La Finlandización de Ucrania

Artículo Original. Publicado también en INFOBAE el 02/02/2022.

Esta imagen distribuida por el Ministerio de Defensa ruso muestra vehículos militares durante ejercicios en Crimea en abril de 2021. La tensión en Ucrania está llegando a un punto álgido, demostrando la necesidad de un nuevo enfoque estratégico para gobernar las relaciones entre Rusia y Occidente.

Cuando Rusia ocupó el Donbass y anexó Crimea en 2014, Henry Kissinger y Zbigniew Brzezinski propusieron finlandizar Ucrania, adscribiéndole la geopolítica sui generis de Finlandia. La idea consiste en valorizar retrospectivamente el acomodo del país nórdico durante la Guerra Fría: a las puertas de la Unión Soviética, pero no obstante (medidamente) democrático. Pese a la inexorable fuerza gravitatoria de Rusia, los finlandeses conservaron su independencia gracias a su resiliencia y juiciosa neutralidad. No participaron de iniciativas occidentales y no se incorporaron a la OTAN, permitiéndose así escapar a las imposiciones regionales del Kremlin como el Pacto de Varsovia.

¿Podría un esquema comparable tener lugar en la Ucrania contemporánea? Si bien la pulseada por las estepas ucranianas no necesariamente vaya a terminar en una guerra abierta o a gran escala, las tensiones entre la Rusia postsoviética y Estados Unidos nunca fueron tan álgidas como ahora. Dado que las vicisitudes geopolíticas son cuestiones a largo plazo, las controversias que hoy llenan los titulares de diarios no se resolverán del todo con negociaciones puntuales. Lo que se necesita, en cambio, es un entendimiento más amplio entre los actores principales; acaso una estrategia para derogar conflictos y dar con un modus vivendi permanente entre Rusia y Occidente. Continuar leyendo «La Finlandización de Ucrania»

¿Guerra en el Mediterráneo oriental?

Artículo Original. Publicado también en INFOBAE el 12/12/2019.

El buque de perforación turco «Fatih» busca gas en el Mediterráneo oriental cerca de Chripe en julio de 2019 pese a las protestas del Gobierno chipriota de Nicosia. Las tensiones por influencia y control sobre los recursos gasíferos en el mar hacen que aumente el riesgo de un conflicto entre Grecia y Turquía. Crédito por la imagen: Ministerio de Defensa turco via AP.

Las tensiones entre Turquía y Grecia están llegando a un punto álgido que refuerza la hipótesis de conflicto entre ambas naciones. El foco de controversia se centra en la pugna por influencia en el Mediterráneo oriental y control sobre los ricos yacimientos de hidrocarburos descubiertos en la última década, particularmente en el mar levantino.

Estas controversias reflotaron en la prensa mundial el 27 de noviembre, luego de que se anunciara una alianza militar entre Turquía y Libia. El acuerdo firmado está orientado precisamente a marcar territorialidad sobre el mar. A grandes rasgos, a cambio de reconocer la zona económica exclusiva (EEZ) que reclama Ankara, el Gobierno libio internacionalmente reconocido, con sede en Trípoli, espera recibir apoyo castrense y logístico para ganar la guerra civil y repeler al Gobierno instalado en Tobruk.

La relevancia del acuerdo estriba en su finalidad declarativa. Es la primera vez que Turquía consigue que otro Estado legitime explícitamente sus intereses. Si bien Trípoli se encuentra en una situación endeble y dista de ser un actor legítimo en todo sentido, el acuerdo trasciende lo simbólico. En efecto, sienta un precedente que denota una política exterior turca más frontal y asertiva. Además, tal vez más importante todavía, fija la intención de escindir Chipre de Grecia. Continuar leyendo «¿Guerra en el Mediterráneo oriental?»

El renacimiento del poder naval en el siglo XXI

Artículo Original. Publicado también en INFOBAE el 05/09/2o19.

El primer portaviones de China, el Liaoning, en abril. Adquirido en 1988, fue recomisionado y modernizado en 2012. Los países que desafían el papel de Estados Unidos están rápidamente expandiendo su poder naval a los efectos de proyectar poder e influencia en el tablero global. Entienden que la hegemonía norteamericana terminará cuando Washington ya no pueda operar sus flotas de alta mar con total libertad o independencia de otros actores. Crédito por la imagen: AFP / Getty Images.

En 1890 Alfred Thayer Mahan publicó “La influencia del poder naval en la historia”, uno de los tratados fundacionales de la geopolítica moderna. Debido al éxito internacional del libro, el entonces capitán de la armada estadounidense pasó a convertirse en un estratega de la talla de Clausewitz. En dicho texto, y en una secuela publicada dos años más tarde, Mahan analizó la historia de los imperios y mostró el rol trascendental del poder marítimo (y en particular el naval-militar) a la hora de definir el éxito y la seguridad de los Estados.

Mahan instruyó a los jefes políticos y militares de su era a concebir a la fuerza naval como un factor indispensable e impostergable; sobre todo a los efectos de proteger el comercio y a la vez denegárselo a los enemigos. Se difundió así la noción de que el éxito en la guerra está estrechamente relacionado con el control del mar. En este sentido, la doctrina resultante señalaba que el dominio de los océanos permite avanzar los intereses y objetivos de las potencias.

Si bien Mahan no descubrió nada nuevo, su obra institucionalizó y popularizo, de cara al siglo XX y en adelante, una creencia clave: el país que controle los océanos expande su campo de acción fuera de su territorio nacional. Por tanto, contar con una armada poderosa es el paso cardinal que todo aspirante a potencial global debe tomar. Esta es la lección que actualmente da lugar a una nueva carrera armamentística por el control de los mares; y a una diplomacia basada en mostrar los dientes. Continuar leyendo «El renacimiento del poder naval en el siglo XXI»

Trump en la cumbre de Helsinki: ¿rendición o pragmatismo?

Artículo Original. Publicado también en INFOBAE el 23/07/2018.

El presidente estadounidense Donald Trump estrecha la mano de su contraparte rusa, Vladimir Putin, durante la cumbre de Helsinki celebrada el 16 de julio. Mientras que algunos analistan observan que la cumbre es un hito necesario para reactivar las relaciones entre Estados Unidos y Rusia, otros señalan que el comportamiento de Trump fue bochornoso. El balance del evento posiblemente se encuentre entremedio de estas posiciones. Crédito por la imágen: Pablo Martinez Monsivais / AP.

El 16 de julio Donald Trump se reunió con Vladimir Putin en Helsinki, en el primer encuentro oficial entre los mandatarios de Estados Unidos y Rusia en ocho años. El evento ha levantado controversia entre diplomáticos y analistas, y mientras algunos lo interpretan como “histórico”, otros advierten que el suceso ha sido trágico, lamentando particularmente el comportamiento de Trump de cara a su contraparte rusa.

A mi modo de ver las cosas, el balance de la cumbre proviene de entremedio de estas posiciones. Por un lado, la única forma en la que Washington y Moscú pueden plantear objetivos en común es médiate la cooperación. Por otro, no deja de ser cierto que Trump “reservó su cara más amable” para Putin, a quien los servicios de inteligencia occidentales culpan directa o indirectamente por interferir en procesos electorales extranjeros.

Si bien la cumbre representa un hito necesario en política internacional, Trump no hizo gala de la bravura que lo caracteriza, dándole a los rusos señales de apaciguamiento equivocadas. Por ello, conviene analizar los distintos argumentos sobre las implicancias de la cumbre, y preguntarse si realmente ha tenido algún impacto práctico más allá de los apretones de manos. Continuar leyendo «Trump en la cumbre de Helsinki: ¿rendición o pragmatismo?»

Los presagios de los nuevos otomanos

Artículo Original.

Un turco vestido de jenízaro protesta con la bandera otomana en mano frente al consulado de Alemania en Estambul, el 2 de junio de 2016. La protesta se produjo luego de que el parlamento alemán catalogara la masacre de armenios cometida por los otomanos durante la Primera Guerra Mundial como un genocidio. El presidente Recep Tayyip Erdogan y otros políticos aprovechan estos cruces diplomáticos para avivar el nacionalismo en casa, y presagiar el regreso a las glorias del pasado mediante conquistas territoriales. Crédito por la imagen: Ozan Kose / AFP / Getty.

La intervención turca en Siria ha dado rienda suelta a los anhelos revisionistas de los nacionalistas de Turquía. Como ya argumentaba previamente en este espacio, el presidente Recep Tayyip Erdogan es cada vez más explícito acerca de expandir las fronteras de su país. Aunque la palabra “conquista” está fuera del léxico del mandatario filoislamista, sus intenciones son transparentes, y quizás más importante, son bien recibidas por los sectores nacionalistas seculares. Cuando Erdogan se refiere a los nexos históricos que unen a ciudades como Alepo y Mosul con el pueblo turco, lo que en efecto está haciendo es marcar territorio. Por un lado envía un claro mensaje a los adversarios de Ankara. Por otro, está avivando el nacionalismo en casa para apalancarse políticamente.

La cuestión turca es uno de los grandes interrogantes geopolíticos en boga, y no queda claro hasta qué punto Turquía logrará expandir sus dominios. Aunque los turcos están insertos en el norte de Siria, su desempeño militar frente a las fuerzas kurdas es bastante cuestionado. La llamada operación “Escudo del Éufrates”, lanzada en 2016, no logró la captura de Manbiy, un punto estratégico que sirve de nexo entre cuatro provincias sirias. A comienzos del año pasado los turcos tuvieron que aceptar a regañadientes un cese al fuego impuesto por Rusia, y sin embargo Erdogan continúa insistiendo en escalar las hostilidades sobre todo el territorio kurdo. Si bien podría decirse que la captura de Afrín el último 18 de marzo lo ha envalentonado, la reciente operación “Rama de Olivo” presenta serios problemas. En palabras de un analista militar estadounidense, “Turquía, el segundo ejército más grande de la OTAN, no está pudiendo someter una área de tierra protegida por una fuerza pobremente equipada, pero altamente motivada”.

Con estos problemas como telón de fondo, los revisionistas turcos insisten en recuperar los territorios que por designio histórico supuestamente le pertenecen a la patria. Además de reclamar el norte de Siria y de Irak, los nuevos otomanos incluyen en su lista de ambiciones a las islas griegas del mar Egeo. Pese a realidades que contradicen los deseos revanchistas, los nuevos otomanos presagian que la Turquía recuperará las glorias del pasado. Continuar leyendo «Los presagios de los nuevos otomanos»

Europa no debe caer en la trampa palestina

Artículo Original. Publicado también en POLÍTICAS Y PÚBLICAS el 23/02/2017.

El líder palestino Mahmud Abbas se dirige al Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas el 20 de febrero de 2018 para criticar la posición de Estados Unidos, y solicitar una cumbre internacional para tratar con el conflicto israelí-palestino. Lamentablemente, los líderes europeos son propensos a recibir dicha propuesta con entusiasmo, y caer en lo que llamo la trampa palestina. Crédito por la imágen: Timothy A. Clary /AFP.

El 20 de febrero el presidente palestino Mahmud Abbas se dirigió al Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas (ONU) para plantear abiertamente su descontento con la política exterior de la actual administración estadounidense; y, de paso, anunciar que la posición de mediador en el conflicto con Israel está vacante. En efecto, desde que Donald Trump anunciara su disposición a reconocer a Jerusalén como capital del Estado judío en diciembre pasado, el liderazgo palestino llama a desconocer el rol convencional de Washington como broker entre las partes enfrentadas.

A mi modo de ver las cosas, tengo la impresión de que los políticos europeos, en su indigestión por los dichos y hechos de Trump, pueden caer en lo que llamaré la trampa palestina. Me refiero a la errada noción de que contradecir a Trump es justo y conveniente, y que desafiar la postura estadounidense en lo concerniente a Tierra Santa acercará la paz de algún modo, que sin embargo aún no ha sido descubierto. Continuar leyendo «Europa no debe caer en la trampa palestina»

Nueva polémica de Charlie Hebdo: ¿Tiene límite la libertad de expresión?

Artículo Original. Publicado también en INFOBAE el 30/11/2017.

Estudiantes franceses se manifiestan con lápices y mensajes de apoyo a Charlie Hebdo en La Rochelle, el 8 de enero de 2015, luego de los fatídicos ataques al semanario satírico. Recientemente en Francia se ha vuelto a sucitar polémica a raíz de una nueva publicación de Charlie Hebdo que hiere las sensibilidades de musulmanes e izquierdistas Crédito por la imágen: Xavier Leoty / AFP.

El semanario satírico Charlie Hebdo volvió a desatar polémica, suscitando un debate en Francia en torno a los límites de la libertad de expresión. El caso comenzó a raíz del affaire Tariq Ramadan que trascendió en todos los medios del país. Ramadan es un prominente intelectual y apologista islámico que venía perfilándose como una de las voces más influyentes de una corriente reformista y acaso modernista del islam. No obstante, si bien esta reputación lo benefició con cátedra en Oxford y el respeto de los círculos progresistas, Ramadan tiene detractores que lo acusan de ser un reaccionario y un misógino encubierto, que altera su discurso según la audiencia y la circunstancia. (Escribí un ensayo al respecto, puede ser accedido aquí.) Por lo pronto, estos críticos se anotaron un gran punto a favor. El escándalo involucrando a Ramadan se destapó el 20 de octubre pasado, cuando Henda Ayari, una conocida activista musulmana que lucha contra la violencia de género, lo denunció por acoso sexual. Luego comenzaron a caer más denuncias similares en su contra, en sintonía con la reacción mundial que devino a partir de la caída en desgracia de Harvey Weinstein.

A diferencia de otros casos de acoso en el mundo de las luminarias, el de Ramadan trasciende la violencia de género. En rigor, también toca otra cuestión de fondo que levanta pasiones y hiere sensibilidades en Francia y en el resto de Occidente. Me refiero al rol de la mujer en la coyuntura islámica, y en el ideario social que se desprende de los recados de la religión. Esto es lo que quiso mostrar Charlie Hebdo con su semanario del primero de noviembre. Su portada mostró a un Ramadan caricaturizado como depravado sexual que afirma ser “el sexto pilar del islam”, en referencia a la grotesca erección del personaje y su presunto egocentrismo. Inmediatamente después de salir a la venta dicha edición, Charlie Hebdo recibió amenazas de muerte contra sus dibujantes. Desde luego, se trata de un reminiscente de la masacre acontecida en enero de 2015, cuando terroristas irrumpieron en la redacción del semanario asesinando a doce personas.

En lo sucesivo, a lo largo de noviembre, Francia presenció un intenso debate que viene dándose de larga data: ¿deberían prohibirse las expresiones artísticas que dañen el honor de los devotos de cualquier religión? Esta es una pregunta relevante que hace a la vida cívica de cualquier democracia, y por tanto vale la pena ser discutida. A mis ojos, tal como lo planteo a continuación, la respuesta debería favorecer inexorablemente a la libertad de expresión. Continuar leyendo «Nueva polémica de Charlie Hebdo: ¿Tiene límite la libertad de expresión?»

Tariq Ramadan: contradicciones de un islamista supuestamente moderado

Artículo en inglés publicado en ACADEMIA el 25/11/2017.

Tariq Ramadan en una conferencia en Francia el año pasado. Ramadan está en el ojo de la tormenta desde el 20 de octubre pasado, cuando Henda Ayari, una conocida escritora y activista contra la violencia de género, lo denunció por violación. Desde entonces se han sumado otras denuncias similares en su contra. Antes de que se destapara el escándalo escribí un artículo analizando el pensamiento de Ramadan. Pude verificar que el intelectual en cuestión presenta contradicciones importantes, y que es sumamente ambivalente en lo referente al valor de la cultura occidental. Crédito por la imagen: Mehdi Fedouach / AFP.

Hasta hace muy poco tiempo Tariq Ramadan era considerado una estrella en el firmamento de supuestos intelectuales musulmanes moderados. Siendo el nieto de Hassan al-Banna, el fundador de los Hermanos Musulmanes, Ramadan llamaba la atención de sus audiencias abogando por una mejor comprensión entre religiones, y entre musulmanes y seculares. Sin duda un literato en religión, el pensador insiste a través de libros y conferencias en la necesidad de un islam pensante. Imparte que es menester que sus correligionarios regresen al islam original que revindicaba la facultad de raciocinio, y que siempre priorizaba el bienestar de la comunidad por sobre el dogma que tanto atraso le ha traído al mundo islámico.

Con el correr de los años estas premisas hicieron de Ramadan una de las personas más influyentes del mundo, así reconocido por la revista TIME entre otras publicaciones. Un hombre carismático, con mucha repercusión en círculos musulmanes, Ramadan era visto por las élites occidentales como un paladín creíble para combatir discursivamente al extremismo islámico. No obstante, algunos autores planteaban que Ramadan era un arma de doble filo. Sostienen que si bien presentaba una retorica progresista en Oxford y en otros espacios donde enseñaba, transmitía un mensaje conservador y reaccionario a sus oyentes musulmanes en espacios más recluidos.

En vista de esta polémica hace algunos meses decidí investigar la obra de Ramadan con profundidad a los efectos de detectar dichas contradicciones y medir su veracidad por medios propios. A mi pesar encontré que detrás de las palabras adornadas con llamados a la  tolerancia se esconde un hombre cínico y ambivalente, con poco aprecio real por aquello mismo que dice defender. A final de cuentas, Ramadan es incapaz de reconciliar la cultura y jurisprudencia secular de Occidente con los recados religiosos instruyen la obligación de llevar a cabo proselitismo religioso.

Al hablar de la reputación de Ramadan escribo en pretérito perfecto a raíz del gran escándalo que trascendió en las últimas semanas, particularmente en Francia. Ramadan es ahora acusado por varias mujeres de haber abusado sexualmente de ellas. Entre ellas se destaca Henda Ayari, una escritora y activista musulmana que transmite su experiencia bajo el yugo del extremismo islámico. Las acusaciones contra Ramadan ya han surtido efecto, y Ramadan ha sido suspendido de Oxford, perdiendo así seguramente los buenos cuidados de muchos de sus patrocinadores.

Mi artículo fue escrito en el marco de mi maestría en estudios de Medio Oriente, y se encuentra publicado en inglés en el sitio Academia.edu. Alternativamente puede encontrarse a continuación. Continuar leyendo «Tariq Ramadan: contradicciones de un islamista supuestamente moderado»

Tres películas para rememorar el “otoño alemán” de 1977

Artículo Original.

Un terrorista palestino del Frente Popular para la Liberación de Palestina (FPLP) en la puerta del Boeing 737 «Landshut», en la pista del aeropuerto de Mogadiscio, Somalia el 17 de octubre de 1977. El avión había sido secuestrado cinco días antes, como parte de una operación para pedir por la liberación de terroristas alemanes convictos de extrema izquierda. En la imagen, el terrorista lleva una camiseta con la imagen del Che Guevara. 

Hace cuarenta años una serie de sucesos terroristas en Alemania Occidental trajo atención hacia la causa militante de la Fracción del Ejército Rojo (RAF), también conocida como la banda Baader-Meinhof (por el nombre de los radicales con más impronta dentro del grupo). En 1977, la guerrilla urbana guevarista llevó a cabo secuestros y asesinatos de alto perfil, supuestamente dirigidos a romper el sistema capitalista de la república federal, y avanzar los intereses de la revolución.

En abril de ese año la banda plantó una emboscada, y asesinó a balazos al fiscal general del país junto con dos pasajeros. En julio, la banda mató al jefe ejecutivo de un banco de Frankfurt en su domicilio, en lo que fue un intento de secuestro fallido. Más notorios fueron los eventos que marcan lo que en retrospectiva se conoce como el “otoño alemán” (Deutscher Herbst). En septiembre el grupo tendió otra emboscada y atacó la escolta del presidente de la Asociación alemana de Empleadores (Deutscher Arbeitgeberverband). En el ataque, los radicales acribillaron a su chofer, y a tres policías escoltas. El ejecutivo fue subsecuentemente secuestrado. La víctima sería asesinada al cabo de un mes, luego de que el Gobierno en Bonn, la entonces capital de Alemania Occidental, no aceptara las demandas del grupo.

Sin embargo, lo que realmente puso al RAF en el mapa mediático fue el secuestro del vuelo 181 de Lufthansa, un Boeing 737 llamado Landshut. La operación se llevó a cabo en octubre con la participación del aliado Frente Popular para la Liberación de Palestina (FPLP), pionero en el secuestro armado de aviones bajo patrocinio soviético. El incidente con el avión de Lufthansa requiere de un artículo aparte. Alcanza decir que la historia terminó con un comando de élite GSG-9 asaltando el avión en Mogadiscio, Somalia, rescatando a los rehenes.

Con motivo de la ocasión, propongo una lista de películas recomendables para rememorar los fatídicos eventos del “otoño alemán”, como así comprender la historia de los grupos alemanes de extrema izquierda, y el rol que jugaron durante la Guerra Fría. Continuar leyendo «Tres películas para rememorar el “otoño alemán” de 1977»

Donald Trump y el acuerdo nuclear con Irán

Artículo Original. Publicado también en INFOBAE el 16/10/2017.

Donald Trump ha amenazado con no certificar el acuerdo nuclear con Irán, ha impuesto sanciones económicas sobre la Guardía Revolucionaría (IRGC), y le ha pedido al Congreso que proponga legislación para coaccionar a Irán a cumplir con lo pactado. Sin embargo, en vista de muchos Irán está cumpliendo con sus obligaciones internacionales. ¿Está actuando debidamente la Casa Blanca?Crédito por el montaje: National Review

En línea con las promesas de su campaña presidencial, Donald Trump anunció que pretende desmantelar el acuerdo nuclear con Irán negociado por su predecesor. El llamado Plan de Acción Conjunto y Completo, o JCPOA por sus siglas en inglés, fue alcanzado en abril de 2015 tras intensos esfuerzos diplomáticos por parte de la Unión Europea y la administración de Barack Obama. Dos años más tarde, la convención entre políticos y analistas indica que el acuerdo está funcionando, en tanto Irán no está enriqueciendo uranio o trabajando en pos de desarrollar capacidades nucleares bélicas. Las declaraciones de Trump se producen en esta coyuntura, y no por poco levantan polémica en la comunidad internacional. Se interpretan como desafortunadas, acaso caprichosas, y se teme que la actitud valentona del magnate termine por empoderar a los elementos más duros del régimen iraní. Por lo pronto, el departamento del Tesoro designó a la Guardia Revolucionaria (IRGC) como terrorista, abriendo la posibilidad de sanciones y perjuicios económicos contra la organización.

El presidente estadounidense le pidió al Congreso que “arregle” el acuerdo. Es decir, que redacte propuestas para solucionar las numerosas deficiencias que presenta el JCPOA, mediante legislación que contemple aplicar sanciones para contrarrestar presuntas violaciones por parte de Irán. Más allá de la cuestión nuclear propiamente dicha, a Trump le preocupa el hecho de que el acuerdo no contemple el tráfico de armas desde y hacia Irán, el financiamiento hacia milicias armadas, o el desarrollo de misiles balísticos intercontinentales (ICBM). En vista de ello, Trump sugirió que si el Congreso no logra presentar propuestas suficientemente persuasivas como para contrarrestar las deficiencias del acuerdo, entonces él utilizará su discreción ejecutiva para desechar el trato. La idea parece provenir de la recomendación de Benjamín Netanyahu. En septiembre, durante su último discurso en las Naciones Unidas, el premier israelí dijo “fix it or nix it” (o lo arreglan o lo borran).

¿Está actuando debidamente la Casa Blanca? Tiendo a pensar que dejando de lado los exabruptos del presidente, sus declaraciones podrían representar una buena jugada para añadir presión a los iraníes, limitando su capacidad para causar problemas en Medio Oriente. Creo que esto es plausible sin la necesidad de que Estados Unidos anuncie su retirada del acuerdo. No obstante, así como advierten muchos analistas, la jugada podría salir mal. Pero también soy escéptico frente a la posibilidad de que Teherán decida desentenderse del trato, por lo menos en el corto plazo. El JCPOA le ha reportado a Irán inconmensurables beneficios económicos, reintegrando al país a los mercados mundiales. Continuar leyendo «Donald Trump y el acuerdo nuclear con Irán»