Israel – China: ¿Lazos económicos sin amistad diplomática?

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Las banderas de Israel y China flamean en Beijing durante una visita oficial de Benjamín Netanyahu en 2013. Pese a que las exportaciones chinas a Israel superaron a las estadounidenses, el nuevo Gobierno israelí cedió ante las presiones de Washington y condenó públicamente a China por sus violaciones a los derechos humanos en Xinjiang. Crédito por la imagen: Mark Ralston / AFP. 

El 22 de junio Israel apoyó una resolución crítica hacia China impulsada por los países occidentales en el Consejo de Derechos Humanos de las Naciones Unidas (UNHRC). Teniendo en cuenta el pragmatismo diplomático que ejercita Jerusalén en la última década, la decisión de contrariar a Beijín representa un giro no menor en política exterior. Según reportan los observadores, este desarrollo sugiere que Israel ya no puede permitirse ser neutral en los asuntos que atañen a la implícita rivalidad geopolítica entre Estados Unidos y China.

El asunto es mucho más que anecdótico, y quizás podría trascender más de lo que quisieran los chinos. En esencia, aunque es temprano para determinar cómo evolucionará la relación sino-israelí, o —mejor dicho—, cómo reaccionará China frente a la inesperada afrenta de una potencia intermedia, el devenir de tales controversias dirá qué es más importante para Xi Jinping: ¿comercio y economía, o diplomacia y política? Continuar leyendo «Israel – China: ¿Lazos económicos sin amistad diplomática?»

Combustibles fósiles: un antes y un después

Artículo Original. Publicado también en INFOBAE el 28/06/2021.

Una corte de La Haya falló en mayo que Shell debe reducir su huella de carbono en todas sus operaciones a nivel mundial. Este precedente podría inspirar medidas judiciales similares, con jurisdicción global, en otros países, complicando a la industria de los hidrocarburos. Esta tendencia no debería pasar desapercibida en América Latina.

El 26 de mayo una corte del distrito de La Haya dictaminó que la Royal Dutch Shell debe reducir sus emisiones de carbono en un 45% antes del 2030, en relación con lo contaminado en 2019. Como la Shell es una compañía holandesa, y los Países Bajos parte (ratificada) del Acuerdo de París, se comprende que el fallo tiene jurisdicción internacional, fijando un precedente que no ha pasado desapercibido. En efecto, si bien Shell puede apelar la decisión, es la primera vez que un gigante energético privado —dicho sea de paso— es obligado a responsabilizarse por sus emisiones a largo plazo.

Shell deberá incluso hacerse cargo de las emisiones producidas por sus proveedores, de modo que tendrá que responder por la huella ambiental generada por toda su cadena de suministros. Para los grupos ambientalistas, se trata de una victoria sin parangón en la lucha contra el cambio climático; una que invariablemente impactará sobre el comportamiento de las empresas en la industria de los hidrocarburos. Incluso si Shell logra apelar exitosamente su sentencia, al final de cuentas las circunstancias están marcadamente en su contra. Continuar leyendo «Combustibles fósiles: un antes y un después»

¿Una alternativa al canal de Suez?

Artículo Original. Publicado también en INFOBAE el 14/04/2021.

El buque portacontenedores de la naviera Evergreen estuvo atorado transversalmente en el canal de Suez entre el 23 y el 29 de marzo, paralizando el tráfico comercial y causando pérdidas millonarias. El incidente despierta el interés por la planificación estratégica en política internacional, e invita a dar con alternativas para diversificar las rutas marítimas. Crédito por la imagen: Maxar Technologies.

El reciente bloqueo del canal de Suez demuestra, en clave geopolítica, la necesidad de crear nuevos pasos para el comercio internacional. Por el canal egipcio, un cuello de botella inaugurado hace poco más de 150 años, circula más del 10 por ciento del tráfico marítimo mundial, de modo que el estancamiento del portacontenedores panameño, varado durante una semana, causó pérdidas descomunales.

Según la aseguradora británica Lloyd’s, cada día de bloqueo costó 9.600 millones de dólares en pérdidas directas, pero posiblemente mucho más en los desgastes indirectos de las jornadas desperdiciadas. En consecuencia, más que anecdótico, el fiasco puso de relieve la vulnerabilidad de las cadenas logísticas extensas, la necesidad de abaratar costos, y el desafío de minimizar riesgos a la continuidad de negocios. Continuar leyendo «¿Una alternativa al canal de Suez?»

Así se domina el mundo

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El bestseller del coronel español Pedro Baños reivindica la teoría realista de las Relaciones Internacionales, planteando que en la política mundial el egoísmo y la hipocresía siempre están a la orden del día. Sin embargo, el libro de Baños es superficial y contiene demasiados errores fácticos que opacan sus credenciales como analista internacional.

A finales de 2017 el coronel español Pablo Baños publicó Así se domina el mundo: desvelando las claves del poder mundial, un libro que se jacta —así como lee su título— de explicar cómo pugnan los poderosos por influencia y control geopolítico en el globo. Hasta donde estoy enterado, la obra ha sido muy bien recibida y no solo en número de ventas. El éxito del libro le permitió a su autor conducir un programa de televisión llamado La mesa del coronel, trasmitido en 2019. Y tal fue su impacto, que Baños es ahora considerado una referencia pesada del análisis internacional, al menos en tierras hispanohablantes. Prueba de ello, ya lleva publicados dos libros más que recogen las premisas de su primer bestseller: El dominio mundial (2018) y El dominio mental (2020).

En este artículo me propongo evaluar el libro original que catapultó a Baños a la escena pública. La premisa esencial aparece en la ilustración de portada, que muestra a un pulpo con tentáculos que todo lo alcanzan. Según el coronel, si estudiamos numerosos ejemplos a lo largo de la historia, podremos percatarnos de que los poderosos nunca cambian. Aunque el nombre de los protagonistas sea distinto, su perfil manipulador, egoísta, altanero y extorsivo es generalmente el mismo.

Llamado un “profeta” de la geopolítica, Baños plantea que en política mundial existen mecanismos inmutables mediante los cuales los poderosos controlan a los más débiles. Identifica entonces tales patrones, y advierte sobre los típicos errores estratégicos que llevaron a la ruina a las campañas militares de ayer y hoy. Pero una lectura cuidadosa pone en tela de juicio la sapiencia de Baños como académico e intelectual. Continuar leyendo «Así se domina el mundo»

El renacimiento del poder naval en el siglo XXI

Artículo Original. Publicado también en INFOBAE el 05/09/2o19.

El primer portaviones de China, el Liaoning, en abril. Adquirido en 1988, fue recomisionado y modernizado en 2012. Los países que desafían el papel de Estados Unidos están rápidamente expandiendo su poder naval a los efectos de proyectar poder e influencia en el tablero global. Entienden que la hegemonía norteamericana terminará cuando Washington ya no pueda operar sus flotas de alta mar con total libertad o independencia de otros actores. Crédito por la imagen: AFP / Getty Images.

En 1890 Alfred Thayer Mahan publicó “La influencia del poder naval en la historia”, uno de los tratados fundacionales de la geopolítica moderna. Debido al éxito internacional del libro, el entonces capitán de la armada estadounidense pasó a convertirse en un estratega de la talla de Clausewitz. En dicho texto, y en una secuela publicada dos años más tarde, Mahan analizó la historia de los imperios y mostró el rol trascendental del poder marítimo (y en particular el naval-militar) a la hora de definir el éxito y la seguridad de los Estados.

Mahan instruyó a los jefes políticos y militares de su era a concebir a la fuerza naval como un factor indispensable e impostergable; sobre todo a los efectos de proteger el comercio y a la vez denegárselo a los enemigos. Se difundió así la noción de que el éxito en la guerra está estrechamente relacionado con el control del mar. En este sentido, la doctrina resultante señalaba que el dominio de los océanos permite avanzar los intereses y objetivos de las potencias.

Si bien Mahan no descubrió nada nuevo, su obra institucionalizó y popularizo, de cara al siglo XX y en adelante, una creencia clave: el país que controle los océanos expande su campo de acción fuera de su territorio nacional. Por tanto, contar con una armada poderosa es el paso cardinal que todo aspirante a potencial global debe tomar. Esta es la lección que actualmente da lugar a una nueva carrera armamentística por el control de los mares; y a una diplomacia basada en mostrar los dientes. Continuar leyendo «El renacimiento del poder naval en el siglo XXI»

¿Existe estrategia estadounidense en Medio Oriente?

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En este espacio me pregunte más de una vez si Estados Unidos tiene una estrategia en Medio Oriente. Esta duda acosa a muchos analistas y es alimentada por una serie de políticas contradictorias y ambivalentes en los últimos años. Crédito por la imagen: Krill Makarov / Shutterstock.

Entre los analistas está en boga preguntarse cuál es la estrategia de Estados Unidos en Medio Oriente, si es que acaso existe. Como vengo discutiendo en este espacio, desde la presidencia de Barack Obama se percibe que la hegemonía norteamericana en tierras árabes está terminando.

Esta impresión estriba en una serie de decisiones de alto nivel que mermaron la reputación de Washington para con sus aliados. A los efectos de sintetizar, entre otras cosas podría decirse que la retirada estadounidense de Irak facilitó la rápida expansión de la insurgencia yihadista, dando pie al llamado Estado Islámico (ISIS). Durante la Primavera Árabe, la Casa Blanca abandonó a su suerte a los autócratas amigos, dando lugar a un renacimiento islamista que, en Egipto, llevó a los hermanos musulmanes al poder. En cambio, Obama no mostró empeño por apoyar revueltas populares en países enemigos, so pena de contrariar al Gobierno iraní con el que finalmente acodó el pacto nuclear. Tampoco hizo valer las líneas rojas que él mismo estableció para amedrentar al régimen damasceno, posibilitando que los rusos intervinieran Siria sin miedo a retaliaciones.

Indistintamente de si estas políticas constituyen errores o aciertos, la presidencia de Donald Trump parece seguir transitando por esta ruta. Más allá de una postura dura contra Irán, el mandatario anunció la retirada de un número reducido mas no obstante significante de tropas en Siria, ofreciendo concesiones gratuitas a rusos e iraníes. Si existe una estrategia estadounidense, esta podría describirse como un desentendimiento orquestado de Medio Oriente. Para los críticos, la ambigüedad distintiva del presidente habla más bien de un enajenamiento improvisado, sugiriendo que –si bien Estados Unidos está retirándose de dicha región– no sabe cómo hacerlo de forma ordenada y sin causar embrollos.

Esta es la disyuntiva que plantea la revista Mosaic a lo largo de cinco artículos publicados en enero y planteados con el formato de un debate. ¿Tiene Estados Unidos un plan para Medio Oriente? Continuar leyendo «¿Existe estrategia estadounidense en Medio Oriente?»

Cambios en el gabinete de Trump: el regreso de los neoconservadores

Artículo Original. Publicado también en INFOBAE el 03/04/2018 bajo el título «El gabinete de guerra de Trump».

La designación de Mike Pompeo (izquierda) y John Bolton (derecha) como secretario de Estado y consejero de Seguridad respectivamente, ha despertado controversia en Estados Unidos. Son hombres asociados con el establecimiento neoconservador, y tienen reputación de ser beligerantes en política exterior. La mayoría de los medios dan por entendido que la llegada de estos hombres al círculo íntimo del presidente Donald Trump es algo peligroso. ¿Hasta qué punto? Credito por las imágenes: Al Jazeera / AP.

Las últimas semanas han visto cambios muy importantes en el gabinete de Donald Trump. Aunque ya no sorprende que el presidente modifique su equipo, lo cierto es que las idas y vueltas de la Casa Blanca la han hecho impredecible. Trump lleva poco más de un año en el poder y sin embargo ningún presidente ha cambiado tanto a su personal como lo viene haciendo el magnate. A estas alturas no tan altas los recambios perfectamente podrían quedar catalogados en una antología colorida. Pero así y todo no dejan de ser importantes, especialmente desde la dimensión internacional. 

El 13 de marzo se anunció que Mike Pompeo, director de la CIA desde enero del año pasado, reemplazaría a Rex Tillerson como secretario de Estado. Anecdóticamente, el empresario petrolero se habría enterado de su despido por un mensaje por Twitter. Luego, el 22 de marzo se anunció que John Bolton, embajador ante las Naciones Unidas entre 2005 y 2006, reemplazaría al general H.R. McMaster como consejero de Seguridad Nacional. Sobre la primera designación, Pompeo es considerado partidario de la mano dura, y tiene un historial controversial por su postura antiinmigración y a favor de las “técnicas mejoradas de interrogación”, un eufemismo de la era de George W. Bush para los métodos de tortura aplicados a presuntos terroristas. Sobre la segunda nominación, mientras que McMaster es considerado testarudo pero práctico (y con evidentes credenciales militares), Bolton es considerado un halcón poco diplomático; alguien que cree que todo puede resolverse por medio de la fuerza.

Para bien o para mal, estas designaciones marcan un fuerte giro en la administración Trump. Pese a la imprevisibilidad que caracteriza al presidente puede suponerse que su gestión estará más influenciada por postulados neooconservadores. Cuando Trump presentó su doctrina de seguridad en diciembre, el documento hacía hincapié en una estrategia de “principled realism”, es decir, “realismo basado en principios”. En esencia una dicotomía, ahora podría esperarse que el segundo elemento de la expresión, la ideología, se imponga sobre las consideraciones prácticas o realistas. Continuar leyendo «Cambios en el gabinete de Trump: el regreso de los neoconservadores»

La doctrina de seguridad en la era Trump: Medio Oriente

Artículo Original. Publicado también en INFOBAE el 30/12/2017.

El presidente estadounidense Donald Trump habla acerca de su estrategia nacional de seguridad en Washington, el 18 de diciembre de 2017. El presidente presentó el primer documento oficial emitido por su administración explicitando la política exterior en lo relacionado con la seguridad internacional, a los efectos de garantizar que «Estados Unidos esté primero». Crédito por la imagen: Mandel Ngan / AFP / Getty.

Este mes la Casa Blanca publicó la última revisión de la doctrina nacional de seguridad, el documento que a grandes rasgos informa la posición de Washington frente a una serie de desafíos globales que afectan los intereses estadounidenses. El nuevo reporte viene a actualizar los puntos ordenadores explicitados por la administración pasada en 2015, y – a diferencia de la anterior– contiene un lenguaje marcadamente menos idealista.

Para empezar, el texto anuncia una estrategia de principled realism, es decir, “realismo basado en principios”. Para algunos esta construcción es una dicotomía; una forma políticamente correcta para fusionar la cruda realpolitik con decisiones morales, acaso representativas del estilo de vida norteamericano. Por un lado, los “principios” se refieren a promover valores democráticos y prosperidad económica en el mundo. Por otro, el “realismo” reconoce que los garrotes hablan más fuerte que las zanahorias, y que en la política internacional la paz y la seguridad dependen de la voluntad y el músculo militar de las naciones poderosas. En este aspecto, el documento parte de la premisa de que nuestro mundo es hobbesiano, un “todos contra todos” en donde solo sobrevive el más fuerte. Por ello, el texto dispone a Estados Unidos a defender sus intereses a como dé lugar.

Como a Trump le gusta decir, la doctrina se remite al eslogan “Estados Unidos primero” (America First). No obstante, en rigor se trata de una oda al realismo político, que comprende que una democracia no siempre es preferible a una autocracia. Por eso, sea para bien o para mal, la doctrina Trump solo viene a principalizar la fuerza como salvaguarda por excelencia de los intereses nacionales. ¿Cómo se posiciona entonces Washington frente a las debacles de Medio Oriente? Continuar leyendo «La doctrina de seguridad en la era Trump: Medio Oriente»

Referéndums en Kurdistán y Cataluña: cinismo, soberanía y autodeterminación

Artículo Original. Publicado también en INFOBAE el 09/10/2017.

¿Por qué algunos merecen autodeterminación y otros no? A raíz de los referendums independentistas en Cataluña y en el Kurdistán iraquí, se ha vuelto abrir el debate más controversial del derecho internacional. Se trata de la pugna entre el principio de autodeterminación y el de soberanía e integridad territorial. Crédito por la imagen: Kurdistan 24 News.

Las causas independentistas en Kurdistán y Cataluña han puesto nuevamente el foco sobre la espinosa cuestión del derecho a la autodeterminación. En teoría, se trata de un principio enarbolado por las Naciones Unidas. Se supone que todas las naciones reconocen la autodeterminación como ius cogens, como norma perentoria, que es determinante, e inaplazable. No obstante, idealismo aparte, en la realidad sucede otra cosa. De una forma u otra, el derecho que las naciones tienen a escoger su representación política está condenado a chocar con el principio de soberanía e integridad territorial, que fomenta la preservación de las entidades políticas ya existentes. Por esta razón, es evidente que todo Estado será reticente a posibilitar un medio para abrir paso a su propia desintegración.

La disyuntiva entre autodeterminación y soberanía es una de las controversias del derecho internacional más difíciles de resolver. La autodeterminación estuvo en boga durante la posguerra mundial, y fue promovida tanto por Estados Unidos como por la Unión Soviética en deterioro de los intereses anglo-franceses. Sin embargo, aun finalizado el proceso de descolonización, el principio de autodeterminación está actualmente fuertemente asociado a este contexto. Es decir, nadie pondría en tela de juicio el derecho de los argelinos a separarse de Francia, ¿pero por qué esto mismo no sucede en relación a las patrias autóctonas a las que aspiran kurdos o catalanes?

Para abarcar este debate, primero es necesario desbancar una idea deshonesta arraigada en el imaginario popular: el argumento informal (sin codificar) que relaciona espacialmente a la metrópolis con la región que contempla o pretende independizarse. ¿Importa la distancia física entre el grupo que quiere autodeterminación y la capital que reclama la integridad territorial del Estado que gobierna? Continuar leyendo «Referéndums en Kurdistán y Cataluña: cinismo, soberanía y autodeterminación»

U Thant y la crisis del Sinaí de 1967

Artículo en inglés publicado en ACADEMIA el 30/07/2017.

El secretario general de las Naciones Unidas, U Thant (izquierda), y el líder egipcio Gamal Abdel Nasser reunidos en mayo de 1967. El legado de U Thant ha quedado embarrado por críticas que sugieren que el secretario general podría haber utilizado su investidura para solucionar la crisis de 1967.

Tal como lo discutía anteriormente en este espacio, es posible analizar la guerra de los Seis Días como una sucesión de eventos desafortunados, donde cada bando malinterpretó las intenciones del otro. En esencia, Gamal Abdel Nasser no buscaba la destrucción de Israel, mas no obstante sí necesitaba dibujarla como algo plausible en la mente de su gente. Con Egipto sumido en una crisis económica de envergadura, atascado en una guerra interminable en Yemen (el “Vietnam” egipcio), y con benefactores soviéticos cada vez más reticentes a prestarle ayuda, Nasser necesitaba mantenerse vigente como el campeón de la causa panarabista.

Por eso, cuando en mayo de 1967 se presentó una oportunidad para revalidar su reputación, Nasser mandó a militarizar el Sinaí. Justificó su postura en la supuesta intransigencia y belicosidad israelí hacia Siria. Lo cierto es que con este accionar se dio por iniciada una de las crisis diplomáticas más trascendentales del siglo XX. (Entre que Nasser mandó sus fuerzas al Sinaí e Israel lanzó su ataque sorpresa trascurrieron veinte días.)

En retrospectiva, el legado del entonces secretario general de las Naciones Unidas, U Thant, ha quedado manchado por estos eventos. Los críticos argumentan que, si bien estaba limitado por algunas cuestiones formales, U Thant podría haber utilizado la investidura de su oficina para calmar las tensiones, tal vez previniendo la guerra. En este sentido, U Thant es a veces acusado de no haber estado a la altura de las circunstancias, y de no haber sabido actuar con inteligencia y sagacidad. En esta sintonía, la principal acusación contra su figura está relacionada con su decisión de ordenar la retirada de los cascos azules del Sinaí, virtualmente inmediatamente luego de que Nasser se lo pidiera. Algunos sugieren que U Thant podría haber demorado dicha orden, apelando acaso a un debate internacional, o bien ejerciendo presión sobre Egipto.

Con el objeto de discernir qué tan justas son estas acusaciones escribí un artículo académico para una asignatura en la Universidad de Tel Aviv. El mismo está en inglés y se puede acceder a través del sitio Academia.edu. No descarto traducirlo en el futuro, quizás como parte de una publicación. Alternativamente puede leerse aquí a continuación. Continuar leyendo «U Thant y la crisis del Sinaí de 1967»