Israel, Pollard, y la Casa Blanca

Artículo Original. Publicado también en AURORA el 05/08/2015.

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Manifestantes israelíes piden por la liberación de Jonathan Pollard en frente a la oficina del primer ministro en Jerusalén en 2005. Pollard fue condenado a cadena perpetua en 1985 por la justicia norteamericana por transferir información confidencial a Israel. Desde entonces, mas especialmente desde 1995, Israel ha peticionado por su temprana liberación. Crédito por la imagen: Anmar Awad / Reuters.

Hace pocos días los medios anunciaron que Jonathan Pollard, el exanalista de inteligencia norteamericano de origen judío sentenciado a cadena perpetua por espionaje en favor de Israel, sería liberado en noviembre próximo tras permanecer durante treinta años en prisión. Pollard fue capturado en 1985 por el FBI mientras intentaba infructuosamente conseguir asilo en la Embajada israelí en Washington. Desde entonces, el incidente Pollard ha sido una astilla en las relaciones entre los sucesivos Gobiernos israelíes y la Casa Blanca. Pollard nunca expresó remordimiento por haber transferido información sensible a agentes israelíes, y, de acuerdo con quienes lo defienden, es el único estadounidense en haber recibido la cadena perpetua por pasar material clasificado a un país aliado.

Dadas las circunstancias del presente, tiene sentido asumir que su liberación estaría relacionada con el acuerdo entre Estados Unidos e Irán. En boga entre los analistas y periodistas, esta hipótesis fue – como sería de esperar – rechazada de tajo por los portavoces oficiales. ¿Fue Pollard liberado por el presidente Barack Obama a modo de gesto hacia Israel, para atenuar la tensión que estriba del criticado acuerdo nuclear? Me inclino a pensar que sí. Continuar leyendo “Israel, Pollard, y la Casa Blanca”

El Estado Islámico visto desde el marxismo

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Como disciplina, el materialismo es deshonesto al no reconocer sus limitaciones al momento de análisis a los movimientos islamitas. La religión y la cultura importa y mucho a la hora de dar cuenta de fenómenos como el Estado Islámico (ISIS). En la imagen se ve a un niño posando con la bandera del ISIS en junio de 2014. Crédito por las imágenes: anti-imperialist.com / ibtimes.co.in

Hace algunos días me puse a leer en internet un artículo que analiza al Estado Islámico (ISIS) desde una perspectiva marxista, escrito para la publicación del Socialist Workers Party (Partido Socialista de los Trabajadores) británico. El artículo, hecho por Anne Alexander, una académica de la Universidad de Cambridge, presenta tres disparadores o hitos para asentar, en los términos clásicos del materialismo, que el ISIS es un producto formado como una secuela del neoliberalismo de los gobernantes árabes, la aciaga intervención estadounidense en Irak y la injerencia de los Estados del Golfo. Sucintamente, el artículo se destaca por diferir del análisis más convencional que parte por estudiar las creencias de los movimientos islamistas, juzgándolos en base a sus propias ideas y doctrinas. Por el contrario, el análisis marxista que introduce la autora argumenta que el punto de partida para entender a movimientos como el ISIS es su contenido social, la relación entre sus miembros, y los clivajes de la sociedad en donde los yihadistas participan.

¿Es acertada tal premisa y tal enfoque analítico? En lo que respecta al análisis concreto sobre las dinámicas de Medio Oriente tengo marcadas diferencias. El contraste de enfoques, entre aquel ejemplificado por Alexander y aquel al cual yo suscribo, puede resumirse como un debate entre materialistas y culturalistas. Siguiendo el análisis de Alexander, aquí me propongo mostrar a grandes rasgos ambas perspectivas. Continuar leyendo “El Estado Islámico visto desde el marxismo”

“Los conflictos en el ciberespacio son muy difíciles de predecir”

Entrevista a Paul de Souza, experto en ciberseguridad, realizada para INFOBAE, publicada el 25/04/2015.

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Paul de Souza es el director y presidente de CSFI (Cyber Security Forum Initiative). Fue director federal de entrenamiento y educación para Norman Data Defense Systems y enseña estrategias para la defensa cibernética en la Universidad de George Washington. Souza tiene más de 15 años de experiencia en el campo de la ciberseguridad y trabajó como ingeniero en jefe de seguridad para AT&T entre otras empresas e instituciones públicas y privadas. En la imagen, de Souza exponiendo en Israel en abril de 2014. Crédito por la imagen: The Institute for National Security Studies (INSS).

Paul de Souza, reconocido experto norteamericano en ciberseguridad, habló con Infobae sobre cómo combatir el terrorismo en la era digital y el desafío de los países latinoamericanos en la materia. Continuar leyendo ““Los conflictos en el ciberespacio son muy difíciles de predecir””

Lo que Obama no entendió de Israel

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El presidente estadounidense Barack Obama junto con el primer ministro israelí Benjamín Netanyahu, y el presidente palestino Mahmud Abás, reunidos en Washington en septiembre de 2010. Crédito por la imagen: Tim Sloan / AFP.

El primer ministro israelí Benjamín Netanyahu está jugando con fuego entrometiéndose en la política estadounidense, apoyando al partido republicano para mermar a la administración del presidente Barack Obama. Netanyahu es en sí una figura polémica tanto en Israel como en el extranjero, y el argumento en contra de su intransigencia en Washington es sólido y conocido.

Para empezar, en 2012 Netanyahu apoyó abiertamente a Mitt Romney, elogiándolo en una preparada recepción en Israel, y muchos acaudalados donantes de dicho candidato republicano contribuyeron con el líder del Likud. Para su última campaña, Netanyahu empleó a un estratega político conservador que ha trabajado con el senador Ted Cruz, una de las principales voces críticas contra Obama. Quizás más importante, en 2013 el primer ministro asignó a Ron Dermer, un norteamericano y confidente cercano bien recibido entre los republicanos, como embajador en Estados Unidos. De acuerdo a los medios estadounidenses, Dermen habría jugado un papel central en coordinar con John Boehner, presidente de la Cámara de Representantes, la visita reciente del premier israelí al Congreso. Comprensiblemente, para sus críticos, Derman no es el embajador de Netanyahu ante Estados Unidos, sino más precisamente “su embajador ante el partido republicano”.

No obstante, e indistintamente de si actuó bien o mal, cabalmente se puede consensuar que el premier israelí entiende cómo funciona la política en Estados Unidos. ¿Pero entiende Obama cómo funcionan las cosas en Israel? Continuar leyendo “Lo que Obama no entendió de Israel”

La efectiva intransigencia de Netanyahu

Publicado originalmente en INFOBAE el 31/03/2015.

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El primer ministro israelí Benjamín Netanyahu se dirige al público el último 17 de marzo, durante las elecciones parlamentarias, en un video difundido por las redes sociales. Intentando captar el voto nacionalista y religioso, Netanyahu dijo: “los votantes árabes están acudiendo en masa a las urnas. Organizaciones de izquierda los están sacando a votar”. Crédito por la imagen: YouTube.

En diciembre de 1969, Yitzak Rabin, en ese entonces embajador de Israel en Estados Unidos, le confió a Menachem Begin que “no es suficiente que un embajador israelí aquí [en Washington] diga simplemente estoy actuando en pos de los mejores intereses de mi país de acuerdo a las reglas. Para promover nuestros intereses, un embajador israelí tiene que sacar provecho de las rivalidades entre los demócratas y los republicanos. Un embajador israelí que no quiere o no es capaz de hacerse su camino a través del complejo panorama político norteamericano para promover los intereses estratégicos de Israel, haría bien en empacar e irse a casa”. Cuarenta años más tarde, si hay algo que la última querella protagonizada por el presidente Barack Obama y el primer ministro Benjamín Netanyahu demuestra, es que claramente la premisa pragmática de Rabin no ha perdido validez. Continuar leyendo “La efectiva intransigencia de Netanyahu”

El valle del Jordán en House of Cards y en la vida real

Publicado originalmente en BASTION DIGITAL bajo el título de “El verdadero valle del Jordán” el 27/03/2015.

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En House of Cards, Frank Underwood (Kevin Spacey), el presidente estadounidense, se encuentra personalmente con su homólogo ruso, Viktor Petrov (Lars Mikkelsen), en el valle del Jordán para llegar a un acuerdo sobre una fatídica iniciativa de paz. Crédito por la imagen: Netflix.

El exitoso thriller político de Netflix, House of Cards, ya va por su tercera temporada. Con Frank Underwood como presidente de Estados Unidos, el astuto personaje de Kevin Spacey se enfrenta a la difícil tarea de encuadrar en su administración una exitosa política exterior, lo suficientemente trascendental y comerciable como para redituarle capital político. El presidente Underwood, en busca de logros y laureles para sumar puntos para las próximas elecciones, endorsa la iniciativa de su esposa Claire (Robin Wright) (primera dama convertida en embajadora ante las Naciones Unidas en circunstancias poco convencionales), y se propone llevar la paz a Medio Oriente mediante una fuerza internacional de paz asentada en el valle del Jordán.

Dejando de lado la intriga y las vicisitudes propias de la serie, cabe preguntarse: ¿sería realizable tal misión? En base a la información suministrada en estos últimos capítulos, aquí me propongo analizar la iniciativa del matrimonio presidencial por sus propios méritos, y determinar si esta sería viable en la vida real o no. Continuar leyendo “El valle del Jordán en House of Cards y en la vida real”

El precio de la retirada estadounidense de Yemen

Publicado originalmente en INFOBAE el 24/03/2015.

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Manifestantes se reúnen en septiembre de 2012 frente a la embajada de Estados Unidos en Saná, la capital de Yemen, para protestar contra la viralización en internet de una película que parodia el islam. Crédito por la imagen: CNN.

La situación en Yemen puede derivar en un escenario como el de “Irak, Siria y Libia”, indicó Jamal Bonomar, el enviado especial de las Naciones Unidas para este país, en una videoconferencia con el Consejo de Seguridad. Formalidades aparte, este escenario ya es una realidad que no sorprende en lo absoluto, pues Yemen, uno de los países más corruptos y pobres de Medio Oriente sino el mundo, tiene una larga trayectoria de penosas divisiones marchando desde hace siglos.

La comunidad internacional ha tomado nota de la gravedad de los sucesos recientes en el país arábigo, librado a una guerra civil entre militantes chiitas zaidíes de Ansar Allah, “partidarios de Dios”, mejor conocidos como los hutíes, y las fuerzas leales al presidente sunita Abdu Rabu Mansour Hadi, derrocado a finales de febrero. Sin embargo tomar nota no necesariamente implica tomar cartas en el asunto, o por lo menos no en función de la resolución del problema. En este sentido, lo que los círculos diplomáticos naturalmente se preguntan es cuál será la acción de Estados Unidos. De momento la respuesta parece apuntar a un “nada”. Después del golpe que depuso al presidente Hadi, Washington decidió cerrar su embajada en Saná, la capital, tras lo que Londres y París hicieron lo mismo. Finalmente, este sábado se anunció que el Pentágono retiraba a un centenar de tropas del país, debido al deterioro de la seguridad y la inestabilidad creciente.

Como lo sugiere el comentario de Bonomar, la pregunta que vale es qué pasará con Yemen. Estados Unidos y sus aliados europeos indirectamente han dejado en claro que por ahora no intervendrán. Además, por más voluntad política que pudieran tener por hacer algo y preservar los intereses occidentales, lo cierto es que no están en condiciones de plantear una estrategia. Ya bastante problema es la situación en Siria y en Irak con el clan al-Asad y el Estado Islámico (ISIS), y aún no hay indicios de que Estados Unidos haya adoptado una estrategia contundente para poner coto a las ambiciones de dichos actores. ¿Qué esperar entonces del futuro de Yemen? Continuar leyendo “El precio de la retirada estadounidense de Yemen”

La jutzpah de Netanyahu

Publicado originalmente en INFOBAE el 09/03/2015. Publicado también en HATZAD HASHENI el 10/03/2015.

En esta sátira de Kevin Kallaugher (KAL), publicada en The Economist, se ve a tres Netanyahus tocando de tour por Washington. En alusión a la simbología del partido republicano elefantes se ocupan del audio. Con John Boehner de expectante, en paralelo John Kerry le pregunta al ayatolá Ali Jamenei si desea intentar algo tranquilo, en dueto con Estados Unidos.

Jutzpah: es la palabra que en hebreo criollo refiere a una bravata, una actitud atrevida, a un acto de desafío, de valentía, de creatividad e ingenio, o bien, de soberbia o prepotencia. Tener jutzpah en Israel es un atributo muy valorado pese a las ambivalencias propias del término. Significa en muchos casos presentar un argumento, y ser irrespetuoso, insensible o agresivo frente al receptor del mensaje. Pero la jutzpah también significa desafiar las convenciones, los roles sociales, el protocolo y todo tipo de limitaciones formales. Alguien con jutzpah puede ser impulsivo, una persona que actúa sin premeditar, pero que desde lo positivo, tiene una determinación infranqueable por alcanzar sus objetivos y mostrar su punto de vista, sin importar que tan grande sean los desafíos por delante.

Para bien o para mal, esta competencia describe a la perfección el comportamiento del primer ministro israelí Benjamín Netanyahu, en virtud de su discurso frente al Congreso norteamericano el martes pasado. Su intervención, bienvenida por unos, repudiada por otros, es una clara muestra de intransigencia, que justificada o no, merece especial atención dadas las circunstancias internacionales actuales. En tanto la Casa Blanca busca alcanzar una solución negociada con Teherán al programa nuclear iraní, Jerusalén teme que se este cometiendo un error histórico a costa de la seguridad y – según las voces más críticas, entre ellas la del primer ministro – la misma existencia de Israel. Continuar leyendo “La jutzpah de Netanyahu”

En Medio Oriente el garrote rinde más que la zanahoria: Siria

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De tal palo tal astilla. Tomada en 2007, la imagen muestra a Bashar al-Asad y a su padre y predecesor, Hafez al-Asad, desplegados en tono patriótico en la ciudad siria de Alepo. Crédito: Brian J. McMorrow.

Cuando Mijaíl Gorbachov ascendió a la jefatura de la Unión Soviética en 1985, a la sazón del momento, la superpotencia comunista empezaba a mostrar signos de agotamiento, los cuales se tradujeron en un cambio táctico en la política del Kremlin hacia Medio Oriente. Su capacidad militar disminuida, Moscú no contaba con amplios recursos como para llegar a cometer una intervención militar directa en suelo árabe. Ocupada en su invasión de Afganistán, y agobiada por un presupuesto militar que superaba sus capacidades productivas, la Unión Soviética paso a priorizar una política exterior más conciliadora, menos militarista, y a la vez dispuesta a contrarrestar la influencia norteamericana por otro sendero. En concreto, mostró un interés por incentivar la paz en el vecindario, buscando posicionarse como intermediador entre los iraníes y los iraquíes, y entre los palestinos y los israelíes.

La Unión Soviética era un actor que “hablaba con todos” abiertamente, y no secretamente como acostumbraban los estadounidenses. Gorbachov quería capitalizar a su favor los fracasos de Washington como bróker honesto, y demostrar que la paz regional sería inalcanzable sin una participación soviética. Durante un encuentro en Moscú en abril de 1987, Gorbachov le dijo a Hafez al-Asad, su contraparte siria, (y padre del actual mandatario damasceno) que “la recurrencia a la fuerza militar ha perdido completamente su credibilidad como una manera de resolver el conflicto de Medio Oriente”. En otras palabras y a modo de simplificar, los rusos invertían por primera vez en soft power (poder blando) para reposicionarse entre los Estados árabes. Continuar leyendo “En Medio Oriente el garrote rinde más que la zanahoria: Siria”

Los riesgos de un Afganistán disfuncional

Publicado originalmente en FOREIGN AFFAIRS  LATINOAMÉRICA el 26/01/2015. Aquí se ofrece una versión más extensa del mismo artículo. Publicado también en POLÍTICAS Y PÚBLICAS el 02/02/2015.

El Tio Sam se apresura a retirarse de Afganistán mientras un talibán talla el epitafio de Estados Unidos. En el “cementerio de los imperios” pueden verse las tumbas del Imperio británico y de la Unión Soviética. Caricatura publicada el 25 de febrero de 2013 por Khalil Bendib.

La Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) ha dado oficialmente por terminada la misión Fuerza Internacional de Asistencia para la Seguridad (ISAF) en Afganistán, lo que debería dar bastantes motivos para preocuparse. Los talibanes —como sería de esperarse— respondieron con el anuncio de su victoria y pese a las garantías de Washington al gobierno central, lo más probable es que la retirada de las tropas deje a Kabul en una situación de precaria vulnerabilidad. Entonces, ¿qué ocurrirá una vez que las fuerzas de la coalición se vayan del país? Si bien la OTAN mantendrá un contingente de 13 000 soldados (de los cuales 10 800 son estadunidenses) para asistir y entrenar a las fuerzas locales, es factible que los aliados dejen atrás un Estado disfuncional que podría caer, otra vez, frente a una situación de vacío de poder. Existen suficientes antecedentes para sospechar de tal manera.

Cuando la Unión Soviética se retiró de Afganistán en 1989 luego de una guerra de 9 años, el Gobierno secular afín a Moscú quedó desprovisto de asistencia significativa para repeler a los muyahidines. Con la desintegración formal del Imperio ruso, del seno de la insurgencia yihadista surgió el movimiento talibán que aprovecho la debilidad y el desamparo militar del Gobierno socialista para ocupar progresivamente el país hasta que conquistaron Kabul en 1996. Para sostener su campaña de purificación religiosa, los talibanes recibieron millonarias donaciones provenientes de los Estados del golfo (principalmente de Arabia Saudita y Pakistán). Además, utilizaron equipamiento y armamento que los soviéticos dejaron atrás. Al imponer un régimen de extrema observación de la sharía —la ley islámica— los talibanes fundaron el Estado Islámico que apadrinaría terroristas y daría refugio a Al-Qaeda. Continuar leyendo “Los riesgos de un Afganistán disfuncional”