La resolución 2334 del Consejo de Seguridad adoptada el 23 de diciembre, gracias a la atípica abstención de Estados Unidos, hace meollo en los asentamientos israelíes, y queda por verse todavía hasta dónde llegaran las ramificaciones. En principio, aunque el documento no expresa nada nuevo, se concede que es muy perjudicial para Israel. En esencia, sugiere que el Estado hebreo busca alterar la composición demográfica de los territorios que ocupó en 1967, condenando la construcción o expansión de hogares judíos en Jerusalén Oriental y Cisjordania. Acaso más importante, la resolución da a entender que la culpa de que no haya paz la tienen los israelíes.
Con su abstención, Estados Unidos fue aquiescente con una resolución que hasta recientemente hubiese vetado. De este modo, el supuesto giro en la política exterior causó una controversia política inmensa en la escena norteamericana, fogoneada en parte por la verborragia ofensiva de un Benjamín Netanyahu ofendido. En este sentido, el comportamiento de Barack Obama causó más estruendo que la resolución misma.
Por eso, más allá de lo que vaya a suceder con israelíes y palestinos –una discusión que dejaré para mi próximo artículo– resulta conveniente analizar si efectivamente ha habido un cambio en la agenda. En todo caso, también conviene dar cuenta del percibido impacto que causó el presidente saliente, y cómo se verá reflejado esto en la administración entrante de Donald Trump. Continuar leyendo «Israel, Estados Unidos y el Consejo de Seguridad: entre Barack Obama y Donald Trump»
El 4 de diciembre participé en un evento organizado por el Centro Moshe Dayan de la Universidad de Tel Aviv. El tema de discusión fue la situación contemporánea de los kurdos en relación con el embate yihadista y con los desafíos regionales. Dos funcionarios circunstanciados hicieron de oradores principales, uno kurdo y el otro israelí. El primero, Akil Marceau, vino a representar la posición del Kurdistán iraquí (KRG), y el segundo, Uri Hazan, vino a compartir la mirada de la cancillería israelí. Sumando al panel, el encuentro contó con la moderación de Ofra Bengio, una renombrada experta en asuntos kurdos.
Durante el evento se hizo evidente que la cuestión kurda es uno de los temas de discusión más candentes en Medio Oriente. Ubicados en el ojo de la tormenta yihadista, están moviéndose ahora a una tormenta geopolítica. En ese sentido, los oradores plantearon que los kurdos tienen decisiones difíciles por delante, y que deben tomar resoluciones contundentes para asegurar su lugar en el mundo. En este contexto, dada la relevancia del debate, creo conveniente exponer los argumentos principales de Marceau y Hazan. Continuar leyendo «Los kurdos en el ojo de la tormenta yihadista»
Entre el 22 y el 28 de noviembre Israel sufrió una ola de incendios, particularmente destructivos en el norte del país y en la ciudad de Haifa. Más de 1500 personas se quedaron sin hogar, y cientos de miles de israelíes tuvieron que ser evacuados en el curso de esos días. Según lo reportado, este fue el peor incendio desde que ardiera el monte Carmelo en 2010, y se quemaron aproximadamente dos mil hectáreas de bosque. Si bien varios de los incendios forestales habrían sido naturales, ya está consensuado que algunos de ellos fueron provocados intencionalmente. Como resultado, el término “intifada de fuego” empezó a encontrar cabida en la labia de políticos y periodistas.
¿Se puede hablar de un nuevo modus operandi en la militancia palestina en contra de Israel? En este momento, esta es la pregunta más selecta entorno a la discusión del conflicto. Por este motivo, resulta conveniente revisar el escenario actual. Incluso si de ahora en más los incendios intencionales se hacen más recurrentes, el término “intifada de fuego” no queda justificado ipso facto, no sin antes analizar la situación y sus posibles ramificaciones. Continuar leyendo «Incendios en Israel: ¿intifada de fuego?»
Entrevista a Shlomo Ben-Ami, exministro de Exteriores de Israel. Publicada originalmente en EL TIEMPO el 14/09/2016. Aquí se ofrece una versión más extendida.
Shlomo Ben-Ami (73) es un hombre de mundo. Israelí nacido en Marruecos, Ben-Ami empezó su carrera como académico e historiador, para luego desempeñarse como diplomático. Entre 1986 y 1992, Ben-Ami fue embajador en España, siendo allí el primer israelí en un cargo diplomático (luego de que España reconociera a Israel, a una década de finalizar el régimen franquista). Más adelante, en 1996, entró en la política con el partido laborista y ocupó una banca en el parlamento. En el 2000 llegó a convertirse en ministro de Exteriores durante el Gobierno de Ehud Barak, precisamente durante las negociaciones que llevaron a israelíes y palestinos a reunirse en Camp David, en julio de ese mismo año.
Ben-Ami habla cuatro idiomas, y al día de hoy enseña asuntos internacionales en la Universidad de Columbia en Estados Unidos. Columnista recurrente en Project Syndicate, y republicado por algunos de los diarios más prestigiosos del mundo, la suya es una voz respetada, y sus trabajos una referencia de primera mano para estudiar el conflicto árabe-israelí. Es miembro fundador del Centro Internacional de Toledo para la Paz (CITpax), donde actúa como vicepresidente, ocupándose de discutir posibles soluciones para algunos de los conflictos más duraderos del presente. Entre estos, Ben-Ami también se interesa en las negociaciones entre el Estado colombiano y las FARC. Cree que es un proceso irreversible, con mucho potencial de llegar a buen puerto, y que se centra en el principio de “justicia restauradora”.
Dirigida por Dror Moreh, The Gatekeepers (2012) podría ser traducida al español como «Los Guardianes», en referencia a las personas que se ocupan de cuidar el acceso hacia Israel, es decir, de vigilar la entrada al país como si este fuera un fortín de los tiempos clásicos.
Se trata de una película sumamente relevante para estudiar el conflicto árabe-israelí. Mediante ella, seis exjefes del Shin Bet, la agencia de seguridad interna de Israel, brindan acceso y perspectiva sobre los dilemas a los cuales tuvieron que enfrentarse durante sus «guardias». Comparten sus reflexiones, y –en el proceso– dan pie a un debate amplio que envuelve a toda la sociedad israelí. De allí estriba su importancia. Confronta al espectador con la dura realidad del aparato de seguridad de este país, y lo hace a uno participe. La cinta muestra los desafíos contantes a los que se enfrenta Israel, invitando al espectador a ponerse en el lugar de quienes toman las decisiones polémicas; que dicho sea de paso nunca son fáciles.
La película ha sido compartida en YouTube, subtitulada al español, y puede verse aquí, a continuación.
Entrevista a Nir Barkat, alcalde de Jerusalén. Publicada originalmente en PERFIL el 20/08/2016 bajo el título de «Judíos, cristianos y musulmanes cada vez se llevan mejor». Aquí se ofrece la versión completa de la misma.
Nir Barkat (56) es alcalde de Jerusalén desde el año 2008, y ya va por su segundo mandato. Se trata de una de las estrellas ascendentes de la política israelí. Es relativamente hablando muy popular, y se va perfilando, acaso diligentemente, para competir en el futuro por el liderazgo del partido Likud. Barkat no está hecho con el molde convencional de los políticos israelíes. No es un general, y el suyo no es un perfil cargado con una larga trayectoria militar. En cambio, proviene del mundo de los negocios; más específicamente del entorno start-up, de las empresas innovadoras, las incubadoras, y el emprendimiento. Por ejemplo, en 1988 fundó una de las primeras empresas informáticas de antivirus.
Su éxito empresarial ha sido tal, que hoy es el político más rico de Israel, y uno de los hombres más adinerados del país. Según él, como no necesita el sustento, a modo de salario simbólico se cobra menos de un dólar al año. En base a su experiencia como emprendedor, impulsó el desarrollo de empresas de alta tecnología en la ciudad, creando incentivos, y exenciones impositivas, para atraer inversiones y migrantes calificados. En términos políticos, se posiciona en el ala de la centroderecha secular, y, no obstante, se piensa así mismo como una suerte de facilitador, de mediador entre las distintas comunidades de Jerusalén.
Por otro lado, en función del conflicto con los palestinos, podría decirse que Barkat se inclina por medidas duras. No está dispuesto a dividir Jerusalén, y piensa que un Estado palestino es una mala idea, un proyecto inviable que traerá más daños que beneficios. En contraste con otros políticos, algunos analistas marcan que la suya es una visión práctica que –errada o acertada– se sustrae de experiencias y apreciaciones prácticas, y que no necesariamente parte de una narrativa religiosa. Pero, aunque pretende levantar puentes entre las distintas comunidades de la ciudad, Barkat no ha tenido ningún problema en erigir barreras de cemento en las calles (árabes) de Jerusalén Oriental, o en arrestar a cientos de palestinos. De hecho, en febrero de 2015, se ganó cierta mención internacional cuando ayudó, personalmente, a aprensar a un adolescente árabe que había apuñalado a un transeúnte judío en el estómago.
Entrevisté a Barkat en su despacho en Jerusalén, el jueves 4 de agosto. Me comentó que no está dispuesto a aceptar divisiones en su ciudad, y que la suya es una filosofía inclusiva que busca lo mejor para todos. Eso sí, la seguridad viene primero. Me dijo que la última ola de violencia y de acuchillamientos, patente el año pasado, es el producto de la incitación por parte de radicales, que dispersan mentiras, en tanto manipulan particularmente a los jóvenes. Sugirió no estar preocupado fundamentalmente por los clivajes de Jerusalén. Para él, la presencia de comunidades tan disonantes entre sí, como es la brecha entre ultraortodoxos y seculares, es una de las características inherentes de la ciudad. A lo largo de nuestra conversación, me causó la impresión que, para mi entrevistado, administrar estos y otros problemas no es una cuestión de ideología, pero más bien una cuestión de disciplina metódica y de vocación pública. Continuar leyendo «Nir Barkat: “Jerusalén tiene una filosofía integradora”»
Hoy tuve la oportunidad de asistir a una clase dictada por Dan Schueftan, director del National Security Studies Center de la Universidad de Haifa (NSSC). Schueftan es un académico internacionalmente reconocido, y, entre sus méritos profesionales, asesoró a Isaac Rabin y a Ariel Sharon en cuestiones estratégicas.
Durante la clase, que fue planteada a modo de introducción para el NSSC, este politólogo habló sobre las disyuntivas y las polémicas entre árabes e israelíes. La exposición duró una hora y media, y Schueftan usó la oportunidad para compartir sus reflexiones elementales acerca del presente conflicto, y elucidar sobre las prospectivas soluciones. Por ello, dada la relevancia del tema, me propongo reproducir aquí sus argumentos principales. Continuar leyendo «Conceptos de seguridad nacional israelí»
Como disciplina académica, el estudio de la diplomacia y de los asuntos internacionales presenta varios marcos teóricos. En esta materia, las teorías imparten aproximaciones conceptuales para explicar y dar cuenta del comportamiento de los actores que influyen sobre el globo. Por supuesto, el principal foco de los modelos teóricos son las entidades políticas, particularmente los Estados
Esbozadas para predecir o explicar el comportamiento de los Estados, las teorías se arraigan en visiones contrapuestas sobre la naturaleza misma de los seres humanos. En este sentido, hay una pregunta que, entre otros interrogantes secundarios, domina el debate: ¿hasta dónde o bajo que circunstancias los Estados están dispuestos a cooperar?
Como parte de una entrega de tres partes, el propósito de este escrito consiste en analizar los méritos y en todo caso la relevancia de la llamada teoría “liberal” de las Relaciones Internacionales, aplicada sobre el escenario de Medio Oriente. En respuesta a la pregunta planteada recién, los partidarios del enfoque liberal tienden a ser optimistas, en la medida que asignan un valor positivo a la colaboración. En cierto punto, la suponen incluso como algo inevitable que opera en beneficio de los intereses de todas las partes. Continuar leyendo «La Teoría de las Relaciones Internacionales y Medio Oriente: liberalismo»
Artículo Original. Publicado también en la revista LINEA DIRECTA (de AURORA), número 7-8, julio-agosto 2016.
El 12 de julio marcó el décimo aniversario del comienzo de la segunda guerra del Líbano, entre Israel y el Hezbollah libanes. El conflicto duró cinco semanas, y fue precipitado por las operaciones de la milicia chiita que tomó acción contra el Estado judío. Luego de disparar cohetes hacia poblados israelíes cercanos a la frontera con Líbano, combatientes de Hezbollah interceptaron a una patrulla del ejército israelí, dejando un saldo de tres soldados muertos, y dos capturados (que serían posteriormente ejecutados). A partir de estos acontecimientos, se desencadenaría una guerra asimétrica entre un ejército convencional y una guerrilla iniciada en el terrorismo.
Israel bombardearía intensivamente los bastiones de Hezbollah, y luego desplegaría una invasión terrestre en el sur del Líbano, pero a costas de causar gran daño material y humano en territorio libanés. Por otro lado, los guerrilleros islamistas lanzarían cohetes contra Israel indiscriminadamente, y lo harían desde zonas residenciales; aprovechando, de este modo, la cobertura provista por la infraestructura civil para complicar las decisiones del mando israelí. En breves cuentas, el conflicto se llevó la vida de un número aproximado de 600 combatientes de Hezbollah, 1200 civiles libaneses, y 165 israelíes, 44 de ellos civiles.