Publicado originalmente por periódico COMUNIDADES el 27/08/2014 (Año XXIX N°570). La versión que aquí se ofrece ha sido extendida.
Una de las máximas marxistas consiste en que la religión es el opio de los pueblos, uno de los componentes ideológicos y superestructurales que prestan servicio al interés de la clase dominante para asentar control sobre las mentes de un colectivo desprevenido. Entreteniendo el concepto, Raymond Aron decía en 1955 que el opio en realidad no era otro que el marxismo mismo. Por donde se moviera, en pleno auge de los estudios poscolonialistas, Aron observaba que los intelectuales occidentales tomaban al marxismo como una doctrina, irónicamente como una religión a la cual sindicalizaban toda opinión, crítica y contenido. No por poco, El opio de los Intelectuales es considerado el magnum opus de quien fuera uno de los grandes pensadores liberales del siglo XX.
Su obra permanece de lo más relevante y seguramente lo seguirá siendo en el futuro previsible. Pero uno de los sentidos en donde se puede apreciar dicha vigencia se resalta en lo que tiene que ver con el conflicto palestino-israelí. Continuar leyendo «El opio de los intelectuales: la izquierda y el conflicto palestino-israelí»