En abril de 2017 Estados Unidos atacó una base aérea siria en respuesta al supuesto uso de armas químicas por parte de Bashar al-Assad. Un año más tarde, Washington vuelve a bombardear intereses del régimen sirio para así castigarlo por utilizar el mismo tipo de armamento. En concreto, el último ataque estadounidense de produjo el 13 de abril y contó con la participación de Francia y Reino Unido, países que sumaron su apoyo para condenar el presunto empleo de gas cloro seis días antes contra la población civil de Duma, ubicada al noreste de Damasco.
Según el Pentágono, los objetivos escogidos fueron un centro de investigación en Damasco que estaría vinculado con la producción de agentes bacteriológicos, y dos instalaciones de almacenamiento de armas químicas en Homs.
Este desarrollo conviene ser analizado y comparado con el ataque que tuvo lugar el año pasado. Si bien las circunstancias en Siria han cambiado, las dinámicas geopolíticas se mantienen constantes. Vista la situación en estos términos, el ataque estadounidense puede verse como un llamado de atención hacia sus enemigos. La verdadera pregunta es para quién es la advertencia, y si realmente tendrá el efecto buscado. Continuar leyendo «¿Qué impacto tendrá el nuevo ataque estadounidense contra Siria?»
Artículo Original. Publicado también en INFOBAE el 19/02/2018.
En la mañana del 10 de febrero un caza F-16 israelí fue derribado luego de haber atacado objetivos iraníes en Siria. Dicho ataque fue una represalia por el lanzamiento de un dron (“Saeqeh”) persa hacia el norte de Israel. Aunque el caza en cuestión fue alcanzado por misiles antiaéreos sirios, los dos tripulantes volaron la aeronave hasta la frontera israelí, logrando eyectarse con vida. Horas más tarde, Israel lanzó una operación aérea abarcadora que resultó en la destrucción de aproximadamente la mitad de las baterías antiaéreas del Gobierno sirio, incluyendo S-200 soviéticos de largo alcance (SA-5 según la designación de OTAN).
Esta secuencia de eventos, y en particular el derribamiento del caza israelí, ha suscitado un debate acerca del grado de discreción que tiene Israel sobre el cielo de Siria. En rigor, la discusión se inició tiempo atrás con la intervención rusa en defensa del régimen de Bashar al-Assad, especialmente luego de que el Kremlin desplazara baterías S-400 de última tecnología a Siria en 2015. También cabe tener presente que Israel no había perdido a un caza en combate desde la guerra del Líbano de 1982. Sin embargo, aunque la Fuerza Área Israelí (IAF) es el caballo de batalla por excelencia del Estado hebreo, la pérdida de uno de sus aviones es un hecho que puede ser interpretado erróneamente. Continuar leyendo «¿Tiene Israel libertad de acción sobre el cielo sirio?»
Artículo publicado en inglés en ACADEMIA el 27/01/2018.
El 10 de noviembre de 1975 la Asamblea General de las Naciones Unidas adoptó la Resolución 3379, un documento trascendental en la historia del organismo que confirió legitimidad al antisemitismo en su variante antisionista. Por definición, más allá de controversias relacionadas con el conflicto árabe-israelí, el sionismo es la ideología que pregona el derecho de los judíos a la autodeterminación política. No obstante, la Resolución 3379 estableció que el nacionalismo judío es “una forma de racismo y de discriminación racial”.
En el contexto de la Guerra Fría, el documento fue aprobado gracias a la mayoría automática formada por el bloque oriental, los países árabes, y los Estados alineados a la Unión Soviética, cuya fuerza numérica superó cómodamente el rechazo del bloque occidental. La resolución pasó con 72 votos a favor, 35 en contra, y 32 abstenciones. Historiadores y analistas argumentan que los soviéticos impulsaron la falsa analogía entre sionismo y racismo a los efectos de consolidar la unidad entre Moscú y sus clientes del llamado tercer mundo. Catalogando a Israel como un Estado inherentemente racista, los soviéticos se presentaban como guardianes de la causa antiimperialista, fomentando la solidaridad entre países relativamente nuevos –resultantes del proceso de descolonización– y el bloque comunista. Por este motivo, la resolución fue bien acogida no solamente entre los países árabes, pero por muchos africanos también; que vieron una supuesta conexión entre las políticas racistas de la Sudáfrica del apartheid y el sionismo, un movimiento nacido en Europa.
No obstante, la Resolución 3379 no vino de la nada. Durante mis estudios de maestría presente un trabajo que explora los orígenes de la analogía en cuestión. En esencia, encontré que Moscú comenzó a vilipendiar al sionismo en las Naciones Unidas durante los años sesenta, especialmente en respuesta a la presunta interferencia estadounidense en los asuntos internos de la Unión Soviética. Los representantes norteamericanos condenaban la negativa del bloque oriental a permitir que sus judíos emigrasen a Israel, cosa que a su vez retroalimentaba el arraigado antisemitismo ruso proveniente de la época zarista. Por ello, si bien la analogía entre sionismo y racismo es el resultado de las dinámicas de la Guerra Fría, también es evidente que su formulación fue una exteriorización del antisemitismo imperante en el establecimiento soviético.
El 20 de enero Turquía lanzó una incursión militar al distrito sirio de Afrín lindante con la frontera turca, con el expreso objetivo de derrotar a las milicias kurdas que allí operan. La campaña está dirigida a expulsar a los combatientes de las llamadas Unidades de Protección Popular (YPG), a su vez el principal cuerpo de combate de las Fuerzas Democráticas Sirias (SDF), una coalición que forma estatidad de facto en el noreste sirio, y que cuenta con el respaldo armamentístico de Estados Unidos. Irónicamente llamada “Rama de Olivo”, la operación anunciada por Recep Tayyip Erdogan busca concretamente una “zona segura” de treinta kilómetros en torno a Afrín, a modo de poder salvaguardar la seguridad turca y la integridad territorial de Siria.
En la medida en que los medios cubren los acontecimientos en el terreno, quedan interrogantes acerca del impacto de la nueva escalada en el teatro de operaciones sirio. Cabe analizar hasta qué punto la campaña turca tendrá éxito, y qué repercusiones traerá a la reputación o influencia de Turquía en el plano internacional, o mismo por qué Erdogan lanzó la campaña ahora. No obstante, el escenario no estaría claramente explicado sin hacer mención a la coyuntura, y específicamente al papel que juegan las principales potencias involucradas, Estados Unidos y Rusia. Continuar leyendo «Turquía redobla sus esfuerzos en Siria: el escenario regional»
En las últimas semanas se han producido movimientos importantes en el sur de Siria, cerca del monte Hermón y de los Altos del Golán. Parece ser que el gobierno sirio y sus aliados proiraníes están emprendiendo una ofensiva contra los rebeldes del llamado Ejército Libre Sirio (FSA por sus siglas en inglés) ubicados en torno a la ciudad de Beit Jin. Los reportes de prensa indican que las fuerzas de Damasco emitieron un ultimátum a sus adversarios, ofreciéndoles una tregua temporaria. Siguiendo el precedente de acuerdos pasados, los rebeldes que así lo dispongan podrán viajar (escoltados por la Media Luna Roja Árabe Siria) a la provincia de Idlib, en donde podrán unirse a la insurgencia islamista que sigue allí sin aplacarse. Por otra parte, quienes no acepten la oferta deberán enfrentarse a una respuesta militar. Al momento de escribir estas líneas parece ser que los rebeldes del FSA están acatando las instrucciones.
Este desarrollo es significativo por dos cuestiones fundamentales. En primera instancia, sugiere que Irán y el régimen de Bashar al-Assad están dispuestos a capitalizar réditos políticos luego de la seguidilla de victorias que vienen obteniendo derrotando al Estado Islámico (ISIS), particularmente expulsando a los yihadistas de Deir Ezzor. Para al-Assad y sus aliados es muy importante proyectar fortaleza y determinación para reunificar Siria. En términos domésticos, la propia legitimidad del régimen descansa en la habilidad o competencia que muestre Assad a los efectos de pacificar el país. En segundo lugar, la ofensiva sobre Beit Jin es significativa porque muestra que el bloque chiita está asumiendo un riesgo calculado a sabiendas de una coyuntura internacional favorable. De este modo, Assad, asistido por Hezbollah, está permitiendo mayor influencia de proxies iraníes en Quneitra, a costas de invitar una respuesta militar israelí.
Durante las últimas semanas se han producido eventos que manifiestan la cambiante distribución territorial de Medio Oriente bajo la coyuntura actual. En primera instancia es conveniente hablar del Kurdistán iraquí (KRG). Evidentemente su campaña por la independencia resultó sumamente contraproducente para la región autónoma. En un instante se produjo “el mayor desastre de la historia kurda”, ya que el KRG perdió el 40 por ciento de su territorio prácticamente de la noche a la mañana.
Estas fueron las declaraciones de Bafel Talabani, el hijo del recientemente fallecido Jalal Talabani, histórico dirigente fundador de la Unión Patriótica de Kurdistán (PUK). Esta fuerza política se mantuvo reacia a apoyar el referéndum independentista del último 25 de septiembre, organizado por el rival Partido Democrático de Kurdistán (KDP) de Masoud Barzani, el presidente del KRG. En base a esto, el establecimiento del KDP acusó al clan Talabani de traicionar los intereses de la patria kurda, sobre todo por haber ordenado la “retirada táctica” de Kirkuk cuando la situación se puso fea. Frente al avance de las tropas iraquíes, las milicias peshmerga kurdas del PUK se replegaron rápidamente, dándole a Bagdad una victoria fácil como rápida, con poco derramamiento de sangre.
Artículo Original. Publicado tambíen en INFOBAE el 29/08/2017.
Al cabo de un mes Medio Oriente podría atestiguar una transformación geopolítica de envergadura, cosa que alteraría el panorama regional a largo plazo. La prospectiva independencia de un Estado kurdo al norte de Irak tiene en vilo sobre todo a Ankara, Bagdad y Teherán, puesto que – de materializarse – este escenario socavaría sus intereses. En esencia, un nuevo Estado en la rica zona histórica de Mosul minaría la estabilidad fronteriza que mal que mal soportó el embate de dictadores y sucesivas guerras. Los kurdos soportaron el designio británico que los aglutino junto con árabes sunitas y chiitas en el Estado iraquí, la inclemencia del partido Baaz, las masacres de Saddam Hussein, y, más recientemente, las atrocidades del yihadismo.
Suele decirse que los kurdos constituyen el pueblo más grande sin un Estado nacional propio. Pero esto podría cambiar a partir del 25 de septiembre, cuando el Gobierno Regional de Kurdistán (KRG) con sede en Erbil tiene agendado celebrar un referéndum independentista. Pese a creciente presión internacional, funcionarios kurdos aseguran que el voto no será suspendido bajo ninguna circunstancia; y “que no hay vuelta atrás” de este proceso trascendental. Por esta razón, las próximas semanas podrían ser cruciales en dar forma a un nuevo mapa político que beneficia a unos e incomoda a otros. Continuar leyendo «El Kurdistán iraquí: la transformación geopolítica de Medio Oriente»
Artículo Original. Publicado también en INFOBAE el 16/04/2017.
El 6 de abril Estados Unidos atacó la base aérea de Shayrat perteneciente al régimen sirio con casi sesenta misiles Tomahawk. El ataque se produjo en respuesta al supuesto uso de armas químicas en la población de Jan Sheijun dos días antes por parte de Bashar al-Assad, cuyas fuerzas siguen batallando en el bastión yihadista de Idlib. Dada la aparente cordial relación entre Donald Trump y Vladimir Putin, muchos canales informativos tomaron con sorpresa la decisión de la Casa Blanca. Se trata cabalmente del primer acto de agresión de la administración Trump contra blancos sirios, en claro desacato de los intereses rusos, que Trump habría pretendido respetar.
En vista de este desarrollo, resulta conveniente analizar las circunstancias detrás de los sucesos, y el impacto que los hechos podrían tener en términos de política mundial. Por lo pronto, es manifiesto que Estados Unidos no se desentiende del conflicto sirio. Más allá del deseo del presidente por mantener una asociación estable con Moscú, Washington tiene y seguirá conservando una agenda independiente con proyección global. Sin embargo, contrario a lo que algunas fuentes indican, el escenario de una escalada entre Washington y Moscú carece de fundamento. Continuar leyendo «¿Qué significan los Tomahawks de Donald Trump?»
El 14 de enero, con motivo de un incidente sin parangón en los anales de la diplomacia, se suscitó una escalada diplomática entre Serbia y Kosovo, y ahora alcanzó el grado de amenaza militar. Todo comenzó cuando un tren partió desde Belgrado con destino a Mitrovica, una ciudad kosovar étnicamente dividida, situada en una región predominantemente habitada por serbios. El tren está pintado con los colores de la bandera Serbia, y lleva la leyenda “Kosovo es Serbia” en una veintena de idiomas. Por dentro, está decorado con motivos ortodoxos, que contrastan con la identidad musulmana de los kosovares. Evidentemente, más que puentear las diferencias y conectar a ambas entidades, el tren pretendía una provocación simbólica. Como era de esperar, los kosovares le denegaron la entrada al vehículo, que terminó parando antes de cruzar la frontera de la antigua provincia serbia.
El primer ministro de Kosovo, Isa Mustafa, dijo que no permitiría que la soberanía de su país sea molestada por máquinas que traen “un mensaje de ocupación”. Subsecuentemente, con ortodoxos protestando en las calles de Mitrovica, el presidente serbio Tomislav Nikolic aseguró que defendería “cada pulgada” de su país, lo que fue interpretado por su contraparte como una amenaza directa. Tras movilizar a sus fuerzas de seguridad a la frontera, el presidente kosovar, Hashim Thaci, alertó que Serbia pretende anexar la región de Mitrovica, usando “el modelo de Crimea”. ¿Será esto un presagio de guerra? ¿Será la primera crisis internacional a la que se enfrentará Donald Trump? Continuar leyendo «Serbia y Kosovo: ¿al borde de la guerra?»
Artículo Original. También publicado en INFOBAE el 01/01/2017 bajo el título «¿Qué pasará en Siria tras la caída de Alepo?»
La caída de Alepo a manos de las fuerzas gubernamentales pone a Bashar al-Assad a un paso más cerca de reconquistar el área más relevante de Siria. Aparte de haber desmontado un prominente bastión rebelde, la captura de Alepo le representa al mandamás hacerse con la parte más económicamente activa que tenía el país en la preguerra. En este sentido, el Estado sirio es inviable sin ella, y Assad necesita la ciudad para recuperar su legitimidad tanto en el ámbito doméstico como en el externo. Dado el carácter estratégico y simbólico de Alepo, dejando su impronta –a costa de tantas vidas humanas– Damasco está demostrando que la hipótesis de cambio de régimen ya no es viable, y que toda discusión acerca de un cese al fuego tendrá que partir del supuesto de que Assad es el legítimo gobernante.
Esta suposición se basa en dos principios. En primer lugar, puede citarse la impotencia de Turquía Arabia Saudita, la Unión Europea y Estados Unidos. Más allá de lo discursivo, podría decirse que los actores adversos al régimen sirio están reconciliándose con él a regañadientes. Gracias a la decisiva intervención rusa e iraní, las principales ciudades seguirán estando bajo la órbita del baazismo oficialista. En segundo lugar, el daño provocado por cinco años de guerra favorece el argumento pragmático proestabilidad; sintetizado en la máxima “diablo conocido mejor que diablo por conocer”. Esta posición también tiene arraigo en la coyuntura interna. En el pensamiento islámico tradicional, la autoridad siempre es preferible al caos, incluso si el soberano es ilegítimo. La obediencia es un mal menor, porque sin un orden político es imposible garantizar el mantenimiento de la vida cívica, la seguridad de la comunidad, o su subsistencia espiritual.
Partiendo de estas premisas, es conveniente dar cuenta del actual escenario en Siria. Además, aunque el beneficio de ver las cosas con perspectiva aún no está a disposición, es posible hacer algunos pronósticos para el futuro. Por lo pronto, si Alepo prueba ser una bisagra en el desarrollo del conflicto sirio, la derrota de los rebeldes islamistas y yihadistas seguramente conducirá a la eventual hegemonía del Gobierno en las zonas costeras, donde reside el grueso de la población. Por otro lado, es manifiesto que la devastación ha alcanzado un nivel sin precedentes, suplementado por el involucramiento externo y la sectarización del conflicto entre sunitas y chiitas. Continuar leyendo «El escenario en Siria»