Entrevista realizada por Pablo Quiroz Zepeda, publicada en DIARIOJUDIO.COM el 28/06/2017.
En unos momentos tan inestables de la conformación, la confrontación y la deshumanización de la región del Medio Oriente en los últimos años parece que cada vez nos vemos más confundidos porque la mayoría de las personas cuando escuchamos, leemos o vemos alguna noticia de esa parte del planeta nos llega directamente de los corporativos de medios de comunicación que pueden presentar un sesgo de la información o una información poco imparcial de la situación.
Por ello estimados, si tanto nos interesa conocer la realidad del Medio Oriente les sugiero que conozcan a Federico Martin Gaon, un joven argentino que radica en Israel, pero que desde ya hace mucho tiempo ha demostrado un análisis completo de las causas, actores, factores y consecuencias de lo que ocurre ahí. Ustedes me dirán ahora por qué les sugiero leer el análisis de este gran amigo, pues que mejor que él mismo nos comente de su persona, su experiencia, su habilidad y su interés por compartir su análisis. Continuar leyendo «Entrevista con Diario Judío de México»
El 31 de mayo marca el cumpleaños número cien de Bernard Lewis, posiblemente el más reconocido historiador y catedrático del mundo islámico en vida. Nacido en Londres, es autor de más de treinta libros, y es una de las voces más influyentes en lo concerniente a los asuntos de Medio Oriente. Además de servir de tutor y guía a nuevas generaciones de especialistas, Lewis prestó consejo a diversas figuras de la política, y sus trabajos son ampliamente respetados en todas las latitudes del globo.
En vista de la ocasión, considero oportuno presentar una reflexión en apreciación de este pensador de primer orden. Aunque nunca tuve el enorme privilegio de conocerlo en persona, o de presenciar alguna de sus ponencias en vivo, conozco su obra bastante bien. Por ello, aunque sea de un modo figurado, puedo relacionarme con él a través de sus escritos: tal como sucede en la relación entre un narrador y su lector.
Por lo pronto puedo limitarme a decir que soy un confeso seguidor, y que, a mi modo, lo considero un guía y un mentor. Sus volúmenes contribuyeron considerablemente a mi decisión de buscar la especialización en Medio Oriente; y en tanto esto es cierto, creo que este sitio –este blog– no se habría gestado sin antes conocer yo su obra.
¿Qué hace a Lewis tan especial? Más allá de que cumple cien años, algo de por sí remarcable para cualquier individuo, es su trayectoria como escritor prolífico lo que le ha asegurado su lugar en el panteón de los intelectuales más importantes del presente. Su obra es indispensable para cualquier interesado en lo que acontece en el mundo islámico. La prosa de sus textos es exquisita, y su manera de aproximarse a la historia atrae tanto al lector experimentado como a quien no está del todo al tanto. Bastan motivos para leerlo, y esto, en base al contexto académico y periodístico en el cual me inserto, es particularmente cierto para América Latina, donde su obra no ha logrado el prestigio que alcanzara en Europa y en Estados Unidos. Continuar leyendo «Bernard Lewis: apreciación por un erudito centenario»
Sobre Europa, Umberto Eco decía que fue un continente capaz de fusionar muchas identidades sin mezclarlas, y que así es como será su futuro. Un tema por demás interesante, trae polémicas discusiones sobre todo en torno a la cuestión los musulmanes en Europa. Las estadísticas, frívolas para algunos pero estadísticas al fin, muestran que la población musulmana en el Viejo Continente, hoy en día estimada en 44 millones (19 a 20 millones en la Unión Europea solamente) aumentará exponencialmente con el paso de las décadas, a tal punto que para el 2030 el 8% de los europeos serían musulmanes. En veinte años aparentemente en países como Austria, Bélgica, Francia y Suecia la comunidad islámica ascenderá al 10 por ciento, e iría en aumento con el paso del tiempo.
Los expertos argumentan que el islam es la religión con más crecimiento en el mundo, evangelizando en donde la Iglesia hace tiempo perdió influencia, y por una combinación de razones culturales y socioeconómicas, que van desde la religiosidad de los fieles, la falta de recursos en colectivos de inmigrantes, y la ausencia o desinterés en la educación sexual, puede decirse que los musulmanes tienen la tasa de natalidad más alta entre los europeos.
Artículo Original. También publicado en INFOBAE el 24/02/2016.
Umberto Eco fue un escritor y un intelectual con impronta global. Con motivo de su fallecimiento, el último 19 de febrero, me gustaría, a modo de homenaje, hacer una breve mención sobre sus pensamientos relacionados con mi campo de investigación: el intercambio entre Occidente y el Islam (con mayúscula, el mundo musulmán), y el fenómeno del extremismo islámico contemporáneo.
Eco fue sin lugar a dudas un espíritu lúcido como crítico. Respetado mundialmente, el docto italiano se sumó al debate que nació a partir de los atentados del 11 de septiembre de 2001, cuando intelectuales y comentaristas por igual comenzaron a tratar la tesis del “Choque de Civilizaciones”.
Para comenzar, desde el punto de vista del rigor académico, Eco era un tradicionalista que advertía sobre la importancia de lo metodológico en las ciencias. El literato se alarmaba frente a la actitud prepotente de muchos intelectuales, que tratan cualquier tema sin los debidos conocimientos que imparte el estudio. Con esto se refería a los opinólogos que abordan los temas de actualidad como si fuesen oráculos, preparados para dar respuestas instantáneas a cualquier aflicción. Por ello, a razón de esta observación, se puede decir que Eco reconocía honestamente sus propias limitaciones. Un intelectual cauto, prefería recurrir a las enciclopedias antes que a internet. Sospechaba de las nuevas tecnologías mediáticas, porque –según lo insinuaba– competían contra la “función de filtro” que tiene la cultura para determinar lo que es importante de lo que no, como asimismo que opinión es calificada y cual no. En su resquemor a los medios, expresaba lacónicamente que “la Verdad no se encuentra en el tumulto, sino más bien en una búsqueda silenciosa”. Continuar leyendo «Umberto Eco, Occidente y el Islam»
En mi última visita a Buenos Aires fui a parar con un nuevo libro que parece haberse difundido bastante. El título llamó claramente mi atención. Se trata de Historia de la Yihad: catorce siglos de sangre en el nombre de Alá, escrito por José Javier Esparza. El autor es un periodista español dedicado a la divulgación histórica. No estando acostumbrado a trabajos de esta índole publicados por españoles, compré el libro para nutrirme de la opinión de un comentarista de Iberia.
El libro de Esparza está compuesto por capítulos que resultan muy fáciles de leer, y que proveen referencia, aunque muy por arriba, sobre los motores que movilizan la fuerza del belicismo religioso islámico. A mi criterio, aquellos con pocos o nulos conocimientos acerca de la historia del islam se beneficiarán con leer a Esparza. Es honesto, va al grano, e identifica correctamente la existencia de una pulsión destructiva en el islam, acaso uno de las principales contrariedades que están afectando a nuestros tiempos. Sin embargo, por otro lado, lectores más experimentados podrían considerar su simpleza un defecto que menoscaba su trabajo. En algún punto, siendo que el libro consta de 360 páginas, la historia que presenta Esparza es selectiva. Por ejemplo, se concentra más en su nativa España que en otras regiones, y decide “ahorrarle al lector detalles” –quizás indispensables para un repaso académico serio. Desde este lugar la obra no me convence. Creo que Esparza podría haberlo hecho mejor, quizás a expensas de alargar el libro en unas cien páginas. Bien, así y todo, cabe destacar que Historia de la Yihad tiene sus méritos a la hora de concientizar al lector promedio acerca del peligro que representa el extremismo islámico, y eso es lo que vale destacar a continuación. Continuar leyendo «La Historia de la Yihad»
¿Es el islam compatible con la democracia? En un libro conciso, Philippe d’Iribarne, intelectual francés de origen marroquí y director de investigación en el prestigioso Centre national de la recherche scientifique (CNRS), esboza algunas aproximaciones atinadas a la cuestión. En El islam ante la democracia (L’islam devant la démocratie, 2013), d’Iribarne ofrece respuestas en base a consideraciones extraídas de los textos religiosos, la historia, y la sociología. El libro hace eco de una de las preguntas más polémicas y relevantes de nuestros tiempos, razón por la cual, no sorprendentemente, la misma viene siendo abordada por los académicos de maneras distanciadas. Desde lo personal he leído el libro de d’Iribarne dos veces, y estoy convencido de su utilidad a la hora de introducir al lector a semejante disyuntiva entre religión y democracia, un sistema que, en sus mejores prácticas, enarbola principios de civismo liberales y seculares.
Si existe un mantra islámico resonando entre los estudiosos occidentales del tema, es que históricamente no ha existido una separación verídica entre Estado y religión en el mundo musulmán, y que no fue hasta tiempos relativamente recientes, cuando el islam comenzó a debatir su lugar en la Era Moderna, que el dominio de lo político comenzó a desembarazarse de significados religiosos. Al respecto, d’Iribarne sugiere que si bien el islam no está condenado a ser una fuerza antitética con la democracia liberal, corre con un lastre marcado por siglos de dogmatismo que, desde luego, le juega en contra. Comparto el prospecto, y por ello, dado que el texto es sucinto y está bien articulado, lo recomiendo a todo el que quiera contrastar, aunque sea a grandes rasgos, el devenir de Occidente con la historia del mundo islámico. En tiempos de latente tensión, en donde “el choque de civilizaciones” se mantiene en boga, El islam ante la democracia se vuelve un texto digno de estar en la biblioteca. Aunque su alcance es limitado, su valor reside en introducir al lector a un debate más amplio y complejo.
Bien, colmado de referencias y citas, cabe mencionar que el libro, para ser leído amenamente, requiere ciertos conocimientos previos. D’Iribarne se remite bastante a trabajos de otros autores para dar lugar a sus argumentos, y lo hace especialmente a la hora de realizar una exégesis coránica. Es decir, recolecta opiniones, y a veces el argumento se hace un tanto difícil de seguir. Sin embargo, así y todo, pueden destacarse los siguientes puntos o consideraciones. Continuar leyendo «El islam ante la democracia»
Por la razón que fuere, cuando en América Latina un líder político convoca a sus seguidores a manifestarse en las avenidas, suele apelar a una batería de temas para inspirar la cohesión entre sus partidarios. Sea este un político liberal, socialista o populista, sería de esperar, por ejemplo, que el líder busque movilizar a la sociedad enarbolando la causa de la justicia social, la democracia, o la transparencia institucional; protestando por la impunidad, la corrupción o el crimen organizado, entra tantas otras opciones disponibles. De tratarse de un creyente, quizás el líder en cuestión de vez en cuando invoque a Dios en sus intervenciones, a modo de dar cierta trascendencia a sus reclamos. Desde ya, si este además de creyente es un ferviente practicante, es posible que busque revindicar la tradición religiosa como algo inherente al patrimonio de la nación de donde viene.
Bien, sean de la caña que sean, podría ser acordado que políticos perfilados como éste último no son lo más común en esta parte del mundo (que digamos). Al hablar de religión, si bien la misma puede y de hecho tiene participación en el discurso político de todos los días, su rol no es omnipresente ni tampoco avasallante. En contraste, si uno viaja a Medio Oriente, se encontrará con una labia política distinta, que opera de otra manera, dándole a la religión islámica un papel preponderante sin parangón en otra parte. Por esta razón, los líderes de países musulmanes, incluso aquellos que son etiquetados como seculares por la prensa, están versados en la articulación de discursos cargados con motivos y significantes religiosos. En este sentido, aun cuando pueda discutirse que la mayor parte del establecimiento político de los países musulmanes es secular (piénsese también en Asia Pacífico), vale la pena explorar el capital del islam como uno de los lenguajes por excelencia de la demagogia. Otrora, los llamados orientalistas se referían a esta mezcla entre política y religión como “despotismo oriental”. Continuar leyendo «Islam y demagogia»
Artículo publicado originalmente en INFOBAE el 08/07/2015.
Sea por miedo o recaudo a no estigmatizar a las comunidades musulmanas, es común que en los debates acerca del fenómeno del yihadismo suelan evadirse términos que son indispensables para comprender mejor la realidad, y que a lo sumo se los reemplace con eufemismos más en sintonía con el discurso políticamente correcto que con la búsqueda de la verdad. El signo más recurrente es la tendencia por evitar hablar de “terrorismo islámico” para en cambio aducir que grupos como el Estado Islámico (ISIS), Boko Haram, o Al Qaeda representan a una minoría que secuestra la religión que profesa una mayoría tolerante y pacífica. Esto es, por ejemplo, lo que hizo el presidente estadounidense Barack Obama durante un discurso algunos meses atrás. Ahora bien, ¿es esta una posición responsable ante la amenaza del extremismo religioso homicida?
De un modo u otro, ya sea para calmar ansiedades o desalentar perjuicios, cuando se insiste directa o indirectamente en que los terroristas en cuestión no son musulmanes, al final de cuentas los yihadistas salen ganando, y los valores democráticos salen perdiendo. Si bien desde ya es evidente que la mayoría de los musulmanes no son asesinos en potencia, existen muchísimos fieles que profesan versiones de la fe que no se correlacionan con la contemporaneidad y la reflexión multiculturalista. Políticos, periodistas como intelectuales ponen axiomáticamente al islam en igualdad de condiciones que otras religiones, como si todos los individuos fuéramos criados con los mismos valores. El problema es que no se toman mucho tiempo para estudiar acerca de religión y política antes de emitir opinión. Continuar leyendo «La verdad incómoda acerca del Estado Islámico»
Artículo publicado originalmente en INFOBAE el 26/05/2015. Aquí se ofrece una versión más extensa del mismo artículo.
Ser mujer en África del Norte y Medio Oriente no es fácil. Abundan abusos contra su integridad, y la región tiene la tasa de participación femenina más baja en la población laboral mundial. Integrar a la mujer a la sociedad, y en igualdad de condiciones que los hombres, implica necesariamente romper con esquemas tradicionales que la sitúan como rehén del círculo íntimo o familiar. Si bien hay que reconocer que en ningún país las mujeres están del todo exentas a tales infortunios, tomados en conjunto los países con mayoría musulmana tienen lejos el peor récord de igualdad entre sexos.
El hecho conocido de que en Arabia Saudita las mujeres no pueden conducir es el menor de los males. Lo grave es que el sexo femenino en muchas partes tiene vetado tener amigos de género masculino. La mujer no puede subirse a un automóvil o caminar acompañada de un hombre que no sea su hermano, esposo o padre. Por ello, si usted es mujer, mejor salga bien cubierta y siempre acompañada por un familiar cercano a quien usted pueda obedecer. Continuar leyendo «El precio del machismo en Medio Oriente y África del Norte»
En 2010 Paul Berman, ensayista y comentarista estadounidense, publicó La huida de los intelectuales (The Flight of the Intellectuals). En dicho libro terminaba de presentar un argumento que venía desarrollando en obras anteriores. Berman, identificándose como un liberal de izquierda, polemizaba contra la traición que algunos colegas y defensores del librepensamiento hacían contra sus propios ideales. Su presentación apunta a discutir, con cierta incredulidad y lamentación, el hecho de que hay destacados profesionales en las carreras de humanidades, quienes bajo la tentación de los requisitos del establecimiento de lo políticamente correcto, se identifican con los intolerantes que demandan tolerancia, apelando a la culpa occidental por el colonialismo, la globalización, y otros agravios. En su libro, Berman se vale de ejemplos y debates conocidos entre los norteamericanos y europeos, y sin embargo, al leerlo, yo no podía dejar de encontrar paralelos con la coyuntura latinoamericana a la que pertenezco.
Si la consigna fuera sintetizar su obra, la conclusión, con la cual yo suscribo plenamente, consiste en que está de moda medir con una vara a los pensadores occidentales, y con otra vara a los pensadores que apelan a otro sentido identitario o marco referencial. Personas quienes alegan defender la democracia, el pluralismo y la libertad de expresión, tergiversan estas mismas causas y paradójicamente las identifican con la oposición a un Occidente abusivo de supuesta mentalidad supremacista. De este modo, el islam político, el llamado islamismo, se convierte en un movimiento oprimido del tercer mundo que lucha por la libertad. Como resultado, las acciones de Estados Unidos y sus aliados axiomáticamente se convierten en maniobras imperialistas, y el terrorismo suicida que atenta contra todo lo que el liberalismo político representa se convierte, en el mejor de los casos, en un incidente que puede relativizarse en contraste con las prácticas de entidades democráticas.
En América Latina a estos intelectuales les gusta introducirse como progresistas, y en algunos casos como populistas. Invocando los errores del pasado y las percibidas maquinaciones del presente, muchos hombres y mujeres de las artes y las letras se dejan llevar por la tendencia del momento, y terminan defenestrando las mismas ideas progresistas que dicen representar. Algo así me demostró el Centro Islámico de la República Argentina (CIRA), al denunciar el último 12 de mayo, a raíz de una columna de Marcos Aguinis y otra mía, que en mí país se esta llevando a cabo una maliciosa campaña de difamación en contra de los musulmanes. Continuar leyendo «La huida de los intelectuales: mi respuesta al CIRA»