Ain al-Hilweh: un muro del que pocos hablan

Artículo Original.

al-hilweh
El muro en torno al campo palestino de Ain al-Hilweh, tal como era visto el 23 de noviembre de 2016. El barrio está ubicado en las inmediaciones de Sidón, y tiene aproximadamente un kilómetro cuadrado de diámetro. En él habitan entre 90 y 120.000 personas que no tienen derecho a acceder a la ciudadanía libanesa. Recientemente las autoridades decidieron amurallar el barrio citando la necesidad de prevenir la infiltración de terroristas. Crédito por la imagen: Mohammed Zaatar / The Daily Star.

Esta semana el Gobierno libanés erigió un muro de hormigón en torno al campo palestino de Ain al-Hilweh, en las inmediaciones de Sidón. Establecido en 1948, se trata del campo de refugiados más grande del país de los cedros. Aunque hasta recientemente contaba con aproximadamente 70 mil habitantes, se calcula que la población habría crecido hasta un número entre los 90 mil y 120.000 mil habitantes, como resultado del flujo entrante de refugiados sirios desatado por la guerra civil en el país vecino. Lo que es más, todas estas personas viven comprimidas en un espacio de tan solo un kilómetro cuadrado.

Según lo reportado, la construcción del muro comenzó el domingo 20 de noviembre, y responde a la creciente violencia fratricida entre los árabes del vecindario. En particular, entre islamistas, yihadistas, y seculares. Por eso, a los efectos de contener el problema, la mejor solución con la que dieron las autoridades libanesas resultó en el cierre de la tranquera: amurallar el campo bajo la supervisión de oficiales de la armada, y edificar torres para mantener vigilados a los que están confinados. Para el Gobierno, el muro es necesario para preservar la seguridad. Sin embargo, más allá de cualquier juicio de valor posterior, nadie parece estar hablando de este “pozo de agua dulce”, el nombre (traducido al español) que lleva el barrio en cuestión. Continuar leyendo «Ain al-Hilweh: un muro del que pocos hablan»

¿Inestabilidad y crisis en Jordania?

Artículo publicado originalmente en FOREIGN AFFAIRS LATINOAMÉRICA el 25/04/2016.

An aerial view shows the Zaatari refugee camp near the Jordanian city of Mafraq, some 8 kilometers from the Jordanian-Syrian border. 03/02/2016. BBC News
Una vista panorámica sobre el campo de refugiados de Zaatari en Jordania, en febrero de 2016. El campo se encuentra a unos 8 kilómetros de la frontera con Siria. Más de 80.000 sirios viven allí. De acuerdo con las autoridades jordanas, el país se encuentra en una crisis, y no cuenta con los recursos para sostener a un total estimado de 650.000 refugiados. Crédito por la imagen: BBC News.

Jordania se enfrenta a una crisis de refugiados agraviada por las serias falencias económicas del país. Los recursos del reino hachemita no dan abasto para sostener al creciente esfuerzo humanitario, el cual debe ocuparse de un estimado cercano a 650 mil personas. Según el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR), la llegada de tantas personas, sobretodo de Siria, está poniendo a prueba la ya limitada capacidad del Estado para absorber a tantos habitantes. Para un país con 6.459 millones de habitantes, el flujo de refugiados representa cerca de un 10% de la población, y todo indica que la cifra seguirá en aumento. Según algunas estimaciones extraoficiales, el número real habría superado el millón de refugiados.

Ya en febrero, este panorama llevó al rey Abdalá II a anunciar que su país se encuentra en el punto de ebullición, y que “tarde o temprano la presa va a reventar”. Según el monarca, el 25% del presupuesto del Estado se ocupa en la cuestión de los refugiados. En este aspecto, Amán pide desesperadamente mayor asistencia internacional para responder a semejante desafío. Los analistas opinan que el gran caudal de refugiados podría desestabilizar el país, en la medida que los recién llegados se insertan en las comunidades urbanas, dando pie a la percepción de que los migrantes se llevan los trabajos y los recursos del Estado. ¿Están justificadas entonces las palabras del rey? Continuar leyendo «¿Inestabilidad y crisis en Jordania?»

Entrevista con 99.9 Radio de Mar del Plata: “No se puede ser tolerante con el intolerante, es el límite del multiculturalismo”

Entrevista telefónica realizada el 25/01/2016 a raíz del artículo “Multiculturalismo y taharrush«.

Germany Anti Islamization Rally
Manifestantes alemanes durante una protesta en la ciudad de Dresden , a comienzos de enero de 2016. El cartel lee: «Señora Merkel aquí está el pueblo». La marcha se produjo luego de que se desatara el escándalo por las violaciones cometidas en ciudades alemanas durante la víspera de Año Nuevo. Fue convocada por PEGIDA (Patriotas Europeos contra la Islamización de Occidente ), un grupo derechista que recién abrió una sucursal en España. Crédito por la imagen: Jens Meyer / AP.

El Licenciado en Relaciones Internacionales, Federico Gaon, habló en la 99.9 sobre la incidencia del islam en Europa y remarcó que prácticas como las sucedidas en Colonia a finales del año pasado era algo que venía sucediendo habitualmente pero los medios nunca lo habían tratado: “los medios superaron el tabú y empiezan a hacer preguntas al respecto”, destacó.

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Multiculturalismo y taharrush

Artículo Original. Publicado también en INFOBAE el 24/01/2016.

rapefugees
Manifestantes alemanes sostienen un cartel que lee «Rapefugees» no son bienvenidos –¡Manténgase Afuera!, mientras que marchan por la ciudad de Colonia (Köln), el 9 de enero de 2016. La manifestación fue catalizada por los incidentes durante la celebración por la víspera de Año Nuevo, cuando refugiados agredieron sexualmente a varias alemanas. Crédito por la imagen: Reuters.

En 2010, ante una audiencia de jóvenes de su partido, Angela Merkel pronunció algunas palabras que ya son parte de la sabiduría convencional. Expresó que los intentos de crear una sociedad multicultural en Alemania habían fracaso estrepitosamente. Un año más tarde, David Camerón y Nicolás Sarkozy sumaban sus voces a esta posición. Los inmigrantes de otros entornos culturales –argüían los líderes– no habían logrado integrarse a la idiosincrasia occidental, esto es, a la vida comunitaria, social y cívica del continente europeo.

Este discurso, que algunos etiquetan como una maquinación racista, ha dejado de representar exclusivamente a las plataformas conservadoras o derechistas. Con justa razón, los europeos están cada día más alarmados por el embate cultural que se está produciendo en el seno de sus comunidades. En Europa se habla de zonas liberadas, en donde las fuerzas de seguridad tienen prohibido el paso. Se habla de barrios en donde la ley de facto es la sharia, la ley islámica, y se habla de escuelas y centros comunitarios que instan a atentar contra las instituciones seculares del Estado. Hoy, el último fenómeno que está sacudiendo el viejo continente es uno que ha ganado terreno en las calles de Egipto y el Magreb. Se trata de las violaciones grupales, el llamado “juego” de taharrush gamea, “acoso colectivo”. Si bien no está emparentado con el islam per se, es un subproducto derivado de la religión. Concretamente, viene de una herencia cultural tradicionalista, que reacciona violentamente frente a la emancipación de la mujer. Continuar leyendo «Multiculturalismo y taharrush»