Ponencia organizada por la Comunidad Israelita Sefaradí del Uruguay, el 28/04/2021.
Emirato Islámico de Afganistán 2
Artículo Original. Publicado también en INFOBAE el 30/04/2021.

Los casi veinte años de guerra en Afganistán representan una tragedia sobre otra. Aunque desencadenada con buenas intenciones tras los ataques del 9 de septiembre, la guerra que recién acaba termina donde comenzó: con los talibanes gobernando el país, o al menos muy cerca de estarlo. Próximamente, Afganistán podría convertirse nuevamente en un Emirato islámico, como aquel en existencia entre 1996 y 2001. Volvería a ser una entidad repartida y gobernada entre jefes tribales, guerreros y jurisconsultos, desechando a la basura cualquier expectativa occidental de modernización y liberalización.
El 14 de abril el presidente Joe Biden anunció la difícil y controversial decisión que ninguno de sus predecesores quiso asumir: ni siquiera Donald Trump, por demás renuente a longevos compromisos militares. Si bien este también quería retirar a Estados Unidos de Afganistán, durante su gestión Washington alternó entre enviar más tropas y minimizar la huella en el terreno, perfilando últimamente una salida para mayo de este año.
Biden, en contraste con Trump, anunció la retirada sin vueltas, sin especificar condiciones, y sin detallar la posibilidad de futuras negociaciones. Lo hizo en un discurso de minuto y medio de duración, marcando posteriormente que la salida final coincidirá, precisamente, con el aniversario del 11-S. Como expresara lacónicamente, la guerra no iba hacia ningún lugar. Y lo cierto es que ya nadie tiene respuestas o escenarios factibles en mente como para proyectar un Afganistán estable y funcional, mucho menos próspero y democrático. Continuar leyendo “Emirato Islámico de Afganistán 2”
El rey Bibi: escenario político en Israel
El regreso del faraonismo en Egipto
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En su estudio seminal sobre los orígenes del nacionalismo, Benedict Anderson establecía que todas las comunidades políticas son construcciones socialmente imaginadas, articuladas mediante narrativas orquestadas; y, no obstante, apañadas en memorias colectivas con las que una determinada población se siente representada. Genérica y sociopolíticamente, el nacionalismo cumple el propósito moderno de infundir solidaridad y afinidades comunes entre personas que no se conocen entre sí. Gracias a estos vínculos, la población de un país puede interrelacionarse intergeneracionalmente con sus ancestros y coterráneos, compartiendo y transmitiendo aspiraciones comunes, y las mismas sensaciones encontradas para con otros colectivos o naciones.
Entrada la Modernidad, Egipto, como tantos otros países convertidos en Estado, se debatió que héroes utilizar para formar un panteón original, y que valores y mitos fundacionales encuadrar como parte del ethos nacional. A diferencia del resto de las entidades soberanas del mundo árabe, generalmente constituidas a partir de la injerencia colonial europea, Egipto cuenta con una rica historia milenaria que precede al islam. Por tanto, una de sus expresiones nacionalistas traza continuidad discursiva entre la antigua civilización de los faraones y las vicisitudes contemporáneas, suponiendo que el país de las pirámides siempre ha constituido una unidad independiente, separada del resto de Medio Oriente.
El grandilocuente desfile dorado de los faraones, celebrado el 3 de abril en El Cairo, y con trascendencia mediática internacional, refleja quizás la lectura o la experiencia que el presidente Abdel Fattah al-Sisi asume para dar cuenta de la identidad de su tierra; una que, luego de un siglo de desventuras entre liberales, panarabistas, e islamistas, aún no encuentra un modelo nacional consensuado. Aunque los egipcios pueden estar orgullosos de las grandes contribuciones que aportaron sus antepasados, no todos contemplan el legado de los reyes politeístas de la misma forma, sobre todo a la luz de las enseñanzas y tradiciones iconoclastas del islam. Continuar leyendo “El regreso del faraonismo en Egipto”
¿Una alternativa al canal de Suez?
Artículo Original. Publicado también en INFOBAE el 14/04/2021.

El reciente bloqueo del canal de Suez demuestra, en clave geopolítica, la necesidad de crear nuevos pasos para el comercio internacional. Por el canal egipcio, un cuello de botella inaugurado hace poco más de 150 años, circula más del 10 por ciento del tráfico marítimo mundial, de modo que el estancamiento del portacontenedores panameño, varado durante una semana, causó pérdidas descomunales.
Según la aseguradora británica Lloyd’s, cada día de bloqueo costó 9.600 millones de dólares en pérdidas directas, pero posiblemente mucho más en los desgastes indirectos de las jornadas desperdiciadas. En consecuencia, más que anecdótico, el fiasco puso de relieve la vulnerabilidad de las cadenas logísticas extensas, la necesidad de abaratar costos, y el desafío de minimizar riesgos a la continuidad de negocios. Continuar leyendo “¿Una alternativa al canal de Suez?”
Una excepción a la regla: Kosovo reconoce a Jerusalén como capital de Israel
Artículo Original. Publicado también en INFOBAE el 03/04/2021.

El 14 de marzo Kosovo formalizó la apertura de su embajada en Jerusalén, convirtiéndose en la primera entidad europea en reconocer (de iure) la capital israelí. Con esta decisión, el país balcánico se une a Estados Unidos y a Guatemala en derogar la disputa territorial por la ciudad santa, en claro detrimento de los intereses palestinos. No obstante, debido precisamente a ello, lo más llamativo del asunto estriba en la identidad musulmana de la nación kosovar.
En un principio se trata de una jugada políticamente contraintuitiva, pues actúa en contra de todas las convenciones establecidas. De algún modo, reconocer la soberanía israelí en Jerusalén equivale a concederle la victoria al Estado judío, ya sea de forma simbólica, retórica, o jurídica. Implica asumir que la narrativa israelí triunfa por sobre los reclamos palestinos, sin importar cuales fueran las intenciones o motivaciones que tuvieran los actores involucrados.
El caso kosovar merece especial atención porque sobrepasa las desavenencias religiosas de Medio Oriente y los Balcanes. En este sentido, en conjunción con la apertura de algunos países árabes hacia Israel, el acercamiento entre Pristina y Jerusalén podría servir de antecedente positivo para socavar, por medio de influencias externas, el fuerte componente religioso existente en el conflicto israelí-palestino. Continuar leyendo “Una excepción a la regla: Kosovo reconoce a Jerusalén como capital de Israel”
Frostpunk: una lección interactiva de fascismo y el género humano
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Los videojuegos de estrategia siempre fueron uno de mis pasatiempos favoritos, y desde pequeño me atraen los juegos que entremezclan historia con entretenimiento. Cuando era chico, para tranquilidad de mi madre, podía presuponer frente a ella que esta afición no era meramente esparcimiento, pues permitía “aprender jugando”. Para ganar había que ejercitar la cabeza y pensar estrategias. Además, casi por inercia, uno prestaba atención a las tramas argumentativas, muchas veces inspiradas en eventos reales. Así es cómo el Age of Empires ejerció una gran influencia en mi interés temprano por imperios y civilizaciones, o cómo el Commandos —y no la escuela— me introdujo a la Segunda Guerra Mundial.
Ya sea por nostalgia o porque son parte de mi identidad, como adulto retengo el mismo interés por estos juegos, y de vez en cuando continúo sorprendiéndome con la creatividad de las nuevas entregas. Este es el caso de Frostpunk, un título que instantáneamente ganó lugar en mi lista de favoritos. Inserto en el subgénero de construcción y gestión, el jugador es responsable por el mantenimiento y expansión de un asentamiento humano, sitiado por un invierno volcánico apocalíptico. La misión consiste en liderar a unos pobres desamparados y sobrevivir al frío y al hambre a como dé lugar. La acción transcurre en un universo ucrónico a finales del siglo XIX, y, como sugiere el nombre (un guiño al steampunk), el argumento es retrofuturista: toda la tecnología está dominada por el vapor.
No escribo de Frostpunk porque me interese reseñar y analizar su jugabilidad, sus gráficos, o determinar qué tan entretenido me pareció. Lo hago porque quedé encantado con la forma en la que 11 Bit Studios, la joven desarrolladora polaca detrás del título, inserta temáticas fascistas. Si no fuera por ellas, el juego seguramente perdería su magia y pasaría a ser un simulador citadino monótono, acaso otro Sim City sin sabor o sustancia. Por ello, en lo que respecta a la noción de aprender jugando, el potencial de este programa reside en la excelente lección interactiva que arroja sobre el fascismo, posiblemente muy útil para impartir tal concepto en jóvenes y adolescentes. Continuar leyendo “Frostpunk: una lección interactiva de fascismo y el género humano”
Así se domina el mundo
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A finales de 2017 el coronel español Pablo Baños publicó Así se domina el mundo: desvelando las claves del poder mundial, un libro que se jacta —así como lee su título— de explicar cómo pugnan los poderosos por influencia y control geopolítico en el globo. Hasta donde estoy enterado, la obra ha sido muy bien recibida y no solo en número de ventas. El éxito del libro le permitió a su autor conducir un programa de televisión llamado La mesa del coronel, trasmitido en 2019. Y tal fue su impacto, que Baños es ahora considerado una referencia pesada del análisis internacional, al menos en tierras hispanohablantes. Prueba de ello, ya lleva publicados dos libros más que recogen las premisas de su primer bestseller: El dominio mundial (2018) y El dominio mental (2020).
En este artículo me propongo evaluar el libro original que catapultó a Baños a la escena pública. La premisa esencial aparece en la ilustración de portada, que muestra a un pulpo con tentáculos que todo lo alcanzan. Según el coronel, si estudiamos numerosos ejemplos a lo largo de la historia, podremos percatarnos de que los poderosos nunca cambian. Aunque el nombre de los protagonistas sea distinto, su perfil manipulador, egoísta, altanero y extorsivo es generalmente el mismo.
Llamado un “profeta” de la geopolítica, Baños plantea que en política mundial existen mecanismos inmutables mediante los cuales los poderosos controlan a los más débiles. Identifica entonces tales patrones, y advierte sobre los típicos errores estratégicos que llevaron a la ruina a las campañas militares de ayer y hoy. Pero una lectura cuidadosa pone en tela de juicio la sapiencia de Baños como académico e intelectual. Continuar leyendo “Así se domina el mundo”
El Quinto Poder
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El 6 de enero partidarios revoltosos de Donald Trump protagonizaron la inédita y sorprendente toma al Capitolio estadounidense. En vista de muchos, este ataque a las instituciones democráticas fue agravado por el mismo presidente saliente, particularmente cuando twitteó, el 8 de enero, que los 75 millones de ciudadanos que lo votaron son “grandes patriotas norteamericanos”. Si bien Trump ya había publicado un video condenando el asalto en Washington, en su tweet cometió el garrafal error de escribir lo siguiente en referencia a todos sus votantes: “¡¡¡¡No serán irrespetados ni tratados injustamente de ninguna manera!!!”
Ese mismo día, Twitter tomó cartas en el asunto y dio de baja permanentemente la cuenta @realDonaldTrump, el perfil principal utilizado por el presidente. La red social alegó que la censura quedaba justificada en el “riesgo de mayor incitación a la violencia”. Prontamente Facebook anunció que Trump quedaba suspendido hasta nuevo aviso, por lo menos hasta la inauguración de Joe Biden el 20 de enero. Pero la cosa no quedo allí en el establecimiento del Big Tech. Todas las redes sociales anunciaron que tomarían mayores medidas para retirar contenido vinculado con actos violentos.
Dejando de lado los incidentes en el Congreso, la “cancelación” online de un presidente en funciones seguramente venga a marcar un antes y un después en la relación entre Gobiernos y el llamado quinto poder, compuesto por las empresas dominantes en la industria de la tecnología de la información. El quid de la cuestión estriba en preguntarse hasta qué punto debe interceder el sector privado para regular la libertad de expresión. ¿Están las redes sociales capacitadas para decidir qué constituye un discurso lícito y qué representa incitación al odio? Continuar leyendo “El Quinto Poder”
Arabia Saudita: la gallina de los huevos de oro
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En el lenguaje de la ciencia política estadounidense, Donald Trump es ahora un lame duck, una suerte de “pato incapacitado”, que debe aceptar con resignación la transición de poder. Se entiende, por lo menos convencionalmente, que un presidente saliente no debe tomar medidas drásticas que pudieran desafiar o contradecir las voluntades del presidente entrante.
No obstante, es evidente que hay distancia entre los supuestos teóricos y los acontecimientos prácticos, incluso en materia de política internacional. En este sentido, aunque probablemente compute en la ecuación de los analistas, el carácter errático de Trump no es el único factor en arrojar imprevisibilidad. En lo que compete a los asuntos globales, dejando de lado el COVID-19, tal vez podría haber alguna sorpresa de cara a la inauguración de Joe Biden el 20 de enero.
Desde que entró al despacho oval, Trump quiso sellar su legado con una paz inédita y comprensiva entre israelíes y palestinos. Aunque se hizo evidente que tamaña ambición no se materializará en el futuro inmediato, en su defecto Trump logró extender el reconocimiento diplomático hacia Israel en el mundo árabe. Con todo, en vista de algunos especialistas, este logro no será una paz generalizada hasta en tanto Riad no se sume a los llamados Acuerdos de Abraham. Podríamos decir que Arabia Saudita es la gallina de los huevos de oro, y si lo desea podría congraciar a Trump antes de que su mandato expire en menos de un mes. Continuar leyendo “Arabia Saudita: la gallina de los huevos de oro”