El Quinto Poder

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Después de ser expulsado de Twitter el 8 de enero, el presidente estadounidense dijo que consideraría fundar su propia plataforma. Nunca antes una red social había «cancelado» a un líder mundial. Crédito por la imagen: ABC News (Australia), Jarrod Fankhauser. 

El 6 de enero partidarios revoltosos de Donald Trump protagonizaron la inédita y sorprendente toma al Capitolio estadounidense. En vista de muchos, este ataque a las instituciones democráticas fue agravado por el mismo presidente saliente, particularmente cuando twitteó, el 8 de enero, que los 75 millones de ciudadanos que lo votaron son “grandes patriotas norteamericanos”. Si bien Trump ya había publicado un video condenando el asalto en Washington, en su tweet cometió el garrafal error de escribir lo siguiente en referencia a todos sus votantes: “¡¡¡¡No serán irrespetados ni tratados injustamente de ninguna manera!!!”

Ese mismo día, Twitter tomó cartas en el asunto y dio de baja permanentemente la cuenta @realDonaldTrump, el perfil principal utilizado por el presidente. La red social alegó que la censura quedaba justificada en el “riesgo de mayor incitación a la violencia”. Prontamente Facebook anunció que Trump quedaba suspendido hasta nuevo aviso, por lo menos hasta la inauguración de Joe Biden el 20 de enero. Pero la cosa no quedo allí en el establecimiento del Big Tech. Todas las redes sociales anunciaron que tomarían mayores medidas para retirar contenido vinculado con actos violentos.

Dejando de lado los incidentes en el Congreso, la “cancelación” online de un presidente en funciones seguramente venga a marcar un antes y un después en la relación entre Gobiernos y el llamado quinto poder, compuesto por las empresas dominantes en la industria de la tecnología de la información. El quid de la cuestión estriba en preguntarse hasta qué punto debe interceder el sector privado para regular la libertad de expresión. ¿Están las redes sociales capacitadas para decidir qué constituye un discurso lícito y qué representa incitación al odio? Continuar leyendo «El Quinto Poder»

Arabia Saudita: la gallina de los huevos de oro

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Todos los caminos en la agenda de paz de Medio Oriente conducen a Riad. Arabia Saudita estaría considerando bajo qué condiciones estaría dispuesta a firmar un tratado de paz con Israel. El acuerdo saudita tendría grandes ramificaciones en la política del mundo musulmán. Crédito por la imagen: adznano3 / Shutterstock. 

En el lenguaje de la ciencia política estadounidense, Donald Trump es ahora un lame duck, una suerte de “pato incapacitado”, que debe aceptar con resignación la transición de poder. Se entiende, por lo menos convencionalmente, que un presidente saliente no debe tomar medidas drásticas que pudieran desafiar o contradecir las voluntades del presidente entrante.

No obstante, es evidente que hay distancia entre los supuestos teóricos y los acontecimientos prácticos, incluso en materia de política internacional. En este sentido, aunque probablemente compute en la ecuación de los analistas, el carácter errático de Trump no es el único factor en arrojar imprevisibilidad. En lo que compete a los asuntos globales, dejando de lado el COVID-19, tal vez podría haber alguna sorpresa de cara a la inauguración de Joe Biden el 20 de enero.

Desde que entró al despacho oval, Trump quiso sellar su legado con una paz inédita y comprensiva entre israelíes y palestinos. Aunque se hizo evidente que tamaña ambición no se materializará en el futuro inmediato, en su defecto Trump logró extender el reconocimiento diplomático hacia Israel en el mundo árabe. Con todo, en vista de algunos especialistas, este logro no será una paz generalizada hasta en tanto Riad no se sume a los llamados Acuerdos de Abraham. Podríamos decir que Arabia Saudita es la gallina de los huevos de oro, y si lo desea podría congraciar a Trump antes de que su mandato expire en menos de un mes. Continuar leyendo «Arabia Saudita: la gallina de los huevos de oro»

La expulsión de los judíos de países musulmanes

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Una familia de judíos yemenitas camina por el desierto para llegar a Adén y de allí emigrar a Israel en 1949. Crédito por la imagen: Zoltan Kluger.

El 29 de noviembre de 1947 la Asamblea General de las Naciones Unidas, para entonces un flamante basamento de legitimidad en el sistema internacional, adoptó el célebre Plan para la Partición de Palestina. Inserto en la resolución 181, el documento constituye el fundamento de iure más importante detrás de la creación de Israel, y también constituye la premisa jurídica esencial detrás del reclamo de soberanía por parte de los árabes palestinos. 

El júbilo judío por la realización del deseo de autodeterminación fue inmediatamente recibido con indignación y violencia en el mundo árabe. En el marco de hostilidades no solamente se desató la guerra de la independencia israelí, pero también una serie de pogromos contra las comunidades judías, muchas de ellas con una presencia milenaria en la región. Por su afiliación sectaria con la nueva estatidad hebrea, los judíos de países musulmanes fueron hechos participantes forzosos de la guerra, y, por ende, enemigos de las sociedades que integraban desde antaño. 

El 30 de noviembre, con motivo del comienzo de las expulsiones de judíos de Medio Oriente, se conmemora el legado de dichas comunidades en los países árabes y musulmanes. Continuar leyendo «La expulsión de los judíos de países musulmanes»

¿Vientos de paz en Medio Oriente?

Artículo Original. Publicado también en INFOBAE el 14/08/2020.

El Ayuntamiento de Tel Aviv se enciende con la bandera de los Emiratos Árabes Unidos el 13 de agosto de 2020, luego de que se anunciara el país estableceria relaciones diplomáticas con Israel. Credito por la imagen: Oded Bality / AP.

El 13 de agosto Donald Trump anunció que los Emiratos Árabes Unidos e Israel acordaron establecer relaciones diplomáticas plenas, compartiendo por Twitter una declaración conjunta de las partes involucradas. Con este desarrollo, los Emiratos se convertirán en el tercer país árabe, luego de Egipto y Jordania, en reconocer abiertamente la existencia de Israel a los efectos de intercambiar embajadores.

Según lo estipulado, el acuerdo llega como un compromiso. A cambio de oficializar relaciones, Israel se compromete a congelar los ya anunciados planes para anexionar territorios en Cisjordania. Esta premisa podría sugerir que nos encontramos ante un nuevo escenario regional en Medio Oriente, quizás vaticinando mayores acuerdos entre Jerusalén y las capitales del Golfo. ¿Se vienen vientos de paz? Continuar leyendo «¿Vientos de paz en Medio Oriente?»

¿La independencia de “Argentina del centro”?

Artículo Original. Publicado también en INFOBAE el 06/08/2020.

En las redes sociales circulan imágenes y peticiones haciendo alusión a la independencia de las provincias centrales, en donde el peronismo no cuenta con mayorías automáticas. A largo plazo, teniendo en cuenta las deficiencias crónicas del federalismo argentino y su sistema redistributivo, la rivalidad y desencanto entre las provincias productivas y el Estado federal podría suponer un grave riesgo a la integridad territorial de la república.

La presente pandemia del coronavirus trajo a colación diversos debates acerca del mundo poscovid-19. Inmersos en ellos, los analistas discuten el estado de la economía mundial, la regularización del trabajo a distancia, y la normalización de controles sanitarios en aeropuertos y en ciudades. Sin embargo, y aunque por lo pronto suene amarillista, creo que los argentinos también deberíamos considerar temas de otra naturaleza más elemental, enraizada con la propia soberanía y existencia del Estado nacional como tal.

En los sectores productivos del país existe la impresión de que las medidas prolongadas de cuarentena han socavado las bases del contrato social entre los ciudadanos y el Estado. A decir verdad, dicha realización no es del todo novedosa. A juzgar por los discursos y los entredichos de la política, desde hace tiempo tiene lugar una creciente desconexión entre el peronismo y los intereses de los industriales, agroexportadores y comerciantes. Esto ya se vislumbraba tras los resultados de las elecciones generales de 2017 y 2019, las cuales dejaron en el mapa la noción de una “Argentina del centro”. Continuar leyendo «¿La independencia de “Argentina del centro”?»

Hagia Sophia: ¿Choque de civilizaciones?

Artículo Original. Publicado también en INFOBAE el 15/07/2020.

Un grupo de creyentes musulmanes realiza las oraciones de la tarde en la plaza de Hagia Sophia en Estambul, el 10 de julio de 2020. La decisión del Gobierno turco de convertir la icónica estructura en una mezquita representa un intento por politizar el «choque de civilizaciónes» para apalancar la imagen del país en el mundo islámico. Crédito por la imagen: Anadolu Agency.

Cumpliendo con promesas electorales, el oficialismo turco anunció el 10 de julio que Hagia Sophia (Santa Sofía), la referencia arquitectónica por excelencia de Estambul, sería transformada en una mezquita. Previsiblemente, la decisión causó profundo malestar entre las comunidades e instituciones cristianas, sobre todo en el mundo ortodoxo. Según el punto de vista de los creyentes agraviados, la islamización de la otrora catedral patriarcal es una clara provocación.

Grecia, la heredera cultural de Bizancio, amenazó con orquestrar una campaña internacional de despestrigio y elevar el asunto en las Naciones Unidas. Rusia, si bien rehacia a criticar las políticas domésticas de los turcos en público, dejó entrever su malestar. Fuentes gubernamentales manifestaron que la imagen de Turquía entre los creyentes cristianos sufriría irreparablemente hasta que la decisión no sea revertida.

Está polémica, simbólica mas no menos geopolítica, hace reflotar la tesis del “choque de civilizaciones”. Popularizada en el marco de los ataques del 11 de septiembre de 2001, la teoría es particularmente conocida por postular que el Islam tiene “fronteras sangrientas”. Según articulaba Samuel Huntington, los Estados musulmanes raramente se reconcilian con sus vecinos de otras denominaciones, arrojando una tradición que antagoniza o contrasta negativamente con otros grupos culturales. Continuar leyendo «Hagia Sophia: ¿Choque de civilizaciones?»

La cuestión de la anexión de Cisjordania

Artículo Original. Publicado también en INFOBAE el 01/06/2020.

El primer ministro Benjamín Netanyahu explica sus planes para anexar el valle del Jordán (pintado de azul en el mapa) durante una presentación el 10 de septiembre de 2019. De concretarse tales planes, Israel podría poner en peligro su seguridad y su reputación o lugar entre las naciones occidentales. Crédito por la imagen: Hadas Parush / Flash90.

Tras el establecimiento de una coalición de Gobierno en Israel, Benjamín Netanyahu afirmó que empujaría para llevar a cabo la anexión del 30% de Cisjordania, incluyendo el valle del Jordán. Como era previsible, y pese a la atención mediática puesta en la presente pandemia, tales declaraciones no pasaron desapercibidas. A nivel internacional, las pretensiones del primer ministro fueron contestadas con fuertes advertencias. Mismo así, comenzando por los debates domésticos, no son pocas las controversias en torno a la extensión de soberanía judía sobre Judea y Samaria, las regiones bíblicas cisjordanas típicamente catalogadas como territorios ocupados.

A decir verdad, como hoja de ruta, la anexión supone la confirmación de realidades en el terreno, de por sí virtualmente inalterables bajo cualquier tipo de tratado de paz. Si bien Israel no estaría anexando la totalidad de Cisjordania, estaría oficialmente incorporando los principales bloques de asentamientos, bajo los lineamientos contemplados en el plan de paz de Donald Trump. Se trata de rubricar jurídicamente la soberanía que el Estado judío ya ejerce sobre grandes parcelas de territorio que los palestinos reclaman como suyo. Según puede contemplarse, la medida unilateral sería una suerte de balde de agua fría para despertar al liderazgo palestino, acaso forzándolo a negociar so pena de perder mayores territorios.

No obstante, asumiendo que la proposición anexionista se lleve a cabo, dichos planes claramente trascienden el límite de las formalidades. Para empezar, la anexión podría desencadenar un duradero estadio de violencia, en tanto los jefes palestinos “moderados” desconocerían todo acuerdo y esfuerzo de cooperación conjunta con las autoridades israelíes. Si para los partidarios de Netanyahu la anexión simboliza la consecución de las aspiraciones sionistas, para los palestinos es también la realización, acaso desesperada, de que el statu quo es precisamente inalterable. En segundo término, tal como argumentan destacados veteranos de la seguridad israelí, la anexión podría forzar a los mandatarios de la región a renunciar a los tratados de paz y truncar futuras iniciativas en esta dirección. Continuar leyendo «La cuestión de la anexión de Cisjordania»

Siria y Turquía en guerra: ¿y Rusia?

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Vista del poblado de Ariha el 19 de febrero de 2020 en la provincia de Idlib. Se está produciendo una escalada sin precedentes entre Turquía y las fuerzas del Gobierno sirio, que podrían llevar a una confrontación directa, o peor aún, por extensión, a una guerra entre turcos y rusos. Crédito por la imagen: Muhammed Said.

La reciente escalación en Idlib está cambiando el panorama de la guerra en Siria, dejando entrever la posibilidad de un enfrentamiento armado directo entre las fuerzas de Bashar Al-Assad y las tropas del presidente turco Recep Tayyip Erdogan. Mientras que el primero busca recuperar sus dominios y erradicar la insurgencia islamista, el segundo quiere una zona de contención para mantener el statu quo.

En concreto, al momento de escribir estas líneas, cerca de cincuenta soldados turcos perdieron la vida tras ataques aéreos sirios, llevados a cabo entre el 27 y el 29 de febrero. Aunque se discute sobre si Rusia estuvo involucrada, cosa que el Kremlin desmiente, lo cierto es que así lo cree Ankara. Como la situación en el terreno se contrapone a sus ambiciones, Erdogan apela ahora a la asistencia de la OTAN, apremiando a Occidente con nada más y nada menos que la carta demográfica. El 28 de febrero el Gobierno turco abrió las puertas de su país para que los refugiados sirios, unos 3,7 millones aproximadamente, puedan desplazarse a Europa si así lo desean.

Estos desarrollos son sumamente relevantes porque difícilmente tengan vuelta atrás. Hasta ahora el conflicto en Siria era visto no solo como una conflagración sectaria, pero también como una guerra proxy o subsidiaria. Desde que el país levantino hiciera implosión en 2011, los actores regionales e internacionales comenzaron a tomar partido por uno u otro bando, apoyando logística y financieramente a milicias armadas contrapuestas. Todo parece indicar que esta etapa de la guerra está terminando, dando paso a un conflicto convencional implícito entre Turquía y el régimen en Damasco, con el agravante del fuerte involucramiento ruso en beneficio de este último. Continuar leyendo «Siria y Turquía en guerra: ¿y Rusia?»

El plan de paz de Trump para Medio Oriente

Artículo Original. Publicado también en INFOBAE el 04/02/2020.

El presidente estadounidense Donald Trump y el primer ministro israelí Benjamín Netanyahu anuncian e en la Casa Blanca el nuevo plan de paz para el conflicto israelí-palestino, el 28 de enero de 2020. Aunque el programa es marcadamente proisraelí, su relevancia estriba en el reconocimiento explícito que recibio por parte de Egipto y las monarquías del Golfo.

El 28 de enero la Casa Blanca dio a conocer la “Visión por la Paz” para resolver el conflicto israelí-palestino. Donald Trump hizo el anuncio del proyecto en compañía de Benjamín Netanyahu, pidiendo al liderazgo palestino aceptar la iniciativa. Para los partidarios de la alianza israelí-estadounidense, se trata de una solución ingeniosa que busca diferir controversias políticas por medio de un paquete económico y un plan de infraestructura sin precedentes. En cambio, para sus detractores, es un plan insípido, tan tendenciosamente proisraelí que se hace impracticable.

¿Qué lectura debe hacerse entonces del asunto? Si bien el programa estadounidense fue boicoteado de antemano por el liderazgo palestino, lo interesante es que Trump cuenta abiertamente con el apoyo de Arabia Saudita, Egipto, Qatar y los Emiratos Árabes Unidos. Este es un desarrollo sin parangón en la historia del problemático proceso de paz iniciado formalmente con los acuerdos de Oslo de 1993. Más allá de los parámetros estipulados en el programa, en la alta política árabe queda claro que el conflicto no será resuelto mediante la iniciativa de los palestinos. En esta posición existe un reconocimiento implícito a Israel como potencia regional, y una valorización de la consecuente necesidad realista de normalizar relaciones diplomáticas en cuanto sea posible.

Incluso si el programa de paz no es llevado a cabo, la “Visión por la Paz” ofrece un marco para que los países árabes que no reconocieron formalmente a Israel puedan hacerlo. De alguna manera, justamente gracias a la parcialidad del plan, la pelota está en la cancha palestina; de modo que todo fracaso en la implementación recae discursivamente en la falta de voluntad de los líderes palestinos. Aunque el plan de Trump puede leerse como una imposición unilateral, demuestra simultáneamente la transversalidad del pragmatismo y la fuerza militar en la política internacional. No obstante, creo que es erróneo decir que los Estados árabes están dispuestos a sacrificar el bienestar de los palestinos en pos de normalizar relaciones con Israel. Continuar leyendo «El plan de paz de Trump para Medio Oriente»