¿Guerra en el Mediterráneo oriental?

Artículo Original. Publicado también en INFOBAE el 12/12/2019.

El buque de perforación turco «Fatih» busca gas en el Mediterráneo oriental cerca de Chripe en julio de 2019 pese a las protestas del Gobierno chipriota de Nicosia. Las tensiones por influencia y control sobre los recursos gasíferos en el mar hacen que aumente el riesgo de un conflicto entre Grecia y Turquía. Crédito por la imagen: Ministerio de Defensa turco via AP.

Las tensiones entre Turquía y Grecia están llegando a un punto álgido que refuerza la hipótesis de conflicto entre ambas naciones. El foco de controversia se centra en la pugna por influencia en el Mediterráneo oriental y control sobre los ricos yacimientos de hidrocarburos descubiertos en la última década, particularmente en el mar levantino.

Estas controversias reflotaron en la prensa mundial el 27 de noviembre, luego de que se anunciara una alianza militar entre Turquía y Libia. El acuerdo firmado está orientado precisamente a marcar territorialidad sobre el mar. A grandes rasgos, a cambio de reconocer la zona económica exclusiva (EEZ) que reclama Ankara, el Gobierno libio internacionalmente reconocido, con sede en Trípoli, espera recibir apoyo castrense y logístico para ganar la guerra civil y repeler al Gobierno instalado en Tobruk.

La relevancia del acuerdo estriba en su finalidad declarativa. Es la primera vez que Turquía consigue que otro Estado legitime explícitamente sus intereses. Si bien Trípoli se encuentra en una situación endeble y dista de ser un actor legítimo en todo sentido, el acuerdo trasciende lo simbólico. En efecto, sienta un precedente que denota una política exterior turca más frontal y asertiva. Además, tal vez más importante todavía, fija la intención de escindir Chipre de Grecia. Continuar leyendo «¿Guerra en el Mediterráneo oriental?»

Los presagios de los nuevos otomanos

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Un turco vestido de jenízaro protesta con la bandera otomana en mano frente al consulado de Alemania en Estambul, el 2 de junio de 2016. La protesta se produjo luego de que el parlamento alemán catalogara la masacre de armenios cometida por los otomanos durante la Primera Guerra Mundial como un genocidio. El presidente Recep Tayyip Erdogan y otros políticos aprovechan estos cruces diplomáticos para avivar el nacionalismo en casa, y presagiar el regreso a las glorias del pasado mediante conquistas territoriales. Crédito por la imagen: Ozan Kose / AFP / Getty.

La intervención turca en Siria ha dado rienda suelta a los anhelos revisionistas de los nacionalistas de Turquía. Como ya argumentaba previamente en este espacio, el presidente Recep Tayyip Erdogan es cada vez más explícito acerca de expandir las fronteras de su país. Aunque la palabra “conquista” está fuera del léxico del mandatario filoislamista, sus intenciones son transparentes, y quizás más importante, son bien recibidas por los sectores nacionalistas seculares. Cuando Erdogan se refiere a los nexos históricos que unen a ciudades como Alepo y Mosul con el pueblo turco, lo que en efecto está haciendo es marcar territorio. Por un lado envía un claro mensaje a los adversarios de Ankara. Por otro, está avivando el nacionalismo en casa para apalancarse políticamente.

La cuestión turca es uno de los grandes interrogantes geopolíticos en boga, y no queda claro hasta qué punto Turquía logrará expandir sus dominios. Aunque los turcos están insertos en el norte de Siria, su desempeño militar frente a las fuerzas kurdas es bastante cuestionado. La llamada operación “Escudo del Éufrates”, lanzada en 2016, no logró la captura de Manbiy, un punto estratégico que sirve de nexo entre cuatro provincias sirias. A comienzos del año pasado los turcos tuvieron que aceptar a regañadientes un cese al fuego impuesto por Rusia, y sin embargo Erdogan continúa insistiendo en escalar las hostilidades sobre todo el territorio kurdo. Si bien podría decirse que la captura de Afrín el último 18 de marzo lo ha envalentonado, la reciente operación “Rama de Olivo” presenta serios problemas. En palabras de un analista militar estadounidense, “Turquía, el segundo ejército más grande de la OTAN, no está pudiendo someter una área de tierra protegida por una fuerza pobremente equipada, pero altamente motivada”.

Con estos problemas como telón de fondo, los revisionistas turcos insisten en recuperar los territorios que por designio histórico supuestamente le pertenecen a la patria. Además de reclamar el norte de Siria y de Irak, los nuevos otomanos incluyen en su lista de ambiciones a las islas griegas del mar Egeo. Pese a realidades que contradicen los deseos revanchistas, los nuevos otomanos presagian que la Turquía recuperará las glorias del pasado. Continuar leyendo «Los presagios de los nuevos otomanos»

¿Una mezquita para Atenas?

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La mezquita de Tzistarakis en el centro de Atenas, utilizada hasta 1832, cuando Grecia se independizó del dominio otomano. Fue una de las últimas mezquitas «oficiales» de Atenas, y hoy funciona como museo. Son tantas las sensibilidades en Grecia en torno al islam, que la construcción de una nueva mezquita «oficial» ha levantado polémica. Crédito por la imagen: Will Horner / Middle East Eye.

Uno de los temas más llamativos en la política griega tiene que ver con la construcción de lo que vendría a ser la primera mezquita de Atenas propiamente dicha. En octubre, el parlamento heleno decidió por amplia mayoría acelerar el proyecto, y sería financiado con fondos públicos, por un costo cercano al millón de euros. Esto, acaso trivial en las capitales multiculturales de Europa, se ha convertido en motivo de discusión. El motivo es aparente cuando se considera que Atenas no posee una mezquita oficial desde hace más de 180 años, prácticamente desde que los griegos se independizaron de los otomanos en 1832.

El hecho de que no haya una “Gran Mezquita” en la ciudad, otra que el edificio de la antigua mezquita Tzistarakis, dice mucho acerca de la relación entre griegos y turcos, a quienes se asocia localmente con el islam. Si bien en la capital del país existen por lo menos tres mezquitas, recientemente legalizadas como tales, hay muchos centros religiosos de reunión clandestinos, algunos funcionando en estacionamientos. Se estima que Grecia alberga a cerca de 500.000 musulmanes, lo que equivaldría al 4,7% de la población. En Atenas, la población estaría ubicada entre los 130.000 y los 200.000.

Por esta razón, el hecho de que la comunidad musulmana pueda conseguir un centro religioso adecuado a sus necesidades no es algo menor. En rigor, el quid de la cuestión aparece al cuestionaros por qué esto no sucedió antes, dado que Grecia es un país moderno, y lo que es más, parte integral del mundo occidental. Por ello tengo la impresión de que el tema de la mezquita plantea un debate más amplio acerca del carácter identitario de los griegos, y los valores que estos quieren proyectar. Continuar leyendo «¿Una mezquita para Atenas?»

La otra crisis griega

Artículo publicado originalmente en INFOBAE el 13/07/2015.

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Refugiados sirios arriban a la isla griega de Cos en mayo luego de salir de Turquía en un pequeño bote inflable. Cos está solamente a cuatro kilómetros de Anatolia. En los últimos años el número de migrantes sirios que huyen de la guerra se ha multiplicado, y muchos de ellos se arriesgan a cruzar el Egeo para llegar a Grecia con la esperanza de rehacer sus vidas en suelo europeo. Crédito por la imagen: Yannis Behrakis / Reuters.

Mientras la atención del mundo se centra en las negociaciones entre Atenas y sus acreedores, discutiendo la crisis económica helena y sus ramificaciones, en Grecia se está desarrollando otra crisis que no ha recibido suficiente atención. Se trata del drama de los miles de migrantes, sirios principalmente, que a duras penas logran cruzar el Egeo con la meta de rehacer sus vidas en suelo europeo. Desde Turquía se embarcan en balsas y en botes que fácilmente podrían zozobrar debido al sobrepeso con el que se adentran al mar. Amontonados y desesperados, no todos logran salir con vida de la arriesgada travesía. Los que sí llegan a destino dan fin a un calvario, pero solamente para comenzar a vivenciar otro.

Como consecuencia de la inestabilidad generalizada que sacude a Medio Oriente y África del Norte, se ha desatado una crisis humanitaria sin parangón en la región que, entre otras cosas, ha resultado en un aumento avasallante en la cantidad de refugiados que intentan llegar a las costas sureñas de Europa. En contexto, a raíz de los conflictos fratricidas y sectarios que se extienden desde Libia hasta Yemen, se estima que hoy existen alrededor de 15 millones de refugiados y desplazados en Medio Oriente – desamparados a la espera de volver a casa, o bien esperanzados para encontrar un nuevo hogar. Con el detonante de la guerra civil siria y la aparición del Estado Islámico (ISIS) la crisis se ha acentuado. Dada su cercanía con el teatro de batalla, los países que lindan con Siria se han visto forzados por las circunstancias a dar cabida a un número creciente de refugiados. Según cifras oficiales del Alto Comisionado para los Refugiados de las Naciones Unidas (ACNUR), Jordania alberga a 629 mil personas, Líbano a 1.172 mil, y Turquía a 1.800 mil, aunque en condiciones que van de malas a deplorables, siendo que el elevado flujo ha colapsado la capacidad de respuesta de estos Estados. Continuar leyendo «La otra crisis griega»