Entrevista realizada en los estudios de la cadena en Madrid el 15/03/2019.
Blog sobre Medio Oriente y el mundo
Entrevista realizada en los estudios de la cadena en Madrid el 15/03/2019.
Artículo Original. Publicado también en INFOBAE bajo el título «¿Cuál es el plan de Vladimir Putin en Siria? el 12/03/2019.
La existencia de una relación estratégica entre Rusia e Israel es evidente desde hace tiempo. No se trata de una alianza per se, pero sí de una amistad de conveniencia. Si bien sus intereses no siempre coinciden, ambos Estados actúan en sincronía, pues comprenden que sus objetivos ulteriores son inverosímiles sin la aquiescencia o visto bueno por parte del otro.
Esta interpretación da cuenta de frecuentes reuniones bilaterales de alto nivel entre líderes y funcionarios de ambos lados. Sin ir más lejos, luego de entrevistarse con Vladimir Putin, el premier israelí Benjamín Netanyahu afirmó el 3 de marzo que Jerusalén y Moscú trabajarían juntamente para examinar la retirada de tropas extranjeras de Siria. Teniendo en cuenta las intenciones de Estados Unidos de evacuar a sus soldados del conflicto, el anuncio hace referencia a la presencia de militares turcos e iraníes en suelo sirio, creando la impresión de que el Kremlin está perdiendo la paciencia con Ankara y Teherán.
Según diversas fuentes, teniendo en cuenta que la supervivencia del régimen damasceno ya no está en juego, los rusos están percatándose de que sus socios en la pacificación de Siria, bajo el encuadre de la cumbre de Astana, dinamitan más de lo que aportan. En contraste, Israel es el único actor que no objeta las ambiciones rusas en Medio Oriente, estando dispuesto a colaborar en la pax russica del postconflicto. Continuar leyendo «Rusia necesita a Israel para pacificar Siria»
Artículo Original.
Entre los analistas está en boga preguntarse cuál es la estrategia de Estados Unidos en Medio Oriente, si es que acaso existe. Como vengo discutiendo en este espacio, desde la presidencia de Barack Obama se percibe que la hegemonía norteamericana en tierras árabes está terminando.
Esta impresión estriba en una serie de decisiones de alto nivel que mermaron la reputación de Washington para con sus aliados. A los efectos de sintetizar, entre otras cosas podría decirse que la retirada estadounidense de Irak facilitó la rápida expansión de la insurgencia yihadista, dando pie al llamado Estado Islámico (ISIS). Durante la Primavera Árabe, la Casa Blanca abandonó a su suerte a los autócratas amigos, dando lugar a un renacimiento islamista que, en Egipto, llevó a los hermanos musulmanes al poder. En cambio, Obama no mostró empeño por apoyar revueltas populares en países enemigos, so pena de contrariar al Gobierno iraní con el que finalmente acodó el pacto nuclear. Tampoco hizo valer las líneas rojas que él mismo estableció para amedrentar al régimen damasceno, posibilitando que los rusos intervinieran Siria sin miedo a retaliaciones.
Indistintamente de si estas políticas constituyen errores o aciertos, la presidencia de Donald Trump parece seguir transitando por esta ruta. Más allá de una postura dura contra Irán, el mandatario anunció la retirada de un número reducido mas no obstante significante de tropas en Siria, ofreciendo concesiones gratuitas a rusos e iraníes. Si existe una estrategia estadounidense, esta podría describirse como un desentendimiento orquestado de Medio Oriente. Para los críticos, la ambigüedad distintiva del presidente habla más bien de un enajenamiento improvisado, sugiriendo que –si bien Estados Unidos está retirándose de dicha región– no sabe cómo hacerlo de forma ordenada y sin causar embrollos.
Esta es la disyuntiva que plantea la revista Mosaic a lo largo de cinco artículos publicados en enero y planteados con el formato de un debate. ¿Tiene Estados Unidos un plan para Medio Oriente? Continuar leyendo «¿Existe estrategia estadounidense en Medio Oriente?»
Artículo Original.
Hace tiempo tomé como costumbre escribir reseñas de libros recientes, particularmente cuando estos aportan conceptos o planteamientos relevantes para analizar la realidad contemporánea. Este es el caso de Imperiofobia y leyenda negra: Roma, Rusia, Estados Unidos y el Imperio español, escrito por María Elvira Roca Barea. Publicado en 2016, este ensayo presenta la existencia y desarrollo de un histórico relato hispanófobo (antiespañol) que aún continua hasta nuestros días, y que –según la autora– se manifiesta en las artes, las finanzas, y en la academia.
En esencia, Roca Barea analiza diversos textos europeos publicados en los últimos cinco siglos; y encuentra patrones y conceptos que se repiten en el tiempo, transmitiendo juicios y valoraciones negativas sobre los españoles y sus gestas imperiales. Encuentra que el resquemor a España es el denominador común que conecta, y en cierto modo define, a las principales experiencias intelectuales occidentales a partir del medioevo, comenzando por el humanismo italiano, siguiendo por el protestantismo alemán, el calvinismo neerlandés, la ilustración francesa, y por último el liberalismo anglosajón.
La autora plantea que España nunca se interesó por defenderse frente a las calumnias producidas por la propaganda hispanófoba, a tal costo que los propios peninsulares terminaron por adoptar la supuesta inferioridad que peyorativamente ha sido impuesta por “el Norte” que se autodefine tolerante, democrático, y laborioso. En este sentido, el ensayo se lee como un tomo de revisionismo histórico, el cual sin disimulo deja entrever la indignación de quien lo escribe.
El argumento de Roca Barea es muy válido, y el libro ha sido muy bien recibido en su tierra. Sin embargo, más interesante aún es el modelo teórico que utiliza para emparentar a todas las formas de imperiofobia, pensando a esta como un prejuicio racista, o bien como “la aversión indiscriminada hacia el pueblo que se convierte en columna vertebral de un Imperio”. De esta definición estriba el título de la obra. Para entender el odio hacia España es menester entender que todo Imperio a lo largo de la historia es difamado por élites que lo detractan, pues “el que manda siempre tiene mala prensa”. Continuar leyendo «Conceptos de Imperiofobia y el odio hacia España»
Artículo Original. Publicado también en INFOBAE el 25/01/2019.
Las tensiones en el Levante han vuelto a escalar luego de una serie de incidentes entre el 20 y el 21 de enero. Todo comenzó cuando Israel llevó a cabo un ataque aéreo diurno sobre objetivos iraníes en el aeropuerto de Damasco y en la localidad de al-Kiswah, cerca de la capital. Mientras fuentes sirias y rusas aseguraron que las baterías del régimen interceptaron y bloquearon los misiles israelíes, se registró un proyectil presuntamente iraní sobrevolando los Altos del Golán; y que a su vez fue destruido por el sistema israelí “Cúpula de Hierro”. Esta eventualidad provocó otra reacción, resultando en un ataque israelí más contundente durante las primeras horas del día siguiente.
Cazas israelíes bombardearon los sistemas antiaéreos Pantsir (SA-22) emplazados en el aeropuerto damasceno, causando daños corroborables en sus instalaciones, matando a cerca de dos docenas de sirios e iraníes, especialmente combatientes. Se trata del ataque más decisivo en su tipo desde septiembre último, cuando Siria derribó por error un avión militar ruso durante una incursión israelí. En este aspecto, los últimos acontecimientos demuestran que la capital siria continúa siendo vulnerable a este tipo de bombardeos quirúrgicos. Los cazas israelíes no son nada nuevo bajo el sol: en los últimos años la aviación hebrea ha llevado a cabo más de doscientos ataques en Siria.
Sin embargo, teniendo en cuenta que el centro gravitacional del conflicto sirio hoy se posa sobre el norte del país, el hecho de que tales operaciones aéreas continúen ocurriendo le recuerda a Bashar al-Assad que no podrá enfocarse plenamente en combatir a sus enemigos en tierra, en tanto alberge a tropas iraníes cerca de la frontera israelí. Continuar leyendo «La búsqueda de disuasión en el Levante»
Artículo Original. Publicado también en INFOBAE el 26/09/2018.
El 17 de septiembre un avión militar ruso fue derribado por error por el sistema S-200 en posesión del régimen sirio, ocasionando la muerte de sus 15 ocupantes. El incidente se produjo poco después de que la aviación israelí bombardeara una instalación en Latakia, presuntamente utilizada para almacenar armas químicas. A raíz del derribamiento del avión, un viejo turbohélice Il-20, el Kremlin acusó a Israel de aprovecharse deliberadamente del plan de vuelo de su aeronave, para así minimizar el riesgo supuesto para sus F-16. Según esta narrativa, los militares israelíes utilizaron al Ilushyn como “escudo”, a los efectos de distraer a las baterías antiaéreas mientras se realizaba el ataque quirúrgico.
Teniendo en cuenta el precedente del caza ruso derribado en Siria por Turquía en 2015, una ocurrencia que llevó a Moscú a adoptar sanciones temporales contra Ankara, no sorprende que la caída del Il-20 haya trascendido más que el ataque israelí propiamente dicho. Por otra parte, los ataques israelíes hacia blancos en Siria ya se han convertido en una recurrencia predecible, y por tanto la noticia de una intervención aérea ya no llama la atención. Notoriamente, el 15 de septiembre, dos días antes del último incidente, Israel habría bombardeado el Aeropuerto Internacional de Damasco, buscando paralizar o demorar entregas de armamento para Hezbollah y milicias alineadas con Irán.
Sin importar las intenciones de Israel, o bien su grado de culpa (o falta de ella) en el derribamiento de la aeronave, lo cierto es que Rusia amenaza con tomar represalias. El hecho importante estriba en las dudas que ahora pesan sobre la que hasta recién era una eficiente relación de cooperación entre los militares de ambos Estados. Vale entonces preguntarse qué podría suceder de aquí en adelante, y sobre todo si este acontecimiento puede amenazar la maniobrabilidad de la aviación israelí en el espacio aéreo sirio. Continuar leyendo «Crisis entre Israel y Rusia»
Artículo Original.
El 3 de agosto, cuatro días antes de la inauguración de Iván Duque Márquez, el flamante presidente de Colombia, el Gobierno del saliente Juan Manuel Santos reconoció a Palestina como Estado soberano. Como era de esperarse, mientras las autoridades palestinas festejaron el tanto diplomático, la decisión causó sorpresa y disgusto en Israel. Peculiarmente, la noticia solo trascendió por un comunicado de la misión palestina en Colombia, que citaba como fuente una nota enviada por la entonces canciller de Santos, María Ángela Holguín. Es decir, el reconocimiento se produjo de forma silenciosa, fuera del ámbito público; y sin mostrar Colombia expreso interés en que la novedad fuese comunicada de forma oficial a través de un comunicado propio.
Colombia suele ser considerada como el mejor aliado de Israel en América Latina. El propio Santos había confirmado en 2011 que su país no reconocería a Palestina “por una cuestión de principios”. En aquellos tiempos la idea de declarar un Estado Palestino ya comenzaba a ganar adherentes en la arena internacional. Un año después, la Asamblea General de la ONU aprobaba una resolución declarando a Palestina como Estado observador no-miembro, una decisión en la que Colombia se abstuvo de participar.
En vista de este sorpresivo giro de acontecimientos, cabe preguntarse qué ha cambiado, si es que en efecto la dirigencia colombiana cambió el rumbo. Continuar leyendo «¿Por qué Santos reconoció a Palestina como Estado?»
Artículo Original. Publicado también en INFOBAE el 01/08/2018.
El 20 de julio un francotirador gazatí mató a un soldado israelí. A modo de retaliación, Israel bombardeó posiciones del grupo Hamas, hiriendo de muerte a cuatro personas, tres de ellas militantes islamistas. Ahí mismo Hamas se apresuró a buscar el cese al fuego por vía de sus intermediadores egipcios. A su vez, estos les habrían comunicado a los regentes de la Franja de Gaza que Israel estaba perdiendo la paciencia, y que iría a la guerra de sucederse otro incidente semejante.
Una semana antes, el 14 de julio cazas israelíes bombardearon un puesto de mando de Hamas, matando a dos militantes. Esta acción fue una respuesta frente al lanzamiento de cohetes contra Israel durante las horas previas, y así también a las cometas incendiarias que vienen siendo soltadas hacia Israel desde el último mes.
Estos acontecimientos se enmarcan en una serie de enfrentamientos recientes, y dan cuenta de tensiones en ascenso que podrían decantar en un nuevo conflicto como la guerra de 2014. ¿Qué posibilidad existe de que esto termine sucediendo? Benjamín Netanyahu es criticado por el ala dura de su coalición, cuyos miembros sostienen que frenar la mano con Hamas solo traerá más perjuicios en el futuro previsible. Continuar leyendo «¿Otra guerra en Gaza?»
Artículo Original.
A propósito del encuentro entre Donald Trump y Vladimir Putin en Helsinki el 16 de julio, varios analistas tienen la impresión de que el ganador más claro ha sido Benjamín Netanyahu. Si bien Estados Unidos es tradicionalmente receptivo a las necesidades de Israel, en las circunstancias actuales los rusos también están manifestando una valoración positiva hacia dicho país.
A juzgar por la conferencia de prensa ofrecida por los mandatarios de las potencias, Israel representa un punto de consenso en la agenda. Trump aseguró que trabajará con su homólogo ruso para velar por la seguridad de Israel. Putin, por su parte, insistió en la necesidad de garantizar el statu quo (el cese al fuego) que sucedió a la guerra de Yom Kippur. Pero teniendo en cuenta que han habido y continuarán ocurrido incidentes de violencia, que podrían servir de catalizadores para una escalación en el sur de Siria, Washington y Moscú parecen acordar la necesidad de ofrecerle a Israel garantías para congelar o desacelerar las tensiones en la región aledaña a los Altos del Golán. Continuar leyendo «Seguridad de Israel: punto de consenso entre Rusia y Estados Unidos»
Artículo Original. Publicado también en AURORA el 25/07/2018.
El 19 de julio el Parlamento israelí aprobó una ley controversial para afianzar el carácter judío de Israel, estableciendo que el país es el “hogar nacional” del pueblo judío. Aprobada por una diferencia de siete votos, la medida reafirma la autodeterminación judía en el corpus jurídico conocido como ley básica o fundamental. Dado que Israel no posee constitución escrita, las leyes “básicas” actúan como un mecanismo similar, representando anclas inviolables que son difícil de enmendar. La ley “Israel – Estado nacional judío” se convierte entonces en la número 16.
Este desarrollo levanta polémica y polariza a la sociedad israelí. La nueva legislación degrada al árabe de idioma oficial a “lengua especial”, y consagra los símbolos patrios judíos como la bandera, el himno (hatikva) y el escudo con la menorá. Afianza además la responsabilidad del Estado por fomentar la inmigración judía y velar por el carácter no laboral del shabat (sábado). También fija a Jerusalén como “capital unificada y completa” de Israel, y establece que el Estado perseguirá el asentamiento de judíos como un valor nacional.
Estas introducciones normativas vienen a resaltar cosas que se suponían obvias. En efecto, nadie duda de que Israel fue creado por sus fundadores con el expreso propósito de servir como hogar nacional judío. Por ello, y en vista del antagonismo que la nueva ley despierta en sectores árabes, vale preguntarse para qué sirve y qué consecuencias prácticas tendrá. Continuar leyendo «Israel – Estado nacional judío: una ley contraproducente e innecesaria»