Carta abierta publicada originalmente en POLÍTICAS Y PÚBLICAS el 23/10/2015.
Pedro, vengo siguiéndote desde hace tiempo y, a decir verdad, ésta es la primera carta abierta que escribo. Me gustaría creer que llegarás a leerla, pero me confieso escéptico. Yo no tengo renombre, no salgo en radio o televisión, y tampoco convoco a las multitudes que vos reunís en eventos y congresos. Sin embargo, espero que me entiendas, tenía que escribir. Muchas veces te escuché decir cosas sobre el conflicto palestino-israelí, que a mi criterio tergiversas o presentas de modo tendencioso. Bien, desde ya podríamos acordar, con justa razón, que no existe tal cosa como la neutralidad o la absoluta parcialidad. Cada quién tiene su opinión, su libro, sus certidumbres, sus puntos de vista; y eso, en sí, está perfecto. Pero el problema que veo y, al caso, el motivo por el cual escribo, pasa por que vos no sos – como dice la expresión – un simple mortal. Tenés al servicio de tus ponencias medios masivos y por ello, casi automáticamente que digamos, ostentas la capacidad de influenciar a miles de personas, sobre temas que no necesariamente conocen. No obstante, particularmente con lo que hace a Israel y a Medio Oriente, estás obsesionado. Creo que te pasaste de la raya y, desde mi lugar, quería explicarte por qué.
Verás, no te escribo para cuestionar tu formación o intelecto. Si estás en donde estás es porque tenés talento, porque sos un tipo culto en muchas cosas, y no menos importante, porque te expresas bien, de un modo que cualquiera puede entender. En función de esto último, te escuché hacer analogías quisquillosas entre el conflicto palestino-israelí, el Pac-Man y el T.E.G. Israel – le explicas a la gente – es la hambrienta bola amarilla que para pasar de nivel tiene que seguir comiendo puntitos de a poquito, pues nunca queda satisfecha. Claro, también das a entender que si uno quiere apreciar en qué consiste la geopolítica y particularmente las maquinaciones de Israel en el conflicto, uno tiene que jugar al T.E.G, el imbatible juego de estrategia argentino. Pero, ¿sabes que pasa, Pedro? La tele y la radio no son, o mejor dicho, no deberían ser, una charla de café; especialmente, cuando se habla de temas tan complicados y polémicos. Dada tu privilegiada posición como referente público sobre Medio Oriente, alguien medianamente informado se esperaría que tu análisis del conflicto palestino-israelí fuera algo más profundo que el Pac-Man o el T.E.G. Tengo 26 años, y evidentemente no tengo tu trayectoria, pero, para serte honesto, aspiro a tenerla. Hace varios años vengo invirtiendo mi tiempo leyendo de todas las fuentes posibles a mi alcance para nutrirme con múltiples líneas editoriales, tomándome la cuestión del conflicto bastante en serio. Vos sos una de esas fuentes, mas hoy día te escucho hablar de Israel y Palestina, tan sucintamente y simplificadamente, que si no me hubieran dicho que sos un prestigioso analista – por algo contratado por la CNN – pensaría que sos un charlatán que habla en base a lo que leyó en Wikipedia. Continuar leyendo «Conflicto palestino-israelí: carta abierta a Pedro Brieger»