerra, haciendo énfasis en los resultados; explorando estas secuelas punzantes. No obstante, también es conveniente reparar en la discusión historiográfica acerca de sus causas. Vistas en perspectiva, las causas que llevaron a la guerra recuerdan que hay lecciones no del todo aprendidas a la hora de evaluar la situación en Medio Oriente. Continuar leyendo «Las lecciones no aprendidas de la guerra de los Seis Días»
El 26 de mayo un autobús con cristianos coptos fue interceptado por atacantes armados en la región de Menia, en la orilla occidental del Nilo, en el noroeste del país. Los atacantes, aparentemente pertenecientes al Estado Islámico (ISIS), se vistieron de militares egipcios y abrieron fuego contra el vehículo, matando a 29 pasajeros incluyendo niños.
El fanatismo del totalitarismo islámico contra las minorías religiosas es una historia que ha ganado relevancia mediática en los últimos años, sobre todo en vista de atrocidades sistemáticas cometidas contra cristianos y yazidíes en Irak. Sin embargo, los coptos son hostigados en Egipto prácticamente a diario por sus vecinos musulmanes. Más notorio dentro del rango de los incidentes terroristas, el pasado 9 de abril yihadistas llevaron a cabo dos ataques suicidas contra iglesias coptas en Alejandría y en Tata, dejando un saldo de 45 muertos y por lo menos 126 heridos. Tras los atentados, el presidente egipcio Abdel Fattah al-Sisi anunció un estado de emergencia de tres meses de duración; que –en vista de las circunstancias– probablemente sea extendido.
A modo de retaliación por estos ataques atribuidos a células del ISIS, el 27 de mayo al-Sisi mandó a bombardear posiciones yihadistas en Derna, una localidad costera en Libia, no muy lejana a la frontera egipcia. En función de estos eventos es conveniente evaluar la respuesta egipcia al terrorismo. Es decir, ¿qué posibilidades tiene El Cairo de evitar futuros ataques? ¿Puede al-Sisi disuadir a los terroristas de atentar contra la vida de más egipcios? Continuar leyendo «Sobre la retaliación egipcia por el ataque contra los cristianos coptos»
La salida del Reino Unido de la Unión Europea (UE) causó desconcierto en la política británica, y conmoción en la arena internacional. Entre otras cosas, Gran Bretaña tendrá ahora que elegir a un nuevo primer ministro, renegociar centenares de contratos con el bloque europeo, esclarecer su política migratoria, y mitigar, especialmente a corto plazo, el impacto económico que trajo consigo la caída de la libra.
En efecto, existe mucha especulación sobre que pasará a continuación. Para los partidarios del Brexit, este representa la “independencia” británica de los burócratas de Bruselas. Para sus detractores, la disociación pone en riesgo la misma continuidad del Reino Unido como tal. Existen amplios sentimientos separatistas entre los escoceses, y estos podrían llegar a buscar un segundo referéndum. Por otro lado, a razón de lo acontecido, muchos conjeturan que el final de la UE podría asomarse por el horizonte. Para los proeuropeos, existe el riesgo de que, en lo sucesivo, otros países sometan a referéndum su membrecía en dicho proyecto de integración continental.
Artículo Original. Publicado también en INFOBAE el 9/06/2016.
El último 3 de junio Francia organizó una jornada para promover un acercamiento entre israelíes y palestinos. Frente a la indisposición de los representantes litigantes, la cumbre no convocó a ninguna de las partes enfrentadas. El evento, encabezado por el presidente galo François Hollande, reunió a los principales actores interesados en la resolución del conflicto, incluyendo a Estados Unidos, la Unión Europea, y funcionarios de diversos Estados, algunos más pro-Israel, y otros más pro-Palestina.
Como era de esperar, el evento fue a lo sumo simbólico, y no se estableció ninguna decisión relevante. Israel se refirió al acontecimiento como “una oportunidad perdida”, y, en contraste, la Autoridad Nacional Palestina felicitó a los organizadores por presionar al primero. Pero, al fin y al cabo, no sucedió nada remarcable, nada inesperado. Tal es la intrascendencia de la jornada, que Alemania, Rusia y Gran Bretaña no enviaron a sus ministros de Exteriores.
Por otro lado, en tanto los esfuerzos diplomáticos de las potencias han fracaso, Egipto se perfila como un posible mediador entre israelíes y palestinos. Esta es concretamente la ambición de su presidente, Abdel Fattah al-Sisi, quien mantiene una relación cordial con las partes enfrentadas. Sisi busca que Benjamín Netanyahu y Mahmud Abbas se sienten juntos en El Cairo, y espera, si estos logran un avance, ganarse los laureles debidos, y el reconocimiento de la comunidad internacional. En vista de las circunstancias, cabe preguntarse quién es mejor mediador. ¿El presidente francés o el rais egipcio? Continuar leyendo «Israel y Palestina: ¿mediación francesa o egipcia?»
Lionel Messi, el astro del fútbol mundial, suscitó revuelo en Egipto por hacer un gesto que parece inocente, y que, sin embargo, en la cultura árabe es considerado el peor insulto. Durante una entrevista para la televisión privada egipcia (MBC MASR), transmitida el 26 de marzo, “La Pulga” ofreció donar sus botines para caridad, para ser subastados en beneficio de niños carenciados. Lo que el futbolista no sabía, es que en el contexto árabe los zapatos tienen una connotación negativa, en tanto se asocian con el barro y la suciedad.
El ofrecimiento, hecho con buena voluntad, se interpretó como un insulto, y las redes sociales estallaron con comentarios funestos contra quien, de otra manera, seguiría siendo el ídolo de los entusiastas deportivos locales. Es probable, precisamente por esta razón, que el “insulto” ofendió más porque salió de Messi y no de un despistado cualquiera.
No obstante, en todo caso, esta es una pequeña muestra de lo mucho que importan las tradiciones en las sociedades árabes, y lo resistentes que son las alucinaciones conspirativas. Además de dramatizar la situación –siendo que Messi evidentemente no tenía mala intención– a modo de inflar el perjuicio, algunos comentaristas rebuscados vincularon al argentino con Israel. Otros, más honestos por fortuna, minimizaron el hecho, advirtiendo lo mal que tiene que estar una sociedad para fijarse en tales trivialidades intrascendentes. Continuar leyendo «El día que Messi ofendió a Egipto»