A razón del asesinato del fiscal Alberto Nisman, en el último tiempo se desarrolló un largo debate en Facebook entre Carlos Escudé y Natalio Steiner sobre lo sucedido, y más particularmente, sobre la actitud y el comportamiento de la dirigencia judía argentina. No acostumbro a prestarle atención a las discusiones criollas que suelen gestarse en las redes sociales, pues, para empezar, antes que traslucir contenido intelectual, contagian el espacio con chicanas, argumentos pobres y acusaciones mutuas. Sin embargo por alguna razón, tal vez por lo reiterativo del asunto, le terminé prestando atención para dilucidar la posición de cada parte. Continuar leyendo «Judíos buenos y judíos malos: el debate sobre Héctor Timerman»
Publicado originalmente en INFOBAE. Aquí se ofrece una versión más extensa. También publicado en COMUNIDADES.
Dentro de los recuerdos que conservo de mi paso por la escuela primaria y secundaria, desde las tareas hechas con la ayuda de la emblemática revista Billiken, hasta los manuales Santillana y Kapelusz, puedo acordarme de una pregunta, que con todas sus variables, me quedó marcada. Es una pregunta que repetí a maestros y profesores a lo largo de los años:
“¿Profe, por qué San Martin y Alberdi se fueron al exilio a Francia? ¿Qué les pasó a Artigas y a Sarmiento que terminaron en Paraguay? ¿Tanto miedo a que lo maten tenía Mariano Moreno parar querer ser embajador en el extranjero?”
Podríamos, sin mayores dificultades, completar la lista con muchos nombres más. Entrado ya a la universidad en años más recientes, esta pregunta elemental volvió a sonar en mi cabeza al escuchar las experiencias de figuras como Aída Bortnik, Facundo Cabral, Martín Caparros, Pepe Eliaschev, Pino Solanas, entre tantos otros protagonistas del periodismo y de las artes, que tuvieron que escapar de la Argentina durante sus años más terribles.
Profe… ¿por qué todos los decentes se van al exilio?
Conozco y soy amigo de Damián Pachter desde que cursáramos juntos varias materias en la universidad. Dami, como le decimos sus compañeros, en las aulas se caracterizaba por su buen humor, y sobre todo por mantener un pensamiento crítico frente a cada circunstancia, cada materia, y cada noticia. No tranzaba con nadie, ni repetía automáticamente todo lo que le decía un profesor. Para Damián, que tuvo que recibir órdenes en el ejército israelí durante algunos años, volver a Argentina fue en algún punto una experiencia reconfortante, la cual le permitió ponerse en sintonía consigo mismo. Cuando lo conocí, me acuerdo que criticaba a los comunicadores e insistía en tener cuidado a la hora de digerir las noticias que venían de los multimedios. Poco tiempo después comenzó a ser crítico de los empresarios, de los políticos, y de la pasividad de la sociedad civil frente al maltrato de las instituciones, provenga de donde provenga. Continuar leyendo «Pachter, el exilio de los decentes»
Argentina finds itself again in the midst of a huge institutional crisis, which far from affecting just that country, it casts a terrible prospect over Latin America, and indeed the world as a whole, undermining the cause of justice in the face of terrorism.
Last Monday, the prosecutor in charge of the AMIA case, Alberto Nisman, was found dead in his apartment, conspicuously on the eve before he was supposed to grant a hearing to the Congress. Nisman had just recently announced he had compiled definitive evidence, composed by the most part of wiretappings, which would implicitly involve key figures of the Argentinean administration as having conducted secret negotiations with Iran. Nisman had worked in the case for over a decade, but had come about to gather the bulk of his evidence in recent years, especially after 2011. Back then, according to reports, the Argentinean executive power decided to launch – in what essentially became a radical swift of policy – some sort of a covert “wiedergutmachung” (“make well again”) with the Iranians, forsaking the AMIA bomb in exchange of promises to receive oil, weapons, and trade preferences with Argentina. Continuar leyendo «Argentina and the AMIA bombings: the death of a prosecutor and the senseless logic of an insolvent government»
Publicado originalmente en la edición virtual de COMUNIDADES, bajo el título de «Timerman, el peor de los estadistas». Publicado también en AURORA el día 29/01/2015 .
Cuando la noticia de que el fiscal encargado por la causa AMIA, Alberto Nisman, presentó la grave denuncia contra el Gobierno argentino por encubrimiento, vino a mi mente aquello mismo que ya había rememorado el año pasado, al darse a conocer que Argentina había firmado un memorando con Irán. Pensé en la imagen de Menachem Begin dirigiéndose a una audiencia en 1952, para denunciar el prospectivo acuerdo entre Israel y Alemania (Occidental) en concepto de millonarias reparaciones (Wiedergutmachung) por la shoá. Encontré por alguna razón un inquietante punto de comparación entre aquella situación, y la imagen, captada por la prensa, del canciller Héctor Timerman junto con su homólogo iraní, firmando el memorando de entendimiento.
Begin, “el más judío y menos israelí” de los primeros ministros, es recordado por su infranqueable adherencia a sus convicciones morales, al espíritu de la tradición judía, y su nulo interés por comprometer frente a discutibles necesidades pragmáticas del Estado. Pues para Begin, que se formó siendo testigo del antisemitismo europeo y la locura hitleriana, la Estatidad judía era una herramienta, y no un fin en sí mismo. Israel para él, la cuna del pueblo, era el hogar que recibía y reconectaba a cualquier judío con su esencia. La distinción entre judío e israelí era para él una cuestión de formalismo, y no de sustancia. En sus discursos, Begin hablaba en términos del pueblo judío, y no así tanto en una labia que denotara alguna afiliación nacional. En este sentido, posiblemente allí se encuentra la razón por la cual no pude evitar relacionar, o mejor dicho contrastar, a Timerman con Begin. Continuar leyendo «Causa AMIA: Héctor Timerman y Menachem Begin»
La política argentina nuevamenteha suscitado polémica en torno a la pobre transparencia en los manejos del poder ejecutivo. En esta oportunidad, siguiendo los dictámenes de todo Gobierno populista, la Casa Rosada ha atrofiado el papel del servicio diplomático para timonear la política exterior desde el sillón (presidencial) de Rivadavia. Desde luego que esto no es nuevo. Desde hace tiempo viene discutiéndose que el servicio exterior ha menguado considerablemente. Una razón que da cuenta de esta situación es la intervención de La Cámpora, una presencia que facilita el nepotismo, pero más importante aún, como si de una pantalla de humo se tratara, nubla la distinción entre los intereses nacionales del Estado, y aquellos de la mandataria. Héctor Timerman es justamente canciller porque actúa como una pieza instrumental para llevar al Palacio San Martin hacía esta segunda y desdichada dirección, vinculada con la estrategia personalista de Cristina. De conceder esto como cierto, el caso AMIA, al igual que otras cuestiones centrales en materia de exteriores, queda sujeto a las prerrogativas del despacho presidencial.
Cualquier analista político con un mínimo sentido de decencia coincidirá en que el Gobierno de Cristina Kirchner ha vendido la causa AMIA para obtener a cambio, o bien cierto posicionamiento geoestratégico para la Argentina, o por la tangente, algunas promesas por parte de Irán; cuya realización podrían fortalecer la imagen de Kirchner de cara a una posible segunda reelección – o por lo menos eso pensó la mandataria.Continuar leyendo «La venta del caso AMIA: la estúpida lógica pragmática de un Gobierno insolvente»