Revoluciones y batallas ideológicas

Publicado originalmente en INFOBAE el 10/11/14

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En la izquierda, guardias fronterizos de Alemania Oriental intentan prevenir que una multitud se suba al Muro de Berlín, en la mañana del 10 de noviembre de 1989. En la derecha, miles de egipcios se congregan en la Plaza Tahrir el 25 de enero de 2012 para conmemorar el primer aniversario de la revolución que depuso a Hosni Mubarak. Crédito por las imágenes: izq. Tom Stoddart; der. Jeff J Mitchell (Getty).

El 9 de noviembre se conmemora la jornada en la que cayó el Muro de Berlín en 1989, evento de suma importancia para la reunificación alemana, y hecho simbólico que entre otros condujo al quiebre de la Unión Soviética. Podría decirse que la destrucción del Muro, en algún punto, signó la apertura de la llamada cortina de hierro que dividía geopolíticamente a Europa en dos, en un área libre y abierta al mercado y al juego democrático, y en otra área comunista y restrictiva, caracterizada por Estados policiales represivos.

Desde que comenzara la llamada Primavera Árabe en diciembre de 2010, mucho se ha dicho sobre las repercusiones a futuro de las protestas masivas y la caída de algunos de los longevos regímenes que gobernaban en Medio Oriente. Consistentemente con estos eventos, está muy en boga preguntarse si la caída de Zine Ben Ali en Túnez, Muamar Gadafi en Libia, Hosni Mubarak en Egipto y Ali Saleh en Yemen traerá aparejadas reformas verídicamente democráticas y republicanas en el mundo árabe. Con el derrocamiento de cada dictador, ha reflotado la comparación entre las plazas tunecinas, libias o egipcias y las plazas húngaras, polacas o alemanas. ¿Pero tiene sustento la analogía? ¿Tiene sentido comparar, por ejemplo, a los berlineses orientales con los campistas egipcios que se asentaron en la plaza Tahrir de el Cairo? Continuar leyendo “Revoluciones y batallas ideológicas”

Kurdistán y el Gran Juego del nuevo Medio Oriente

Publicado originalmente en INFOBAE el 03/11/2014.

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Mapa realizado por la CIA en 1992, demarcando las áreas predominantemente habitadas por kurdos. El Kurdistán iraquí está representado por el área kurda dentro de las fronteras de Irak.

Cuando en el siglo XIX los estrategas británicos hablaban del “Gran Juego”, se referían a la contienda imperialista entre Gran Bretaña y Rusia por la supremacía de Asia Central. Desde entonces, muchos analistas plantearon que el juego nunca acabó, sino que solamente se reinventó para dar cabida a nuevos jugadores. Esto así, porque tiene mucho sentido analizar la realidad a partir de esta mirada, pues sería muy difícil obviar que existen potencias en constante competencia por ganar mayores cuotas de influencia. Yendo desde Crimea, pasando por Irán y Pakistán, en la actualidad existe un claro tablero geopolítico que reúne, por un lado, a los poderes occidentales encabezados por Estados Unidos, y por el otro, a Rusia y a China. En cuanto a Medio Oriente, podemos apreciar las cosas a través de un prisma similar.

Tras la Primera Guerra Mundial, Francia y Gran Bretaña se dividieron Mesopotamia y el Levante en áreas de influencia, dando creación a nuevos Estados, e instaurando una era marcada por el tutelaje anglo-francés de los asuntos persas y árabes. Finalizada la Segunda Guerra Mundial, Estados Unidos y la Unión Soviética reemplazaron a la cordial alianza europea en el papel de veedores del Medio Oriente, aunque claro, en un rol abiertamente confrontativo. Luego, caído el imperio soviético a principios de los años noventa, las nuevas circunstancias forzaron a casi todos los Estados árabes a ponerse bajo la aegis de Washington. De particular interés, hoy en día, gracias a las insurrecciones que la llamada Primavera Árabe despertó, y gracias al vacío de poder que dejó Estados Unidos tras su retirada de Irak, comienza a deslumbrarse, siempre en términos geopolíticos, un nuevo eje de conflicto alrededor de Kurdistán, el territorio de la etnia kurda repartido entre Irak, Irán, Siria y Turquía. Continuar leyendo “Kurdistán y el Gran Juego del nuevo Medio Oriente”

Pintando el conflicto palestino-israelí color de rosa

Publicado originalmente en INFOBAE el 20/10/14

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Con este título se promocionó la charla que se dio en la Universidad Torcuato Di Tella, de la Ciudad de Buenos Aires, el jueves 16 de octubre. A mi criterio no mucho se hablo de una solución multilateral. Crédito por la imagen: Ezequiel Palmieri.

El último jueves 16 tuve el privilegio de asistir a un seminario en la Universidad Torcuato Di Tella, dónde expusieron sus visiones dos distinguidos oradores: el embajador palestino ante Reino Unido, Manuel Hassassian, y el profesor israelí Edward Kaufman. Invitados por el Ministro de Relaciones Exteriores en el marco de una agenda para promover el diálogo entre árabes y judíos, ambos conferencistas hablaron desde la experiencia, y reflexionaron sobre los desafíos que le deparan al proceso de paz. Sin embargo, no sabría decir si el evento en sí representó un debate. Ambas ponencias parecieron más bien complementarse una con otra, y la única constante discutida fue la culposa responsabilidad que Israel tendría en no aceptar el plan de paz de la Liga Árabe, esbozado por primera vez en 2002. Es decir, en ningún momento, se planteó crítica alguna, por más pequeña que sea, a la gestión del liderazgo palestino en la resolución del conflicto. Continuar leyendo “Pintando el conflicto palestino-israelí color de rosa”

El plan de paz de Salam Fayad

Artículo Original.

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Salam Fayad fue ministro de economía de la Autoridad Nacional Palestina entre 2002 y 2006. Gracias a sus credenciales académicas y a su reputación de moderado entre los norteamericanos y los europeos, Mahmud Abás lo designó Primer Ministro en 2007. En 2013 fue forzado a dimitir a su cargo. Crédito por la imagen: Daniel Bar-On.

 Si de la dirigencia palestina se trata, Salam Fayad personifica a mis ojos lo mejor que este pueblo tiene para dar y contribuir al proceso de paz. Fayad es un economista de carrera, formado y doctorado en Estados Unidos, y se ha desempañado en los últimos años como primer ministro de la Autoridad Nacional Palestina (ANP), ocupándose sobre todo de administrar las arcas públicas. Siendo un político de prominencia, quien fuera llamado el “Ben Gurión palestino” por Shimon Peres, es altamente respetado internacionalmente por promover un dialogo relativamente sincero con los israelíes, abrazando posturas conciliadoras que según se cree, podrían acercar a ambas partes de la disputa.

En un artículo publicado la semana pasada por Foreign Affairs, cual moderado, Fayad da a conocer su perspectiva sobre el estancado proceso de paz. A partir de su texto, aquí propongo analizar la viabilidad de sus ideas. Continuar leyendo “El plan de paz de Salam Fayad”

En Medio Oriente el garrote rinde más que la zanahoria: Libia

Artículo Original.

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Muamar el Gadafi se encuentra con mujeres italianas en Roma, en junio de 2009. En sus últimos años de vida el dictador libio recorría las capitales europeas y aprovechaba para discutir la situación femenina en el mundo secular. Según él, mientras que en Libia se las honorificaba, en Europa se las cosificaba. Crédito por la imagen: Christophe Simon / AFP-Getty Images.

Muamar el Gadafi fue una de las figuras más controversiales de la política árabe del siglo XX, y ha sido catalogado en décadas pasadas como uno de los principales patrocinadores del terrorismo global. Sin embargo, en su última década de vida, quien gobernara el país norafricano desde 1969, decidió transparentar las causas internacionales pendientes que sopesaban en su contra. Esto se debe nada más y nada menos que a la agresiva política exterior norteamericana emprendida tras los ataques del 9/11.

El caso de Libia bajo Gadafi nos sirve como otro ejemplo que nos demuestra que en Medio Oriente, al hablar de los regímenes dictatoriales, el garrote rinde más que la zanahoria. En relación a este tema, Gadafi, a diferencia, o mejor dicho a costa de Saddam Hussein, aprendió que en la era del “nuevo orden mundial” no había forma de contrariar los intereses norteamericanos y salirse con la suya entero. Continuar leyendo “En Medio Oriente el garrote rinde más que la zanahoria: Libia”

El plan de paz de Netanyahu

Artículo Original – versión acotada publicada en AURORA el 14/10/14

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Benjamín Netanyahu presenta durante su discurso ante la Asamblea General, el lunes 29 de septiembre, una fotografía que muestra dos lanzadores de cohetes utilizados por Hamás situados en donde juegan o transitan tres niños gazatíes.

En su discurso ante la Asamblea General el lunes pasado, Benjamín Netanyahu sugirió que las condiciones estaban dadas para refrescar el proceso de paz. Pero dándole una vuelta de tuerca a la hoja de ruta, el premier israelí propuso cambiar la trama del argumento tradicional. En vez de priorizar una solución a la cuestión palestina, Netanyahu sostuvo que existe una oportunidad histórica para que los Estados árabes normalicen sus relaciones con Israel. Sugirió que a partir de intereses y desafíos en común, dicho acercamiento a su vez facilitaría la concreción final de un acuerdo sobre la prospectiva estatidad palestina.

Esta propuesta, lo que para mí ha sido una maniobra bastante lucida de su parte, merece ser contextualizada y analizada. Dejando por ahora de lado el desempeño especifico de Netanyahu en lo que respecta a las negociaciones con los palestinos, vale la pena preguntarse hasta qué punto podría ser posible un rapprochement entre Israel y sus vecinos árabes. Continuar leyendo “El plan de paz de Netanyahu”

En Medio Oriente el garrote rinde más que la zanahoria: Irak

Artículo Original.

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Una imagen propagandista de Saddam Hussein durante la guerra con Irán en los años ochenta. Wikimedia Commons.

Desde hace varios meses la política exterior de Barack Obama viene recibiendo un torrente de críticas proveniente de todas direcciones. Desde el frente doméstico, tanto demócratas como republicanos han reprochado la gestión presidencial en el desempeño de las relaciones internacionales. Los europeos, más tímidos y hasta divididos, resienten la falta de liderazgo que proyecta Washington en relación a las amenazas crecientes provenientes de Rusia y Medio Oriente. Aquí, los israelíes como las monarquías arábigas comparten un malestar común en la pasividad o falta de decisión norteamericana en lo relacionado con el programa nuclear iraní y el auge del yihadismo militante.

Las críticas apuntan a que Obama no tiene ninguna estrategia definida, ninguna jugada preestablecida, y que en aras de cosechar soft power (poder blando), termina descarriando la política exterior hacia una proyección de debilidad e indeterminación, lo cual enfurece a sus aliados e incentiva a sus enemigos. En efecto, lo que la diplomacia norteamericana no entendió, y allí la razón de esta presentación, es que para una potencia mundial como lo es Estados Unidos el hard power (poder duro) cuenta más que los ánimos idealistas de benevolencia. Puesto de otro modo, el garrote rinde más que la zanahoria.

Aunque discutible, a mi criterio en ninguna zona del globo queda esto tan claro como en Medio Oriente. Uno podría criticarle muchísimas cosas a la administración de George W. Bush, y sobretodo su descartada ecuación de riesgos en Irak. Pero visto en perspectiva, haciendo un balance de su gestión, parecería ser que Bush entendió las dinámicas árabes, mesopotámicas y levantinas mucho mejor que el actual presidente. Lo mismo puede decirse de su padre, de George H.W, e incluso de Bill Clinton.

En lo sucesivo presentaremos algunos casos paradigmáticos que a mi juicio dan cuenta de esta realidad, y colectivamente introducen el caso para que Estados Unidos adopte un rol más decisivo en Medio Oriente. Dicho papel no necesariamente debe estar basado en la intervención militar directa, pero sí en una consistente y constante proyección de poder; lo suficiente para disuadir a los “enemigos públicos” a comportarse como es debido. Para esto, miremos primero el caso de Irak. Continuar leyendo “En Medio Oriente el garrote rinde más que la zanahoria: Irak”

Genocidio de las minorías religiosas en Irak

Artículo publicado originalmente en AURORA el 11/09/2014.

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Refugiados yazidíes que abandonaron sus hogares en Sinjar se concentran en la frontera siria el mes pasado. Crédito por la imagen: Adam Ferguson / The New York Times

Según cifras del IDCM, el Observatorio de Desplazamiento Interno (por sus siglas en inglés), una organización sin fines de lucro internacional, se estima que, como resultado del avance del Estado Islámico (EI), por lo menos más de 1.3 millones de iraquíes han sido desplazados entre el primero de diciembre de 2013 y el 18 de agosto de este año. Aunque no podemos contar aún con cifras precisas, a esta altura existe suficiente evidencia que se están llevando a cabo matanzas sistemáticas cometidas por los yihadistas contra prisioneros de guerra, opositores políticos, y minorías religiosas como cristianos y yazidíes. Difícilmente pueda ser puesto en duda que lo que está actualmente ocurriendo en Irak es un genocidio. Especialistas en la materia e importantes líderes mundiales han acordado que las acciones de los combatientes del EI, llevadas a cabo en el nombre de la purificación religiosa, constituyen crímenes de lesa humanidad que se convierten en actos de genocidio, pues sus perpetradores constan tener una intención específica (dolus specialis) por destruir por lo menos un grupo étnico y religioso de la faz de la Tierra.

El propósito de este artículo es demostrar que en efecto existe un genocidio en Irak. Como marco conceptual, tenemos a nuestra disposición una serie de presuntas etapas o pasos que hacen al desarrollo de semejante atrocidad. En este campo podemos valernos de la opinión de dos académicos destacados en la temática como lo son Daniel Feirstein y Gregory H. Stanton. Estos autores reconocen que los genocidios se desarrollan a lo largo de procesos sociales y políticos que responden a un patrón – que si bien no es inexorable, en la mayoría de los casos es predecible. Los hitos en estos procesos se dan de forma progresiva, o incluso, dependiendo del caso, pueden darse de forma simultánea.

A modo de síntesis entre ambos especialistas, aplicando su pensamiento al caso iraquí, creo que podemos sistematizar y enumerar cinco etapas o pasos que ofrecen una perspectiva sobre la mentalidad auspiciada por el EI. Tal proceso ofrece una explicación sobre lo que está sucediendo hoy en día en Irak, y tal vez más importante, invita a una importante reflexión posterior. Continuar leyendo “Genocidio de las minorías religiosas en Irak”

Cascos Azules: ¿fuerzas de paz o fuerzas de buena voluntad?

Artículo Original

Un yihadista posa para la foto haciendo gala de un vehículo de la ONU capturado. La imagen habría sido difundida por Al-Nusra.
El concepto de “operación de paz” articulado por las Naciones Unidas es casi tan antiguo como dicho organismo internacional. Su primera misión de pacificación de hecho se llevó a cabo en Medio Oriente, para observar el mantenimiento del cese al fuego entre israelíes y árabes. En aquella oportunidad, las tropas internacionales conformaban lo que se conoce como el “Organismo de las Naciones Unidas para la Vigilancia de la Tregua” (ONUVT o UNTSO en inglés), que aún realiza sus funciones hasta el día de hoy bajo la forma de misiones específicas para supervisar las fronteras entre Israel y sus vecinos árabes, principalmente Siria y Líbano. Originalmente, los enviados por la ONU no debían contener las hostilidades, sino más bien simplemente reportarlas al Secretario General. Sus tropas no estaban armadas, y en cualquier caso apuntaban más que nada a generar confianza con los eslabones políticos y militares de los bandos enfrentados.
La primera intervención armada de los cascos azules (FENU o UNEF en inglés) no se produjo sino hasta 1956, momento en el cual la ONU intervino para hacer frente a las posibles contingencias que pudiesen ocurrir luego de la crisis de Suez. No obstante, tal como quedó manifiesto una década más tarde, la fuerza internacional en cuestión no pudo hacer nada para calmar la tensión en la región; y desde ya, tampoco pudo hacer nada para alterar el devenir que condujo a una guerra posterior – la guerra de los Seis Días.
Si bien hoy en día están armadas, las tropas de la ONU en rigor cumplen el mismo objeto que la primera misión iniciada en 1948. Son observadores que contribuyen a generar estabilidad. Pero tal como ocurriera en 1967, cuando Gamal Abdel Nasser expulsara a los uniformados internacionales, legalmente el mandato de los soldados despachados por la ONU debe finalizar cuando el Estado soberano que los recibe decide expulsarlos. Dicho esto, si la estabilidad se rompiera, los cascos azules tienen terminantemente prohibido intervenir en favor de un bando u otro, o por lo menos no hasta que el Consejo de Seguridad delibere y se ponga de acuerdo sobre el asunto. Teoréticamente, ese sería el momento en el cual las tropas, de por sí ligeramente armadas, podrían tomar partido solo para forzar a ambas partes a la mesa de negociación; lo que se conoce como “imposición de la paz” o peace enforcement.
En realidad, los cascos azules raramente cuentan con el armamento necesario como para poder forzar una paz por cuenta propia. Además, se concede que los efectivos enviados por la ONU pueden disparar si solo si están siendo atacados, pero incluso esto es desalentado dadas las implicancias políticas que dicha acción puede traer aparejada. Como la ONU no es un Estado supranacional o un ente todopoderoso, sus soldados dependen del capital humano y financiero que los Estados aportan. Más allá de su buena voluntad, su movilización o intervención depende ante todo de cuán rápido puedan los diplomáticos y burócratas resolver su participación.

Dadas estas condiciones, podría ser discutido que las fuerzas de paz carecen de iniciativa militar, siendo que en enumeradas ocasiones estas fallaron en prevenir o frenar grandes matanzas de civiles en zonas de conflicto donde se encontraban apostadas. Por ello, en vista de los acontecimientos actuales en el Golán, vale la pena rever y analizar el desempeño de la ONU a la hora de contener un conflicto. Más específicamente, y a razón de Medio Oriente, vale preguntarse hasta qué punto sus fuerzas pueden marcar la diferencia. Continuar leyendo “Cascos Azules: ¿fuerzas de paz o fuerzas de buena voluntad?”

¿Se reinsertará Estados Unidos otra vez en Irak?

Artículo Original.

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Tanques Abrams M1A1 y sus tripulaciones posan en noviembre de 2003 para una foto frente a las “Espadas de Qādisiyya”, el arco de la victoria situado en Bagdad erigido por Sadam Husein en 1989 para conmemorar la supuesta victoria de Irak contra Irán en la guerra entre ambos países (1980-1988). Imagen de dominio público.

El prospecto de que Estados Unidos se reinserte en Irak para contrarrestar el avance del Estado Islámico (ISIS) ha generado un amplio debate entre profesionales de distintas ramas y procedencia. Mientras que existe mucha intriga acerca del futuro que le depara a Medio Oriente, la única certeza que puede apreciarse hoy es que tanto republicanos como demócratas arremeten contra la administración de Barack Obama – sea por su acción, o bien, inacción en su política para la región. Hasta la fecha, al momento de escribir, Obama solamente ha autorizado despachar 275 tropas para proteger su embajada en Bagdad, y desplegar aviones y drones para vuelos de reconocimiento sobre las posiciones del ISIS, medida que tal vez podría servir como antesala a una intervención armada aérea contra el grupo yihadista. Pero, ¿qué decidirá finalmente Obama?

El propósito de este artículo es analizar los condicionamientos principales y las opiniones más discutidas que podrían influenciar la política exterior norteamericana en el futuro previsible. Continuar leyendo “¿Se reinsertará Estados Unidos otra vez en Irak?”