¿Giro parcial en el rumbo discursivo libertario?

Artículo Original. Publicado también en POLÍTICAS Y PÚBLICAS el 06/06/2017.

En una columna reciente, el reconocido economista y libertario argentino Alberto Benegas Lynch (h) pretende dar cátedra sobre cuál es el islam verdadero y cuál es el equivocado. Más allá de que el texto es corto, deja entrever una mirada ilusoria que no está a la altura de su reputación como librepensador. Crédito por la imagen: Instituto Cato.

En una columna reciente publicada en Infobae, el reconocido economista libertario Alberto Benegas Lynch hizo eco del aparente giro retórico que Donald Trump mostró durante su visita a Arabia Saudita. Sin embargo, antes que analizar la política exterior del mandatario estadounidense, el autor aprovechó la ocasión para discutir cómo este contribuye a la estigmatización de los musulmanes. Su artículo lamenta el presunto clima creciente de islamofobia en el mundo, y hace entender que solo una minoría de desadaptados radicalizados y Gobiernos que comandan regímenes totalitarios son responsables por las atrocidades del terrorismo islámico. Citando versos del Corán y a apologistas modernistas, Lynch elucida que “al criminal hay que llamarlo por su nombre y apellido, y no por la religión a la que cree responder”.

Este es un argumento que naturalmente tiene cabida en una sociedad abierta y democrática. En tanto es evidente que no todo musulmán es extremista, la premisa que los radicales son una pequeña minoría es frecuentemente repetida por otros intelectuales y figuras públicas. Pero daría la impresión de que estas personas están más interesadas en resonar con el discurso políticamente correcto que por estudiar las bases del pensamiento político islámico contemporáneo. Por esto mismo llama la atención que un hombre con una amplia trayectoria académica en defensa del republicanismo y la libertad individual caiga en la trampa de los llamados apologistas “moderados”, sin antes explorar el papel del individuo dentro de la coyuntura islámica.

En cierta medida – como ya planteaba anteriormente – este es el nuevo paradigma entre muchos librepensadores que huyen de sus propios ideales. Mediante su columna, Benegas Lynch demuestra que él es parte de esta tendencia. Bajo los requisitos del establecimiento de lo políticamente correcto, este destacado argentino se identifica con comunicadores que no representan sus valores; en muchos casos intolerantes que demandan tolerancia. Continuar leyendo “¿Giro parcial en el rumbo discursivo libertario?”

¿Es islamófobo monitorear a las comunidades musulmanas?

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Mientras los expertos en seguridad insisten en que es necesario monitorear a las comunidades musulmanas, críticos y activistas aducen que los servicios de seguridad están institucionalmente sesgados con posturas racistas y xenófobas hacia el islam. En la foto, un grupo de musulmanes se concentra ante el Ayuntamiento de Barcelona, en diciembre de 2015. Crédito por la imagen: Robert Bonet.

La reciente ola de atentados en Francia y en Bélgica ha vuelto a reavivar un debate que lleva instaurado por lo menos desde hace quince años, desde que el peligro del radicalismo islámico se hiciera palmario tras los ataques de Al-Qaeda en Estados Unidos. En relación con este flagelo, a diferencia del continente americano, donde la integración de los musulmanes ha sido más exitosa, Europa no ha podido o no ha sabido tratar con la población procedente de una coyuntura islámica.

El barrio de Molenbeek en Bruselas es quizás un ejemplo conocido y revelador. Puesta en escrutinio por las autoridades tras los atentados del 22 de marzo, esta municipalidad cuenta con una mayoría musulmana, principalmente de origen marroquí, y se ha sido catalogada como un caldo de cultivo de yihadistas. En la medida que la radicalización islámica genera resquemor para con los sectores musulmanes, cada vez son más los políticos, especialmente aquellos populistas, que demandan un seguimiento, o alguna especie de control sobre lo que se discute puertas adentro de las mezquitas y centros culturales islámicos.

Desde el punto de vista del oficial de inteligencia y seguridad, más allá de las polémicas políticas –de lo que digan o hagan los funcionarios– existe una necesidad tangible de monitorear lo que sucede en las instituciones islámicas; con mayor o menos intensidad según el caso. En palabras de un analista francés, “estamos ciegos”. “No contamos con las herramientas más obvias para lidiar con esta amenaza”. Para los expertos europeos, las deficiencias en materia de seguridad tienen mucho que ver con la inhibición de los líderes a tratar temas espinosos, conocidos por contrariar la corrección política, y ergo suscitar fuertísimas críticas. Por eso, tal como expresa lacónicamente un analista belga, el problema en cuestión no será resuelto en tanto no se tome una decisión: “O querés vivir en una sociedad muy segura –una sociedad con un montón de fuerzas de seguridad– o te quedás con tu modo de vida, y con las libertades con la que estás acostumbrado a convivir.”

¿Es entonces islamófobo el destinar más recursos para hacer un seguimiento más detenido a los musulmanes? Hay quienes dirían que el solo hecho de plantear tal discusión esconde una agenda xenófoba; una “gran ópera” ilusoria articulada para generar miedo. ¿Es válida esta aseveración? Continuar leyendo “¿Es islamófobo monitorear a las comunidades musulmanas?”

La huida de los intelectuales: mi respuesta al CIRA

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El pasado 12 de mayo el Centro Islámico de la República Argentina (CIRA) denunció que en Argentina se estaba llevando a cabo una “gravísima campaña difamatoria” contra los árabes y los musulmanes, a raíz de una columna del escritor Marcos Aguinis y otra publicada por mi persona. Creada en 1931, el CIRA es una institución fundada con el objetivo de organizar y representar a la comunidad islámica argentina. Crédito por la imagen: CIRA.

En 2010 Paul Berman, ensayista y comentarista estadounidense, publicó La huida de los intelectuales (The Flight of the Intellectuals). En dicho libro terminaba de presentar un argumento que venía desarrollando en obras anteriores. Berman, identificándose como un liberal de izquierda, polemizaba contra la traición que algunos colegas y defensores del librepensamiento hacían contra sus propios ideales. Su presentación apunta a discutir, con cierta incredulidad y lamentación, el hecho de que hay destacados profesionales en las carreras de humanidades, quienes bajo la tentación de los requisitos del establecimiento de lo políticamente correcto, se identifican con los intolerantes que demandan tolerancia, apelando a la culpa occidental por el colonialismo, la globalización, y otros agravios. En su libro, Berman se vale de ejemplos y debates conocidos entre los norteamericanos y europeos, y sin embargo, al leerlo, yo no podía dejar de encontrar paralelos con la coyuntura latinoamericana a la que pertenezco.

Si la consigna fuera sintetizar su obra, la conclusión, con la cual yo suscribo plenamente, consiste en que está de moda medir con una vara a los pensadores occidentales, y con otra vara a los pensadores que apelan a otro sentido identitario o marco referencial. Personas quienes alegan defender la democracia, el pluralismo y la libertad de expresión, tergiversan estas mismas causas y paradójicamente las identifican con la oposición a un Occidente abusivo de supuesta mentalidad supremacista. De este modo, el islam político, el llamado islamismo, se convierte en un movimiento oprimido del tercer mundo que lucha por la libertad. Como resultado, las acciones de Estados Unidos y sus aliados axiomáticamente se convierten en maniobras imperialistas, y el terrorismo suicida que atenta contra todo lo que el liberalismo político representa se convierte, en el mejor de los casos, en un incidente que puede relativizarse en contraste con las prácticas de entidades democráticas.

En América Latina a estos intelectuales les gusta introducirse como progresistas, y en algunos casos como populistas. Invocando los errores del pasado y las percibidas maquinaciones del presente, muchos hombres y mujeres de las artes y las letras se dejan llevar por la tendencia del momento, y terminan defenestrando las mismas ideas progresistas que dicen representar. Algo así me demostró el Centro Islámico de la República Argentina (CIRA), al denunciar el último 12 de mayo, a raíz de una columna de Marcos Aguinis y otra mía, que en mí país se esta llevando a cabo una maliciosa campaña de difamación en contra de los musulmanes. Continuar leyendo “La huida de los intelectuales: mi respuesta al CIRA”

Prejuicios y verdades sobre el islam

Publicado originalmente en INFOBAE el 15/10/14

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Durante su programa , Real Time emitido por HBO el 3/10, Bill Mahler discute con Ben Affleck acerca del islam y la islamofobia. Mahler comparó a la religión islámica con una mafia.

Hace poco más de una semana, la televisión norteamericana causó revuelo por los dichos y argumentos que se dijeron en contra del islam durante un programa emitido por HBO. Inaugurando el debate, el anfitrión del talk show, Bill Maher, y uno de sus invitados, Sam Harris, criticaron a los “liberales” – a quienes en Argentina conocemos o etiquetamos como “progresistas” – porque, si bien se alzan contra la ortodoxia y los dogmas de algunos sectores cristianos, aparentemente callan frente a los abusos e imposiciones provenientes de sus análogos musulmanes. Los panelistas manifestaron que existe un problema con el islam y con el establecimiento del discurso políticamente correcto que lo ampara, según ellos, de toda crítica.

Maher y Harris argumentaron que en las sociedades occidentales cuestionar al islam puede merecerle a uno ser rápidamente etiquetado de islamófobo; que existe un cepo que inhibe a muchos de cuestionar ciertas prácticas provenientes del campo musulmán por miedo a ser catalogados como racistas o xenófobos. Si bien yo coincido plenamente con este planteo, en el punto álgido de su presentación los oradores hicieron declaraciones lamentables. Harris dijo que el islam es “la veta madre de las malas ideas”, y su anfitrión, Mahler, que “el islam es la única religión que actúa como una mafia, que te mata si decís la cosa equivocada, dibujas el dibujo equivocado, o escribís el libro equivocado”. Continuar leyendo “Prejuicios y verdades sobre el islam”