En tanto Israel se enfrenta con las facciones palestinas por el tema del libre acceso a los lugares santos, disputando la misma cuestión, otra batalla está teniendo lugar en los foros diplomáticos patrocinados por las Naciones Unidas (ONU). Esto viene sucediendo particularmente en los salones parisinos de la UNESCO, el organismo creado para velar por la educación, la ciencia y la cultura alrededor del mundo. Allí, los representantes árabes del Consejo Ejecutivo lograron aprobar una “decisión” que arremete contra Israel en este y en otros frentes, todos vinculados con dichas áreas loables que – en teoría, de acuerdo con la UNESCO – deberían escapar de la política, en beneficio de la humanidad en su conjunto. Este Consejo consta de un cuerpo de 58 Estados, cuyos representantes se convocan dos veces al año para examinar la implementación de los programas específicos de la organización. A esto, según lo confirmado hasta ahora, durante el ciclo 2015 que acaba de finalizar, el Consejo Ejecutivo se ensañó con Israel, asentando en papel durísimas críticas por sus supuestas violaciones, trasgresiones y desdeño hacia los palestinos, especialmente en torno al acceso a los lugares santos.
Pedro, vengo siguiéndote desde hace tiempo y, a decir verdad, ésta es la primera carta abierta que escribo. Me gustaría creer que llegarás a leerla, pero me confieso escéptico. Yo no tengo renombre, no salgo en radio o televisión, y tampoco convoco a las multitudes que vos reunís en eventos y congresos. Sin embargo, espero que me entiendas, tenía que escribir. Muchas veces te escuché decir cosas sobre el conflicto palestino-israelí, que a mi criterio tergiversas o presentas de modo tendencioso. Bien, desde ya podríamos acordar, con justa razón, que no existe tal cosa como la neutralidad o la absoluta parcialidad. Cada quién tiene su opinión, su libro, sus certidumbres, sus puntos de vista; y eso, en sí, está perfecto. Pero el problema que veo y, al caso, el motivo por el cual escribo, pasa por que vos no sos – como dice la expresión – un simple mortal. Tenés al servicio de tus ponencias medios masivos y por ello, casi automáticamente que digamos, ostentas la capacidad de influenciar a miles de personas, sobre temas que no necesariamente conocen. No obstante, particularmente con lo que hace a Israel y a Medio Oriente, estás obsesionado. Creo que te pasaste de la raya y, desde mi lugar, quería explicarte por qué.
Verás, no te escribo para cuestionar tu formación o intelecto. Si estás en donde estás es porque tenés talento, porque sos un tipo culto en muchas cosas, y no menos importante, porque te expresas bien, de un modo que cualquiera puede entender. En función de esto último, te escuché hacer analogías quisquillosas entre el conflicto palestino-israelí, el Pac-Man y el T.E.G. Israel – le explicas a la gente – es la hambrienta bola amarilla que para pasar de nivel tiene que seguir comiendo puntitos de a poquito, pues nunca queda satisfecha. Claro, también das a entender que si uno quiere apreciar en qué consiste la geopolítica y particularmente las maquinaciones de Israel en el conflicto, uno tiene que jugar al T.E.G, el imbatible juego de estrategia argentino. Pero, ¿sabes que pasa, Pedro? La tele y la radio no son, o mejor dicho, no deberían ser, una charla de café; especialmente, cuando se habla de temas tan complicados y polémicos. Dada tu privilegiada posición como referente público sobre Medio Oriente, alguien medianamente informado se esperaría que tu análisis del conflicto palestino-israelí fuera algo más profundo que el Pac-Man o el T.E.G. Tengo 26 años, y evidentemente no tengo tu trayectoria, pero, para serte honesto, aspiro a tenerla. Hace varios años vengo invirtiendo mi tiempo leyendo de todas las fuentes posibles a mi alcance para nutrirme con múltiples líneas editoriales, tomándome la cuestión del conflicto bastante en serio. Vos sos una de esas fuentes, mas hoy día te escucho hablar de Israel y Palestina, tan sucintamente y simplificadamente, que si no me hubieran dicho que sos un prestigioso analista – por algo contratado por la CNN – pensaría que sos un charlatán que habla en base a lo que leyó en Wikipedia. Continuar leyendo «Conflicto palestino-israelí: carta abierta a Pedro Brieger»
Artículo Original. Publicado también en INFOBAE el 14/10/2015; y en AURORA el 14/10/2015 bajo el título «Las Intifadas como llamados de atención internacional».
Tierra Santa es nuevamente foco de atención con motivo de los actos terroristas que vienen sacudiendo a israelíes y a palestinos desde hace algunas semanas. En medio de la violencia, los analistas se preguntan si se avecina una Tercera Intifada, o si esta ya es una realidad asentada. Todos los días vienen registrándose nuevos incidentes, generalmente provocados por jóvenes palestinos con armas blancas, contra uniformados y civiles israelíes.
Desde mi punto de vista, delinear a estas alturas si en efecto se trata de una intifada, es decir de un levantamiento general, es prematuro, en tanto la aseveración genera mayor pesadumbre y ansiedad. Sin embargo, en cualquier caso, la pregunta obvia es por qué está sucediéndose semejante escalada; por qué en este momento, y qué responsabilidad puede atribuírsele a cada bando. Continuar leyendo «¿De camino a una tercera intifada?»
Como es costumbre en esta época del año, las Naciones Unidas (ONU) inauguran las sesiones en la Asamblea General con las intervenciones introductorias de los mandatarios del mundo. Este órgano representa el principal foro internacional existente, conglomerando a 193 Estados miembros, entre otras delegaciones observadoras de distintos organismos. Al caso de la cuestión israelí-palestina, Benjamín Netanyahu pronunció su discurso el 1 de octubre, y expuso su visión acerca de los peligros latentes que acechan a su país y a Medio Oriente.
En este espacio, tal como hiciera con la exposición de Mahmud Abás, me propongo resumir y luego discutir el discurso del primer ministro israelí. Lo primero para decir es que habló durante 40 minutos, y, previsiblemente, centró su discurso en la amenaza planteada por el programa nuclear iraní, manifestando enfáticamente su oposición al acuerdo de las potencias con Teherán. Remarcó, en indirecta alusión a la administración Obama, que la historia enseña que dejadas al azar, las buenas intenciones por sí solas no bastan para lidiar con el mal. En efecto, Netanyahu dedicó dos tercios de su tiempo para aislar a Irán y demostrar lo ridículo que es el acuerdo con dicho régimen islámico. Citó, por ejemplo, dichos por parte del líder supremo de la revolución, Ruholla Jomeini, quien habría aseverado que el acuerdo con Estados Unidos no cambiaba nada, y que por consiguiente, los estadounidenses seguían siendo vistos como enemigos. Para validar su punto, Netanyahu también mostró desde el estrado un texto reciente, escrito y difundido por Jomeini, en donde este detalla cómo será la destrucción de Israel. Continuar leyendo «Benjamín Netanyahu en las Naciones Unidas: 45 segundos de silencio»
A setenta años desde su establecimiento, las Naciones Unidas (ONU), tal como es costumbre todos los años en septiembre, invita a los líderes del mundo a viajar a Nueva York para participar del debate en general de la Asamblea General, el principal foro internacional del planeta. Al caso de la cuestión israelí-palestina, Mahmud Abás pronunció su discurso el 30 de septiembre, y expuso su visión acerca de lo que le incumbe en Medio Oriente.
En este espacio me propongo resumir y luego discutir la exposición del dirigente palestino. Lo primero que se podría decir, para comenzar, es que su discurso va en línea con la narrativa que se presenta año tras año, haciendo su contenido desde ya previsible. Abás centró su exposición de 40 minutos en Israel. Arremetió contra la presencia judía en Cisjordanía, contra el bloqueo israelí a la Franja de Gaza, y demás agravios relacionados. En relación con los incidentes recientes en torno a la Explanada de las Mezquitas en Jerusalén, Abás acusó al Gobierno israelí de violar los derechos religiosos de los musulmanes y los cristianos. Según lo alegado por el líder palestino, el Gobierno israelí, en liga con extremistas judíos, está tramando para apropiarse de los lugares santos, de modo tal – continuó – que Israel está atentando contra el statu quo previo a 1967, cuando los lugares santos estaban fuera de la jurisdicción de los hebreos. Continuar leyendo «Mahmud Abás en las Naciones Unidas: ¿el fin de la era Oslo?»
¿Qué se siente ser embajador de Israel en Estados Unidos? En su reciente libro, Michael Oren, estadounidense naturalizado israelí, e historiador convertido en diplomático, narra sus experiencias, y da cuenta de los desafíos a los que tuvo que enfrentarse cómo embajador de Benjamín Netanyahu ante la administración de Barack Obama. En Ally: My Journey Across the American-Israeli Divide (que podría ser traducido como “Aliado: mi viaje a través de la brecha estadounidense israelí”) Oren explaya el camino que tuvo transitar para representar al Gobierno israelí en Estados Unidos.
El texto combina el relato autobiográfico del autor, y brinda sus apreciaciones sobre eventos claves que marcaron su estadía en Washington en calidad de ministro plenipotenciario. El libro ofrece una perspectiva abarcativa acerca del rol exigente al que se somete un embajador israelí en Estados Unidos. Quizás lo más interesante del libro estriba de las críticas del autor a las políticas de Obama para con Medio Oriente e Israel. Oren, quien nunca antes había servido como diplomático, fue embajador entre julio de 2009 y septiembre de 2013, y en su libro, a forma de crónica, da lugar a reflexiones que terminan en críticas rotundas al presidente norteamericano. Oren sirve en la actualidad como miembro de la Knesset (parlamento) por el nuevo partido Kulanu, formado por expartidarios del Likud, y su visión por lo pronto podría ser representativa de un espectro importante del establecimiento político israelí, por lo que merece ser analizada. Además, me permito agregar que en algún punto la misma es representativa de mi propio pensamiento. Continuar leyendo «La crónica de un embajador israelí en Estados Unidos»
Cuando en un seminario me toca hablar sobre el conflicto árabe-israelí, y particularmente de sus raíces, suelo citar las experiencias de galantes personajes durante su tránsito por Medio Oriente, antes y después de la Primera Guerra Mundial. Comparto con la audiencia la reflexión de Mark Twain, Adoulx Houxley, Winston Churchill, y otros viajeros, que desde sus experiencias presentan puntos de vistas interesantes que nos permiten acceder a la sociedad árabe, por lo pronto desde una perspectiva occidental. Si bien dichos testimonios no constituyen historia fáctica u objetiva en el sentido estricto de la expresión, su valor reside en la trasmisión de las vivencias subjetivas de hombres cultos y lúcidos ante el panorama árabe dentro del cual llegaron a adentrarse.
Leon Uris, quien fuera un afamado novelista estadounidense, mejor conocido por Éxodo (1958), se vale del registro histórico para escribir El Peregrino (The Haj, 1984), una obra que sitúa al lector en el drama de los árabes palestinos antes, durante y después de la creación del Estado de Israel. Si Éxodo presenta el conflicto por la estatidad hebrea desde el punto de vista de los pioneros y refugiados judíos, El Peregrino lo hace desde el ángulo de los palestinos; desde aquellos que se vieron forzados por las circunstancias a abandonar sus hogares. Magistral para algunos y viciosa para otros, lo cierto es que El Peregrino viene a ser el complemento de Éxodo, en tanto expone la misma versión de los hechos, presentando, por decirlo en resumidas cuentas, a los judíos e israelíes como civilizados, y a los árabes como seres sectarios, egoístas, y con carácter autodestructivo. Continuar leyendo «Leon Uris y la desmitificación de la narrativa palestina»
Artículo Original. Publicado también en INFOBAE el 14/08/2015 bajo el título de «Reflexiones sobre el extremismo religioso»; y en AURORA el 15/08/2015 bajo el título de «¿Es comparable el terrorismo judío al terrorismo palestino?»
Hace poco más de una semana dos trágicas noticias sacudieron a Israel. Primero está el caso del judío ultraortodoxo con antecedentes penales, quien sin ningún escrúpulo por el quinto mandamiento, se infiltró en una marcha del orgullo gay y apuñaló a seis personas, hiriendo de muerte a una adolescente de 16 años. Luego está la noticia del niño palestino de un año y medio abrasado tras un ataque perpetrado por colonos israelíes en Duma, un pueblo del norte de Cisjordania. El padre del pequeño falleció al cabo de unos días. Su madre y hermanito de cuatro años salieron con vida, mas con quemaduras graves. Estos incidentes, percibidos con justa razón como tangentes, provocaron una ola de indignación en la amplitud del establecimiento político israelí, como así mismo en gran parte de la sociedad civil. El sábado primero de agosto miles de personas se congregaron en distintos puntos del país para condenar los hechos de violencia y la intolerancia religiosa subyacente. Articulados por judíos, estos actos fueron catalogados inmediatamente como terroristas, y no representan hechos aislados. Las protestas, en este aspecto, hicieron eco de una inquietud arraigada principalmente en los sectores medios, frente a lo que se siente como una tendencia hacia la polarización religiosa; que en vista de muchos, amenaza la identidad pluralista y secular de Israel.
No obstante, sin restar importancia a estos asesinatos, ni a sus detonantes ideológicos dentro del extremismo judío, se presenta ahora una oportunidad para deliberar, mediante el ejercicio de la comparación, las diferencias cualitativas entre cómo los israelíes tratan con el extremismo procedente de su bando, y cómo los palestinos tratan con el suyo. Continuar leyendo «Terrorismo judío y terrorismo palestino»
Este jueves se anunció que la Autoridad Nacional Palestina (ANP) encabezada por Mahmud Abbas reordenaría el gabinete de Gobierno, moviendo a ministros de una posición a la otra, reafirmando en el proceso la existencia de dos entidades contrapuestas en la política palestina. Abbas, líder del tradicional partido Al-Fatah, conduce un Gobierno palestino internacionalmente legitimado con sede en Ramala. Por contramano, en la Franja de Gaza existe un Gobierno que no responde a Abbas, y que es controlado por el grupo islamista Hamás. Antagónicas entre sí, ambas facciones políticas intentaron reconciliarse en reiteradas oportunidades, mas nunca lograron consignar una agenda en común, y consecuentemente nunca pudo establecerse un verdadero Gobierno de unidad. Un mes atrás, Abbas canceló el último acuerdo en una serie de experimentos por gestar fraternidad entre dos grupos que han probado ser mutuamente fratricidas el uno con el otro.
Ante el anuncio de la reestructuración del gabinete de Abbas, Hamás protestó alegando que la medida era inconstitucional, y que se hacía sin el consenso de la población; representando un golpe en el pacto de unidad. Previsibles, estos comentarios no son en sí una noticia. Lo relevante en cambio es que Abás parece estar nuevamente barajando sus cartas para regir más cómodo con ministros a los que pueda poner en su regazo. En este sentido, hace tiempo se sospecha que Abás se estaba quitando de encima a su primer ministro, Rami Hamdallah, un tecnócrata con un carácter incompatible con el populismo de su patrón. Continuar leyendo «Mahmud Abbas reafirma su poder»
Artículo Original. Publicado también en AURORA el 05/08/2015.
Hace pocos días los medios anunciaron que Jonathan Pollard, el exanalista de inteligencia norteamericano de origen judío sentenciado a cadena perpetua por espionaje en favor de Israel, sería liberado en noviembre próximo tras permanecer durante treinta años en prisión. Pollard fue capturado en 1985 por el FBI mientras intentaba infructuosamente conseguir asilo en la Embajada israelí en Washington. Desde entonces, el incidente Pollard ha sido una astilla en las relaciones entre los sucesivos Gobiernos israelíes y la Casa Blanca. Pollard nunca expresó remordimiento por haber transferido información sensible a agentes israelíes, y, de acuerdo con quienes lo defienden, es el único estadounidense en haber recibido la cadena perpetua por pasar material clasificado a un país aliado.
Dadas las circunstancias del presente, tiene sentido asumir que su liberación estaría relacionada con el acuerdo entre Estados Unidos e Irán. En boga entre los analistas y periodistas, esta hipótesis fue – como sería de esperar – rechazada de tajo por los portavoces oficiales. ¿Fue Pollard liberado por el presidente Barack Obama a modo de gesto hacia Israel, para atenuar la tensión que estriba del criticado acuerdo nuclear? Me inclino a pensar que sí. Continuar leyendo «Israel, Pollard, y la Casa Blanca»