Artículo Original. Publicado también en INFOBAE el 20/04/2018.
El 10 de febrero Israel atacó la base aérea T-4 (Tiyas) utilizada por Irán, desencadenado una serie de incidentes que pusieron en duda el grado de libertad que tiene Israel sobre los cielos de Siria. En la operación un caza F-16 fue derribado por misiles de las fuerzas del Gobierno sirio, cosa que provocó otra ofensiva israelí; esta vez sobre las baterías antiaéreas S-200 de Bashar al-Assad. Este desarrollo hizo que algunos comentaristas aseguraran que Israel ya no tiene la capacidad para llevar a cabo ataques quirúrgicos y salir con virtual impunidad.
Federico Gaon, analista internacional, dijo en NTN24 que tras el ataque coordinado entre Estados Unidos, Reino Unido y Francia a Siria “es mi valoración personal que el ataque estadounidense no ha sido contundente en su objetivo”. Continuar leyendo “Entrevista con NTN24: El ataque estadounidense a Siria”
En abril de 2017 Estados Unidos atacó una base aérea siria en respuesta al supuesto uso de armas químicas por parte de Bashar al-Assad. Un año más tarde, Washington vuelve a bombardear intereses del régimen sirio para así castigarlo por utilizar el mismo tipo de armamento. En concreto, el último ataque estadounidense de produjo el 13 de abril y contó con la participación de Francia y Reino Unido, países que sumaron su apoyo para condenar el presunto empleo de gas cloro seis días antes contra la población civil de Duma, ubicada al noreste de Damasco.
Según el Pentágono, los objetivos escogidos fueron un centro de investigación en Damasco que estaría vinculado con la producción de agentes bacteriológicos, y dos instalaciones de almacenamiento de armas químicas en Homs.
Este desarrollo conviene ser analizado y comparado con el ataque que tuvo lugar el año pasado. Si bien las circunstancias en Siria han cambiado, las dinámicas geopolíticas se mantienen constantes. Vista la situación en estos términos, el ataque estadounidense puede verse como un llamado de atención hacia sus enemigos. La verdadera pregunta es para quién es la advertencia, y si realmente tendrá el efecto buscado. Continuar leyendo “¿Qué impacto tendrá el nuevo ataque estadounidense contra Siria?”
La intervención turca en Siria ha dado rienda suelta a los anhelos revisionistas de los nacionalistas de Turquía. Como ya argumentaba previamente en este espacio, el presidente Recep Tayyip Erdogan es cada vez más explícito acerca de expandir las fronteras de su país. Aunque la palabra “conquista” está fuera del léxico del mandatario filoislamista, sus intenciones son transparentes, y quizás más importante, son bien recibidas por los sectores nacionalistas seculares. Cuando Erdogan se refiere a los nexos históricos que unen a ciudades como Alepo y Mosul con el pueblo turco, lo que en efecto está haciendo es marcar territorio. Por un lado envía un claro mensaje a los adversarios de Ankara. Por otro, está avivando el nacionalismo en casa para apalancarse políticamente.
La cuestión turca es uno de los grandes interrogantes geopolíticos en boga, y no queda claro hasta qué punto Turquía logrará expandir sus dominios. Aunque los turcos están insertos en el norte de Siria, su desempeño militar frente a las fuerzas kurdas es bastante cuestionado. La llamada operación “Escudo del Éufrates”, lanzada en 2016, no logró la captura de Manbiy, un punto estratégico que sirve de nexo entre cuatro provincias sirias. A comienzos del año pasado los turcos tuvieron que aceptar a regañadientes un cese al fuego impuesto por Rusia, y sin embargo Erdogan continúa insistiendo en escalar las hostilidades sobre todo el territorio kurdo. Si bien podría decirse que la captura de Afrín el último 18 de marzo lo ha envalentonado, la reciente operación “Rama de Olivo” presenta serios problemas. En palabras de un analista militar estadounidense, “Turquía, el segundo ejército más grande de la OTAN, no está pudiendo someter una área de tierra protegida por una fuerza pobremente equipada, pero altamente motivada”.
Con estos problemas como telón de fondo, los revisionistas turcos insisten en recuperar los territorios que por designio histórico supuestamente le pertenecen a la patria. Además de reclamar el norte de Siria y de Irak, los nuevos otomanos incluyen en su lista de ambiciones a las islas griegas del mar Egeo. Pese a realidades que contradicen los deseos revanchistas, los nuevos otomanos presagian que la Turquía recuperará las glorias del pasado. Continuar leyendo “Los presagios de los nuevos otomanos”
Artículo Original. Publicado también en INFOBAE el 19/02/2018.
En la mañana del 10 de febrero un caza F-16 israelí fue derribado luego de haber atacado objetivos iraníes en Siria. Dicho ataque fue una represalia por el lanzamiento de un dron (“Saeqeh”) persa hacia el norte de Israel. Aunque el caza en cuestión fue alcanzado por misiles antiaéreos sirios, los dos tripulantes volaron la aeronave hasta la frontera israelí, logrando eyectarse con vida. Horas más tarde, Israel lanzó una operación aérea abarcadora que resultó en la destrucción de aproximadamente la mitad de las baterías antiaéreas del Gobierno sirio, incluyendo S-200 soviéticos de largo alcance (SA-5 según la designación de OTAN).
Esta secuencia de eventos, y en particular el derribamiento del caza israelí, ha suscitado un debate acerca del grado de discreción que tiene Israel sobre el cielo de Siria. En rigor, la discusión se inició tiempo atrás con la intervención rusa en defensa del régimen de Bashar al-Assad, especialmente luego de que el Kremlin desplazara baterías S-400 de última tecnología a Siria en 2015. También cabe tener presente que Israel no había perdido a un caza en combate desde la guerra del Líbano de 1982. Sin embargo, aunque la Fuerza Área Israelí (IAF) es el caballo de batalla por excelencia del Estado hebreo, la pérdida de uno de sus aviones es un hecho que puede ser interpretado erróneamente. Continuar leyendo “¿Tiene Israel libertad de acción sobre el cielo sirio?”
Sobre el Estado Islámico (ISIS) existe una amplia selección bibliográfica, especialmente con motivo de la sensación mediática que la violencia yihadista produce. Siendo un tema candente, en las librerías se presentan varios escritos que plantean descifrar el enigma del totalitarismo islámico para el beneficio del lector casual. En uno de mis viajes recientes me topé con ISIS: The State of Terror(que sería traducido como “ISIS: El Estado del Terror”) escrito por Jessica Stern y J.M. Berger, estadounidenses estudiosos del fenómeno de la militancia islámica. Es un texto publicado originalmente a comienzos de 2015, cuando el supuesto califato estaba en plena ofensiva por mayores territorios en Mesopotamia y el Levante.
Escrito en un formato de divulgación (y de fácil comprensión), a mi juicio el libro se destaca por explorar algunas de las características principales del ISIS. En particular, se hace hincapié en el componente propagandístico de la agrupación, y su uso extensivo de las redes sociales para promocionarse y reclutar nuevos integrantes. También se presentan las diferencias de doctrina entre el ISIS y su progenitor, es decir, Al-Qaeda. Los autores aducen que el califato representa una suerte de emprendimiento populista, y que la histórica agrupación de Osama bin Laden retiene su creencia en una vanguardia (elitista) pensada para marcarle el ejemplo a las masas. En este aspecto, Stern y Berger emplean una correcta distinción entre el yihadismo a la vieja y nueva usanza, y emiten recomendaciones para que Estados Unidos y Occidente lidien con dichas amenazas. Continuar leyendo “ISIS: El Estado del Terror”
En las últimas semanas se han producido movimientos importantes en el sur de Siria, cerca del monte Hermón y de los Altos del Golán. Parece ser que el gobierno sirio y sus aliados proiraníes están emprendiendo una ofensiva contra los rebeldes del llamado Ejército Libre Sirio (FSA por sus siglas en inglés) ubicados en torno a la ciudad de Beit Jin. Los reportes de prensa indican que las fuerzas de Damasco emitieron un ultimátum a sus adversarios, ofreciéndoles una tregua temporaria. Siguiendo el precedente de acuerdos pasados, los rebeldes que así lo dispongan podrán viajar (escoltados por la Media Luna Roja Árabe Siria) a la provincia de Idlib, en donde podrán unirse a la insurgencia islamista que sigue allí sin aplacarse. Por otra parte, quienes no acepten la oferta deberán enfrentarse a una respuesta militar. Al momento de escribir estas líneas parece ser que los rebeldes del FSA están acatando las instrucciones.
Este desarrollo es significativo por dos cuestiones fundamentales. En primera instancia, sugiere que Irán y el régimen de Bashar al-Assad están dispuestos a capitalizar réditos políticos luego de la seguidilla de victorias que vienen obteniendo derrotando al Estado Islámico (ISIS), particularmente expulsando a los yihadistas de Deir Ezzor. Para al-Assad y sus aliados es muy importante proyectar fortaleza y determinación para reunificar Siria. En términos domésticos, la propia legitimidad del régimen descansa en la habilidad o competencia que muestre Assad a los efectos de pacificar el país. En segundo lugar, la ofensiva sobre Beit Jin es significativa porque muestra que el bloque chiita está asumiendo un riesgo calculado a sabiendas de una coyuntura internacional favorable. De este modo, Assad, asistido por Hezbollah, está permitiendo mayor influencia de proxies iraníes en Quneitra, a costas de invitar una respuesta militar israelí.
Los medios reportan que el autodenominado califato islámico ha perdido su último bastión de envergadura en Siria, la ciudad de Deir Ezzor, y que ahora se bate por conservar sus posiciones remanentes en torno al Éufrates, en el este del país. Este acontecimiento se suma a las significativas derrotas infligidas a los yihadistas en los últimos meses, vaticinando el fin del Estado Islámico (ISIS) como se lo conocía hasta ahora. En julio los terroristas perdieron Mosul frente a las fuerzas iraquíes y las milicias chiitas apoyadas por Irán; y en octubre sucumbieron ante la ofensiva de los kurdos sirios en Raqqa, agrupados en las llamadas Unidades de Protección Popular (YPG). Como marca George Chaya, las derrotas en Siria e Irak incluso provocaron el colapso del aparato propagandístico del califato virtual.
No obstante, más allá de que la mancha negra del ISIS está achicándose, su relativa desaparición podría eventualmente desencadenar un conflicto abierto entre las fuerzas del régimen sirio y las milicias kurdas como las YPG. Similar a lo que ocurre en Irak –en términos de la realpolitik– podría discutirse que el ISIS representaba una suerte de “tapón” o buffer entre actores adversos. Siendo el enemigo común de todas las partes, su existencia venía previniendo que se destaparan enfrentamientos relevantes entre las distintas partes que compiten por territorio en Medio Oriente. En este sentido, mientras que la derrota del ISIS está trayendo una mayor proyección iraní en Irak, en Siria esto está beneficiando a los kurdos; que tarde o temprano estarán en la mira de Damasco. Continuar leyendo “Configuración territorial cambiante: las fuerzas de Al-Assad avanzan sobre Deir Ezzor”
Artículo Original. Publicado también en INFOBAE el 10/11/2017.
Hace un año escribía que Líbano salía de su estancamiento político gracias a Hezbollah. Luego de dos años y medio de parálisis institucional, el país de los cedros puedo “normalizar” su situación con la asunción de Michel Aoun como presidente, y la llegada de Saad Hariri como primer ministro. Hezbollah efectuó de bróker, como agente intermediario que facilitó la formación del nuevo Gobierno. Ahora bien, un año más tarde, el 4 de noviembre se dio a conocer que Hariri renunciaba a su posición desde Arabia Saudita, refiriéndose a un supuesto complot orquestado por Hezbollah para acabar con su vida.
Por lo pronto, este acontecimiento está sumiendo a Líbano en otra de sus tantas crisis nacionales, marcadas por fuertes contrastes sectarios entre cristianos, sunitas y chiitas. Dada la envergadura de la ocasión, es conveniente analizar el escenario, particularmente en función de las posibles consecuencias inmediatas en el marco regional. En este sentido, si uno se remite a las declaraciones de los propios funcionarios sauditas, Líbano le habría declarado la guerra a Riad. Son declaraciones sobrias que reflejan el grado de preocupación de Arabia Saudita con la penetración de Irán en su vecindario. No es secreto que Hariri es el protegido de los sauditas, ni que Hezbollah responde a los intereses de Teherán. Continuar leyendo “¿Qué significa la renuncia del primer ministro libanés para la Guerra Fría de Medio Oriente?”
Artículo Original. Publicado tambíen en INFOBAE el 29/08/2017.
Al cabo de un mes Medio Oriente podría atestiguar una transformación geopolítica de envergadura, cosa que alteraría el panorama regional a largo plazo. La prospectiva independencia de un Estado kurdo al norte de Irak tiene en vilo sobre todo a Ankara, Bagdad y Teherán, puesto que – de materializarse – este escenario socavaría sus intereses. En esencia, un nuevo Estado en la rica zona histórica de Mosul minaría la estabilidad fronteriza que mal que mal soportó el embate de dictadores y sucesivas guerras. Los kurdos soportaron el designio británico que los aglutino junto con árabes sunitas y chiitas en el Estado iraquí, la inclemencia del partido Baaz, las masacres de Saddam Hussein, y, más recientemente, las atrocidades del yihadismo.
Suele decirse que los kurdos constituyen el pueblo más grande sin un Estado nacional propio. Pero esto podría cambiar a partir del 25 de septiembre, cuando el Gobierno Regional de Kurdistán (KRG) con sede en Erbil tiene agendado celebrar un referéndum independentista. Pese a creciente presión internacional, funcionarios kurdos aseguran que el voto no será suspendido bajo ninguna circunstancia; y “que no hay vuelta atrás” de este proceso trascendental. Por esta razón, las próximas semanas podrían ser cruciales en dar forma a un nuevo mapa político que beneficia a unos e incomoda a otros. Continuar leyendo “El Kurdistán iraquí: la transformación geopolítica de Medio Oriente”